Las claves: Grifols y el perjuicio de la duda, y el papeleo unidireccional del Estado
Todo lo que pase con la biosanitaria podrá utilizarse en su contra
Grifols ya solo tiene el perjuicio de la duda. Cualquier cosa se utilizará en su contra, y lo cierto es que la compañía lo pone fácil a sus críticos. Ayer publicó sus resultados sin auditar, aunque anunció que dispondrá del informe de KPMG antes del 8 de marzo. A eso se suma que un consejero, el exembajador de EE UU en España James Costos, no firmó las cuentas por no estar presente en la reunión del consejo. Se entiende que KPMG necesite tiempo para hacer bien las cosas, pero el mercado está inquieto ante las acusaciones de Gotham City Research, y ayer castigó al valor con una nueva caída del 35%, mayor aún que el 25% del 9 de enero.
Las cuestiones contables y de gobernanza están dejando en un segundo plano que el negocio tampoco prospera como esperaba la compañía después de la pandemia. Aunque la auditoría de KPMG y la investigación de la CNMV constaten que no hay nada irregular en la situación de Grifols, a los inversores les va a costar volver a confiar en un valor que está en niveles de cotización de 2012.
La transición del coche eléctrico no logra renovar el parque, más bien lo contrario
Si el objetivo de la regulación de la movilidad urbana y de las subvenciones públicas al coche eléctrico es renovar el parque automovilístico español, no parece que estén teniendo mucho éxito. Los vehículos en España son cada vez más viejos: en 2023 alcanzaron los 14,2 años de media, frente a los 13,9 de 2022, y son 3,3 años más viejos que hace una década.
La crisis inflacionaria, los altos precios de los autos de batería, y la incertidumbre sobre la transición frenan las compras de los usuarios, que optan por los modelos de segunda mano si no les queda otro remedio que cambiar.
El papeleo que exige el Estado... solo cuando se trata de dar ayudas
Los agricultores han conseguido, a base de invadir con tractores las ciudades, que la Comisión Europea atienda su reclamación de reducir la burocracia para solicitar ayudas, y para documentar su uso. El papeleo es un mal endémico en el trato con la Administración, y a menudo no está justificado. Hacienda y la Seguridad Social tienen un conocimiento exhaustivo de los ingresos de los ciudadanos, por lo que subsidios como el Ingreso Mínimo Vital podrían concederse de oficio; al menos, se podría notificar a sus potenciales beneficiarios que tienen derecho a él. Pero a la hora de dar dinero, el Estado arrastra los pies, y por eso hay un 58% de posibles adjudicatarios del IMV que no lo solicitan, según cifras de la Airef, dadas por buenas por el Gobierno.
La frase del día
El PSOE ha votado a favor de un embargo a la compraventa de armas a Israel. Por tanto, entiendo que, en los próximos días, el Gobierno acordará la suspensión de la compra, la venta y el transporte de armas que pasan por nuestro país con destino Israel
Ione Belarra, líder de Podemos
Los empleados pueden criticar al jefe, pero el jefe también a los empleados
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos acaba de fallar que criticar al jefe, dentro de un orden, es un derecho del trabajador. La sentencia viene del despido de un ingeniero informático turco, que hizo una comparativa entre su responsable y Jeff Bezos, y la envió a recursos humanos. Seguramente muchos empleados de Amazon –sobre todo los de logística– no estén de acuerdo en poner al fundador del gigante como ejemplo, pero lo relevante de este caso es que se puede hablar mal de un superior, incluso con sarcasmo, si se es constructivo y no se daña su honor ni el de la empresa. Con todo, conviene no lanzar las campanas al vuelo, porque el jefe también tiene libertad de expresión para criticar al empleado, y más margen de maniobra para buscar razones para echarle.
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