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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Macron debe afrontar ya los golpes fiscales

Tiene algunas decisiones difíciles por delante: puede que tenga que recortar el gasto social

Emmanuel Macron, presidente de Francia, el día 20 en París, en un tributo al recién fallecido político y militar Philippe de Gaulle, hijo de Charles de Gaulle.
Emmanuel Macron, presidente de Francia, el día 20 en París, en un tributo al recién fallecido político y militar Philippe de Gaulle, hijo de Charles de Gaulle.LUDOVIC MARIN (via REUTERS)

Poco después de posar boxeando, Emmanuel Macron está contra las cuerdas. El miércoles convocó una reunión de aliados políticos y ministros clave para lidiar con el rápido deterioro de las finanzas públicas francesas. La pasada despreocupación fiscal de Macron tendrá un precio.

Francia no ha logrado ganar más de lo que gasta desde 1974, pero con una deuda del 110% sobre el PIB, retornos de los bonos en máximos de 12 años y un crecimiento lento, el estado de sus finanzas públicas ha alcanzado un punto crítico. Al igual que otros países europeos, tuvo que tirar del presupuesto para amortiguar el impacto de la pandemia y la crisis energética. La deuda pública alcanzó un máximo del 115% del PIB en 2020, pero solo se ha reducido en 4 puntos desde entonces. Las de Italia y España han caído 12 y 15 puntos, respectivamente.

La razón inmediata de la situación de Francia es que fue más lento que otros en la eliminación gradual de las subvenciones y transferencias por las crisis. También ha basado su presupuesto en previsiones optimistas, como señalan a menudo tanto el Tribunal de Cuentas como el banco central.

La obsesión de Macron con reducir impuestos –un exayudante lo llama “fetiche”– no ha ayudado. Algunas autoridades están discutiendo reintroducir un impuesto a la riqueza similar al que eliminó Macron al llegar a la presidencia en 2017. Francia es, empero, el país con la segunda mayor presión fiscal de la zona euro, con un 53% del PIB. También tiene el nivel más alto de gasto público, el 58% del PIB. Y su déficit estructural apenas se ha reducido en los últimos años. El FMI estima que superará el 4% este año.

Macron tiene algunas decisiones difíciles por delante. Puede que tenga que recortar el gasto social: con un 34% sobre el PIB, es más de 5 puntos más alto que en el resto de la UE. Pero eso perjudicaría la demanda en un año en que el crecimiento económico ya es lento.

Los inversores en bonos son optimistas por ahora, pero la prima sobre la deuda alemana a 10 años casi se ha duplicado, hasta 44 puntos básicos, desde antes de la covid. Se espera que Fitch y Moody’s califiquen la deuda francesa en abril, unas semanas antes de las elecciones europeas. S&P’s ya tiene a Francia en perspectiva negativa. Macron no puede cubrirse ya de las difíciles decisiones que ha evitado durante tanto tiempo.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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