El Banco de Inglaterra puede contraatacar a la guerra de las hipotecas
Podría presionar a las entidades para que recompensen a los ahorradores, en vez de bajar los tipos del crédito
Los bancos británicos están recortando los tipos hipotecarios. Eso debilitará la lucha del Banco de Inglaterra contra la inflación y podría retrasar el inicio de una política monetaria más relajada, provocando una recesión. En respuesta, el supervisor podría presionar a los bancos para que cedan márgenes y recompensen a los ahorradores.
Justo cuando Andrew Bailey está teniendo cierto éxito, los mercados y los bancos se rebelan. Los traders apuestan por seis bajadas de tipos este año, para situarlos en torno al 4% desde el 5,25% actual. HSBC, NatWest o Halifax han bajado los tipos hipotecarios, en algunos casos por debajo del 4% para los clientes que firmen por otros cinco años. A principios de diciembre, rondaban el 5%, según los analistas de Barclays.
Son buenas noticias para los 1,5 millones de hogares cuyas hipotecas fijas vencen este año. Para Bailey, no tanto. Tras subir los tipos 14 veces, ha visto caer la inflación desde el 11,1% de octubre de 2022 hasta el 3,9% de noviembre.
El impulso final hacia el objetivo del 2% implica frenar la actividad manteniendo los tipos altos durante un tiempo. Pero si se mantienen las tendencias actuales, los propietarios de viviendas que hayan obtenido una hipoteca a dos años después de agosto de 2022, por ejemplo, podrán refinanciarla a un tipo más bajo este verano, según Moneyfacts.
Es cierto que menos de un tercio de los hogares tienen una hipoteca y que las nuevas siguen teniendo un alto tipo del 5,7% a dos años. Pero la reducción de los costes de rehipotecación ralentizará y diluirá la política del Banco de Inglaterra. Incluso podrían inducirle a mantener los tipos altos durante más tiempo, aumentando el riesgo de una contracción.
Pero Bailey podría tener una forma de frenar el afán de los bancos: presionándoles para que aumenten los tipos del ahorro. Están en torno al 3,16%, de modo que los bancos han repercutido a los clientes menos del 60% de la subida oficial.
Un llamamiento para recompensar a los 37 millones de británicos con cuentas de ahorro sería universalmente bien recibido, con una excepción: los bancos, cuyos márgenes se resentirían. Un sutil recordatorio de este simple hecho por parte del gobernador podría persuadir a los CEO a ponerse más del lado de Bailey que del de sus clientes.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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