Lo que pasa donde hay confianza, y la tecla que vuelve a pulsar Netflix
Vodafone tratará mejor a Zegona que a su filial hasta ahora
Cuando una casa cambia de manos, el nuevo propietario suele poner en cuestión costumbres o tradiciones que se daban por inevitables. El acuerdo de Zegona con Vodafone para seguir usando varios de sus servicios, como el roaming o el internet de las cosas, en la nueva etapa de la exfilial española es mucho más barato que el propio convenio que mantenía esta hasta ahora: de 400 millones de euros anuales se pasa a 110 millones. Es, lógicamente, una de las exigencias del comprador para quedarse con la compañía, pero también hace plantearse hasta qué punto el precio que pagaba hasta ahora Vodafone España se ajustaba a precios de mercado, o simplemente era un dividendo encubierto. Este tipo de transacciones intragrupo son una práctica habitual entre las multinacionales, en muchas ocasiones por motivos fiscales.
La novedad ayudará al nuevo propietario a mejorar la rentabilidad de la apurada teleco, aunque no bastará por sí sola: el problema que le suponía a Vodafone su filial no se circunscribía a esos 300 millones al año, mero artefacto contable, que reflejaba lo que pasa a veces donde hay confianza.
La IA puede ser el remedio para la enfermedad creada por ella misma
Es difícil recordar una tecnología (¿quizá la bomba nuclear?) que, ya desde sus albores, provocara tanto temor en la sociedad, o al menos tanta atención entre sus dirigentes, que incluso han convocado una reunión mundial para abordar el tema, a la que no han faltado los ejecutivos de las grandes firmas del sector. La IA es capaz de hacer cosas realmente inquietantes, como imitar la voz de las personas con una enorme precisión; pero el problema de fondo seguirá siendo su uso por parte de los humanos, capaces también de diseñar herramientas de IA que detectan si una imagen o un texto es obra, a su vez, de un ingenio automático.
Netflix sigue dando con la tecla del mando a distancia de sus espectadores
A Netflix le sale todo bien. Se ha introducido en la televisión con publicidad (aunque también de pago) en un mal momento económico para las empresas, y está encareciendo sus servicios, con una gran competencia de otros servicios de streaming, pero sigue aumentando sus ingresos y sus suscriptores. Ahora, además, permitirá que los clientes del servicio básico con publicidad puedan descargarse programas y películas, para verlos sin conexión.
Mientras rivales como Disney buscan la forma de alcanzar la rentabilidad, la compañía fundada por Reed Hastings puede permitirse financiar grandes producciones de cine, como la última película de J. A. Bayona, mientras amplía un fondo de armario de calidad más limitada, pero efectiva.
La frase del día
“Las negociaciones para un acuerdo comercial UE-Mercosur están concluidas, a falta de varias cuestiones técnicas. Si no sale ahora, no sé cuándo habrá otra oportunidad. Es muy bueno para todos”
Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno
La kombucha aspira a volverse tan ‘mainstream’ como los zumos
A la hora de pedirse una bebida en un bar, es difícil encontrar una alternativa a las bebidas azucaradas, con burbujas o no, y las alcohólicas. No hay muchas opciones: la cerveza sin alcohol –que hace tiempo dejó de ser una rareza–, la tónica, o una infusión, aunque esta última, a ciertas horas, es ir bastante a contracorriente, como el vaquero que se pide un vaso de leche en la cantina.
A ese nicho de población va dirigida la kombucha, hecha a partir de té fermentado que ha vuelto a ponerse de moda estos últimos años. Ahora la gran empresa murciana AMC, que hace zumos y otras bebidas de marca blanca para cadenas de supermercados europeas, se ha asociado con la granadina Víver Kombucha para producir a gran escala.
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