Riad amplía su arsenal con Lenovo
El fondo soberano saudí compra un bono convertible de 2.000 millones a la tecnológica
Según los estándares habituales, el nuevo acuerdo de deuda de Lenovo no tiene mucho sentido. Su bono convertible de 2.000 millones de dólares, vendido exclusivamente a una unidad del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí (PIF), no paga intereses y tiene un umbral de conversión de 10,42 dólares de Hong Kong por acción, que ya está por debajo del precio actual de las acciones de la empresa. Pero el título no puede canjearse por acciones hasta justo antes de su vencimiento en 2027. A primera vista, el fabricante de portátiles sale ganando.
De hecho, lo único que la empresa de 18.800 millones de dólares cede durante tres años es un puesto en su consejo de administración, e incluso eso desaparece al vencimiento si la deuda no se canjea por acciones. Mientras, Lenovo puede utilizar los ingresos para pagar la deuda por la que tiene que pagar intereses, así como para otros fines.
Pero el verdadero meollo de la operación reside en un acuerdo independiente pero relacionado con su nuevo inversor, Alat, por el que Lenovo se ha comprometido a establecer su sede regional para Oriente Próximo y África en Riad, así como a abrir una nueva planta de fabricación en el reino. Esto encaja perfectamente con los objetivos de Alat, que se lanzó en febrero con el imprimátur personal de Mohamed Bin Salmán, el príncipe heredero saudí. La nueva empresa pretende crear asociaciones que ayuden al país a diversificar su economía mediante la creación de capacidad en industria y electrónica avanzada.
Lenovo, que tiene doble sede en China y Estados Unidos, es un candidato sólido para este tipo de asociación. Acaba de registrar un segundo trimestre consecutivo de crecimiento de los ingresos tras una caída de varios años, y sus acciones han subido dos tercios en los últimos 12 meses.
La decisión de optar por un bono convertible en lugar de una inversión en acciones también protege a Alat de una venta masiva si la demanda mundial o las tensiones geopolíticas hacen caer las acciones de Lenovo. Sobre el papel, puede parecer que el fabricante de portátiles ha cerrado un buen trato, pero Riad es el verdadero ganador.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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