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La Lupa
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Xavi Hernández sale del agujero patrimonial del Barça

El club consigue 800 millones adelantando ingresos futuros y aún debe más de 1.600 millones de las obras del Espai Barça y la deuda neta de años anteriores

Xavi
El entrenador del FC Barcelona, Xavi Hernández, durante un entrenamiento.Alejandro García (EFE)

El Fútbol Club Barcelona ha normalizado su dramática situación financiera y ha conseguido que se hable más de sus manidas palancas, gastar hoy los ingresos de dentro de 25 años, que de los números contantes y sonantes de su balance y cuenta de resultados. El resumen de la situación del club catalán es que tiene un patrimonio neto negativo de 516.000 euros, que compara con un neto positivo de 558 millones en el caso del Real Madrid. Ambos clubs participan en las mismas competiciones y afrontan inversiones millonarias en la remodelación de sus estadios.

Grant Thornton, auditor del Barça, señala en la nota 2.5 de su informe que: “Durante el presente ejercicio (2022-2023), el Grupo (FC Barcelona) ha generado un beneficio de 303,7 millones de euros, los cuales incluyen beneficios de operaciones no recurrentes sin considerar el efecto fiscal, por un importe de 800 millones de euros. Con la generación de estos beneficios, el patrimonio neto consolidado a 30 de junio de 2023 es negativo en un importe de 516 miles de euros (…). Estos hechos podrían suponer una duda significativa sobre la aplicación del principio de empresa en funcionamiento”.

La Junta Directiva defiende que hay factores mitigantes de esa “duda significativa”, buena parte de ellos ejecutados hace año y medio. Dichos factores son las famosas palancas, con las que tratan de convencer de que el Barcelona va a ser capaz de generar ingresos para cubrir los gastos ordinarios, repagar la deuda neta de 552 millones y producir nuevos ingresos anuales de 247 millones con el Espai Barça (nuevo Camp Nou, nuevo Palau Blaugrana, el Estadi Johan Cruiff y el Campus Barça). Estos ingresos potenciales tienen que pagar esas nuevas infraestructuras, cuyo coste se prevé ronde los 1.500 millones. Las obras se van pagando con cargo al Fondo de Titulización Espai Barça, que al cierre de la temporada pasada tenía ya una deuda de 1.096 millones, adicional a los 552 millones antes mencionados.

La palanca más poderosa que ha utilizado hasta ahora el Club es la venta del 25% de los derechos de la retransmisión de los partidos de La Liga española masculina durante 25 años, que le ha originado unos ingresos de 667 millones de euros, cobrados en 2022 y 2023, sin los cuales hubiera dado pérdidas. La operación se instrumentó mediante la venta de dichos derechos a la sociedad Lockseley Invest SL, propiedad del Barcelona en un 49% y un 51% de Sixth Street. Esta estructura permite al Club retener parte de los derechos y evitar apuntarse la deuda que la instrumental ha asumido para pagar al Barça.

La segunda palanca opera alrededor del eventual negocio de contenidos digitales (NFT, Metaverso, fan tokens, etc) que esperan generar con la marca del Barcelona. En el verano de 2022, el Barcelona vendió por 200 millones un 49% de Bridgeburg Invest (Barça Studios) a partes iguales a Socios.com y Orpheus Media, a cobrar en plazos: 20 millones a la firma y tres pagos de 60 millones en los tres años siguientes. Un año después, en agosto pasado, Socios.com y Orpheus venden el 29,5% de Bridgeburg por 120 millones a dos socios nuevos: Libero y Nipa Capital. Pero uno de estos, anda con problemas para pagar, recoge la auditoría, lo que creará problemas al Barça.

El paso siguiente, que cada vez parece más difícil de ejecutar, es un triple salto mortal. El Barcelona ha llegado a un acuerdo con la sociedad Mountain & Co para integrar con ellos Bridgeburg y Barça Produccions y sacar ese negocio digital a cotizar en el Nasdaq, conservando el club “una participación mayoritaria”, dice la memoria del Barça.

Con estas operaciones, el Barcelona está abriendo la puerta a empresarios que no dejan indiferente. Detrás de Socios.com está Alexandre Dreyfus, dueño del 76% de la compañía, un empresario que ha hecho fortuna en la industria del póquer online, las guías turísticas interactivas y más recientemente con la tokenización de equipos y jugadores de futbol, que es como la versión digital de los cromos, pero mezclado con el juego, una fórmula nada infantil de intentar explotar las bases de fans de los clubs.

Detrás de Orpheus Media está Jaume Roures, tan conocido como blaugrana. Roures y su socio Tatxo Benet fundaron Mediapro, una de las sociedades con más experiencia en el mundo audiovisual y de los derechos de retransmisión. El crecimiento apalancado y la crisis llevaron a que metieran a un socio chino (Orient Hontai Capital) en el accionariado. Puso el dinero para sanear la empresa, pero se hizo con el 85% del capital en 2021. Roures y Benet seguían llevando la compañía, hasta que en octubre pasado el primero fue despedido por el accionista principal y su viejo amigo.

Dreyfus y Roures pueden verse como socios industriales, ya que tienen empresas con experiencia para explotar la marca del Barça en el ámbito digital. Pero no es el caso de Sixth Street y Mountain & Co, ni de los bancos e inversores que están inyectando recursos al Espai Barça Fondo de Titulización. Estos son inversores financieros puros y duros, que quieren multiplicar su dinero y lo mismo les da ganarlo ayudando a construir una empresa que liquidándola por partes.

La debilidad del Barça es tan grande que esta temporada se meterían en pérdidas solo por pagar a Xavi Hernández el salario de la temporada al que ha renunciado esta semana. Con unos ingresos de 859 millones, prevén ganar solamente ocho millones, que es justo el sueldo de Xavi.

Si el Barcelona no puede repagar los 2.000 millones de deuda que va a sumar entre su histórico y el Espai Barça, los 144.000 socios del club perderán todo y se convertirá en una Sociedad Anónima en manos de los acreedores. Algunos miran a Jaume Roures como solución para el Barça. Él lo niega, pero plantea la necesidad de abrir el debate sobre el modelo de propiedad del club y cree que el ejemplo de la Fundación La Caixa, que con un 32% controla CaixaBank, da una pista. “El Barcelona puede valer 4.000 o 5.000 millones, si vendes el 25% arreglarías las cosas con los 1.500 millones que entrarían”, dijo a RAC 1. Esa valoración quizá sea muy optimista teniendo en cuenta el agujero patrimonial que arrastra el club, pero no les queda mucho tiempo y los resultados no acompañan.

Aurelio Medel es periodista y doctor en Ciencias de la Información

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