Para China, es mejor no luchar por TikTok
La red social no es lo suficientemente estratégica
Xi Jinping puede quedarse fuera de la lucha por TikTok. Ha comenzado la cuenta atrás para que ByteDance desinvierta su app en EE UU o afronte una prohibición. Pero los temores a represalias por parte del presidente chino parecen exagerados. La red social no es lo bastante estratégica.
Los legisladores de Washington justificaron la norma que aprobaron la semana pasada calificando a TikTok, que tiene 170 millones de usuarios en el país, de amenaza para la seguridad nacional. Pekín acusa a la Casa Blanca de actuar como una bandida y promete “tomar todas las medidas necesarias” para salvaguardar sus derechos e intereses legítimos.
Pero no está claro hasta dónde llegará Xi para proteger los intereses de las empresas de su país. Años de aranceles, sanciones y restricciones comerciales por parte de EE UU contra productos y empresas chinos, como los chips y Huawei, han dado lugar a respuestas de diversa índole. Desde la prohibición de productos fabricados por la firma de chips de memoria de EE UU Micron a la imposición de controles a la exportación de metales ampliamente utilizados en semiconductores, pasando por la sanción a un puñado de empresas de defensa de EE UU.
Pero ByteDance no es Huawei. Sus adictivas aplicaciones, como Douyin, la versión china de TikTok, no son una prioridad para los planificadores de Pekín. Están centrados en cultivar paladines en energía verde, coches eléctricos, semiconductores e IA, que esperan que impulsen el lento crecimiento de la nación.
El propio Xi está tomando medidas enérgicas contra las pantallas. Los menores de 18 años solo pueden jugar una hora al día entre el viernes y el domingo y los festivos; las plataformas tienen que limitar el tiempo y el dinero que los niños gastan en sus apps. Douyin restringe a los adolescentes a solo 40 minutos al día.
En última instancia, es poco probable que Pekín dé su visto bueno a la venta de ByteDance, que podría preferir cerrar la app en EE UU antes que renunciar a los valiosos algoritmos que impulsan su negocio principal. China puede utilizar el revés de Washington como palanca en futuras conversaciones bilaterales, pero también hay otras vulnerabilidades. Eso puede explicar por qué Pekín no ha arremetido contra empresas de EE UU presentes en el país, como Apple y Tesla. Xi puede concluir razonablemente que defender a TikTok no merece la pena.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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