La salida que busca Vodafone, y para qué sirve tener invitados en casa
La filial española de la teleco se hace querer
Para Vodafone, su filial española lleva tiempo siendo un problema. La fusión anunciada entre MásMóvil y Orange España dejó fuera de juego a la multinacional británica, atrapada también bajo el fuego de la teleco rumana de bajo coste Digi. Así que está abierta a una operación corporativa, al menos parcial, y ya tiene varios pretendientes; el último, un consorcio dirigido por el fondo asiático RRJ Capital, que explora la adquisición, quizá por 5.500 millones de euros. La fórmula de introducir un socio financiero en el accionariado para captar capital sin perder el control se está extendiendo en el sector en Europa, a medida que los inversores toman posiciones de cara a la ansiada concentración, que requerirá la flexibilidad de los órganos de competencia de Bruselas.
Vodafone lleva años de gran inestabilidad, pues no encuentra la manera de poner orden y recuperar valor en una cartera de activos muy dispersa por todo el mundo, mientras la entrada de accionistas presiona a la cúpula para tomar decisiones drásticas.
Tener invitados en casa ayuda a ponerse las pilas con el orden
Dicen que donde hay confianza, da asco. Y, a veces, cuando pasa tiempo sin que vengan invitados a casa, cunde el desorden y la desidia. Sin tener que llegar a eso, en las empresas familiares es fácil que, con el paso del tiempo, se pierda el entusiasmo o surja la diversidad de pareceres entre los herederos. Así lo cree Marc Puig, presidente de la empresa de cosméticos y moda que lleva su apellido, que está abierto a alguna operación que de entrada a un inversor invitado, sea para una visita corta o como huésped duradero. Él prefiere plantearlo con tiempo, para poder elegir mejor quién viene a cenar esa noche.
El descenso de la población tiene su lado positivo: hay menos paro
El envejecimiento y la consecuente reducción de la población tiene unos cuantos aspectos preocupantes, pero un lado positivo: al haber menos mano de obra disponible, la que hay tiene más opciones para encontrar empleo. Eso no termina de agradar a los empresarios, que preferirían tener donde elegir. De ahí que los de sectores que no requieren empleados cualificados reclamen más inmigración.
La entrada de extranjeros es el comodín al que se suele recurrir también para equilibrar la insostenibilidad de las pensiones. Sin perjuicio de que sean los propios inmigrantes los más beneficiados de esta política, no deja de ser una solución más propia de un esquema Ponzi. Por ahora, sirve para ir tirando.
La frase del día
El liderazgo de EE UU es lo que mantiene unido al mundo. Nuestras alianzas son lo que nos mantiene a salvo a nosotros, América. Hamás y Putin representan amenazas diferentes, pero tienen en común que quieren aniquilar una democracia vecina
Joe Biden, presidente de EE UU
Las grandes ciudades siguen siendo invivibles, pero insustituibles
Una ciudad invivible, pero insustituible. Lo decía el ubetense Joaquín Sabina de Madrid, pero podría aplicarse a muchas ciudades del mundo, cuyos habitantes se quejan constantemente de los precios de las cosas, y de la vivienda en particular, pero siguen enganchados a ellas (aunque algunos sí escapan a las afueras, al campo). Mientras, sigue viniendo gente a vivir en ellas, impulsando al alza el coste de la vida. Eso tan imprescindible de tener trabajo e ingresos (y la vida cultural) explica que la gente soporte un aire más insaluble, el ruido y el agobio de las multitudes.
Ahora, además, habrá que observar el efecto de las nuevas restricciones al tráfico en la oferta y la demanda de vivienda en los centros urbanos.
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