Bezos hace una nueva apuesta perdedora en el inmobiliario
Se muda a Miami, que puede quedar bajo el agua por el calentamiento global en los próximos 30 años
Un clima más cálido atrae a Jeff Bezos. El fundador del gigante tecnológico Amazon se traslada de Seattle a Miami, su ciudad natal, para estar más cerca de su familia y de las operaciones de su empresa de cohetes Blue Origin en Cabo Cañaveral. Pero el aumento del nivel del mar amenaza con dejar la ciudad de Florida bajo el agua en los próximos 30 años. No es la única decisión inmobiliaria cuestionable que Bezos ha tomado en los últimos tiempos.
El jueves anunció en un post de Instagram que se mudará a Miami, abandonando la ciudad del estado de Washington (noroeste de EE UU) donde fundó Amazon en 1994. Bezos creció en la ciudad del sur de Florida a principios de los ochenta, y regresará para vivir en un complejo de dos mansiones valoradas en unos 147 millones de dólares, según Bloomberg.
El sector inmobiliario de Miami experimentó un renacimiento durante la pandemia, a medida que la gente buscaba climas más cálidos donde poder estar al aire libre. Multimillonarios como Ken Griffin y David Tepper se trasladaron al sur cuando se impusieron los confinamientos. También ayudó el enfoque despreocupado del estado con respecto al Covid-19.
Los precios de la vivienda subieron un 60% entre el segundo trimestre de 2020 y el segundo trimestre de este año, según datos de la Agencia Federal de Financiación de la Vivienda de Estados Unidos. Bezos está comprando en máximos históricos.
Pero las personas que compran en la zona lo hacen bajo su propio riesgo. La subida del nivel del mar hará que casi el 60% del condado de Miami-Dade esté bajo el agua en 2060, afirmaron el año pasado investigadores de la Universidad de Miami. Las casas de la costa del nuevo barrio de Bezos, Indian Creek, se enfrentan a un 73% de probabilidades de inundación para 2050, según la organización sin ánimo de lucro Climate Central. Eso será justo cuando Bezos cumpla 90 años.
Sin embargo, el fundador no es ajeno a las apuestas inmobiliarias que no siempre tienen sentido desde el punto de vista financiero. Amazon puso a los alcaldes de las ciudades en la pelea cuando en septiembre de 2017 dijo que iba a abrir una segunda sede. Tras 14 meses de especulaciones y cortejos, la empresa se decantó por Arlington (Virginia).
Sin embargo, ha retrasado la construcción de la siguiente fase del proyecto, de 2.500 millones de dólares. Desde entonces, los tipos de interés han subido casi un punto porcentual, lo que hace que sea más caro. Además, la resistencia del trabajo a distancia también podría significar que, incluso después de que el proyecto esté terminado, Amazon tendrá más dificultades para llevar a los empleados a sus nuevos escritorios.
Los planes de expansión de Bezos también han tenido sus contratiempos. Su empresa espacial, Blue Origin, sufrió un fallo en un cohete durante una misión no tripulada a finales de 2022. La Administración Federal de Aviación de EE UU cerró su investigación sobre el fallo en septiembre, pero dijo que la compañía debe tomar 21 medidas correctivas antes de que su cohete New Shepard pueda utilizarse de nuevo.
Hasta entonces, los planes de Bezos de conquistar el cosmos están, como su sede de Arlington, en suspenso. Una casa frente al mar en Miami ofrece un lugar más soleado para esperar, pero puede que no pase mucho tiempo antes de que el valor de esa propiedad, también, parezca hundirse.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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