La contrapartida del abaratamiento del coche eléctrico, y las guerras sin armas
Los modelos de batería pierden mucha rentabilidad
No hay bien que por mal no venga: los coches eléctricos se están abaratando –aunque sigan siendo prohibitivos para la mayoría–, pero eso supone que sus dueños vean cómo su valor cae muy rápidamente: casi la mitad en tres años. Los de combustión, bastante más asequibles, aguantan mejor, pero la palma se la llevan los de la tercera vía: los híbridos enchufables, que mantienen un 71,5% a los tres años. Es una señal de que los fabricantes están apostando más por los extremos que por la opción intermedia, la de los híbridos, quizá porque lo ven como una inversión en I+D con fecha de caducidad. De eso se está aprovechando Toyota, el líder claro en esta tecnología.
La depreciación de los eléctricos tiene otra contrapartida de cara a las empresas de alquiler, como Hertz, que ha dado marcha atrás en la electrificación de su flota. Son idas y venidas de una industria en plena revolución, cuyo resultado es difícil de predecir. Los escépticos creen que el coche será un objeto minoritario en el futuro; los más optimistas, que será ubicuo como ahora.
Las guerras serían mejores sin armas... pero no serían guerras
El ejército español se ha ganado a pulso en sus misiones internacionales la buena fama de que disfruta. Quizá por eso llaman más la atención los retrasos y problemas que aquejan a la industria de defensa, encargada de fabricar el armamento militar. La ministra del ramo, Margarita Robles, que se ocupa de los militares y de la industria, está molesta con el retraso en la entrega al Ejército de Tierra de 348 vehículos de combate 8x8 Dragón. Se trata del programa estrella del cuerpo, un proyecto que avanza desde 2015 casi a trompicones. Parafraseando a Jane Austen, sin duda las guerras serían mejores sin armamento... pero no serían guerras.
Aún quedan rescoldos del fuego hipotecario en los tribunales
Durante años, sucesivas sentencias judiciales expusieron la insuficiencia de la información proporcionada por los bancos a sus clientes en relación a productos como las hipotecas. Aunque la regulación europea ha endurecido las condiciones que deben cumplir las entidades, siguen quedando rescoldos de prácticas anteriores: ahora el Tribunal de Justicia de la UE ha establecido que el plazo para reclamar los gastos hipotecarios debe empezar cuando el cliente conoce todos los datos sobre sus derechos, y no antes. Los tribunales ya determinaron hace cinco años que esos gastos deben repartirse; en realidad, el banco acaba transfiriendo esos costes a los intereses. Pero los gastos que se reclaman ahora de forma retroactiva ya no se podrán redistribuir.
La frase del día
“Los problemas de Boeing en los últimos años son inaceptables. Vamos a exigirles responsabilidades. Tienen que ponerse las pilas”
Robert Isom, consejero delegado de American Airlines
El ranking de Deloitte muestra el equilibrio entre LaLiga y la Premier League
Decía Gary Lineker que el fútbol lo juegan 11 contra 11, y siempre gana Alemania; su equivalente entre los clubes sería el Real Madrid, que sigue siendo el equipo que más factura del mundo, a pesar de la invasión de los jeques del petróleo. El Barcelona aguanta el tipo, apoyándose en infinitas palancas, en la cuarta plaza.
El ranking de Deloitte ayuda a relativizar las valoraciones drásticas, a menudo basadas en el resultado del último partido, sobre la supuesta crisis de LaLiga o el presunto dominio aplastante de la Premier League. Aunque en conjunto esta tiene más clubes top, como diría el entrenador José Mourinho, la presencia española entre los grandes de Europa, también con el Atlético de Madrid, es más que notable.
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