Claves: la ‘nueva normalidad’ de la energía y los alimentos, y las opas como deporte de riesgo
El recorte del IVA de los alimentos y las ayudas de las tarifas de la luz y el gas ya tienen calendario de salida
La crisis energética ha cedido, y aunque es muy posible que vuelva a haber nuevos embates que incrementen los precios, los Gobiernos europeos están eliminando gradualmente las ayudas públicas en forma de recortes del IVA y de la factura de la luz y el gas. Algún malpensado dirá que han pasado ya las elecciones europeas, y en España, además, se ha acabado un ciclo que incluyó las catalanas y las vascas. La vuelta a la situación anterior será, en todo caso, paulatina, y habrá cosas que no vuelvan a ser igual (como se decía en la pandemia, la nueva normalidad). El aceite de oliva, por ejemplo, tendrá un IVA del 4%, en vez del 10%. La previsión es que, a menos que vuelva a haber otra sequía galopante o pertinaz, los precios de los alimentos, y en particular el del jugo de aceituna, se sigan frenando en los próximos meses (aunque los ciudadanos, con excepciones como la de los pensionistas, no recuperarán su poder adquisitivo). Conviene recordar, en todo caso, que las pérdidas que han supuesto al erario estos descuentos (no siempre dirigidos a los más vulnerables) se han recuperado con creces con impuestos como el IRPF, al no deflactarse este mientras se subían los salarios.
Microsoft prefiere pedir perdón que pedir permiso
Lo de Microsoft y la competencia es como Atrapado en el tiempo, la película del día de la marmota. La Comisión Europea abre expedientes y multa a la compañía por vincular sus productos entre sí, lo cual frena la entrada de sus rivales, y ella vuelve a hacerlo una y otra vez. Sigue actuando sin pedir permiso, aunque luego tenga que pedir perdón. Ahora ha ocurrido con Teams, pero antes fue con Internet Explorer y Windows. Explorer consiguió echar del mercado a Netscape, aunque luego vinieron peces más grandes como Google Chrome, que acabaron reduciendo al navegador de Microsoft a una cuota de negocio simbólica.
Apostar por las opas sobre Sabadell y Talgo es un deporte de riesgo
Comprar acciones de Sabadell o Talgo para beneficiarse de las respectivas opas que han planteado BBVA y Ganz Mavag es realmente una actividad de riesgo. El ejemplo de Telefónica tras la entrada de la saudí STC, con la reacción en tromba del Gobierno a través de la SEPI, y de CriteriaCaixa, es un aviso a navegantes de que los Ejecutivos europeos no se rasgan las vestiduras para frenar operaciones de calado del capital extranjero. En el caso de Sabadell y BBVA, las pegas políticas tendrán que ser más sutiles, relacionadas con la competencia y el empleo, y bien puede acabar recibiendo el visto bueno.
Los que prefieran menos rentabilidad, pero más seguridad, pueden optar por eDreams y su autoopa, o por Árima.
La frase del día
“Macron siempre hace campaña diciendo ‘es yo o el caos’. Es un argumento muy débil que demuestra que piensa que ha perdido estas elecciones”
Marine Le Pen, líder de Reagrupamiento Nacional
Roma no paga a traidores, aunque defiendan la libertad de expresión
El culebrón de Julian Assange toca a su fin, 14 años después de las filtraciones de Wikileaks. Roma no paga a traidores, y aunque Estados Unidos recoge en su Constitución el derecho a la libertad de expresión, también protege mucho su seguridad nacional, y evidentemente no iba a dejar pasar como si nada la descomunal grieta de información alentada por Assange.
Después de siete años refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, y cinco años en una cárcel de máxima seguridad, el Gobierno de EE UU ha considerado suficiente el castigo. Y Assange también ha aceptado asumir algunos cargos para quedar por fin libre, y regresar a su Australia natal, donde le espera su familia, creada durante su cautiverio.
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