La sostenibilidad de las materias primas
Escasean los productos de inversión explícitamente orientados a la ESG en esta clase de activos
Las materias primas son cada vez más determinantes en la transición hacia la sostenibilidad. La madera o el aceite de palma ya son en insumos clave de la economía mundial, pero su producción lleva riesgos sociales y ambientales asociados. Su extracción se vincula con demasiada frecuencia con la destrucción de estructuras ecológicas y sociales. Esto puede ocurrir a través de proyectos mineros a gran escala, la tala de tierras de cultivo y pastos, y la precariedad de las condiciones laborales en los países en desarrollo y emergentes.
Al mismo tiempo, las materias primas suponen la base del cambio hacia la sostenibilidad, imposible sin el suministro de las importantes, un abastecimiento energético fiable o la seguridad alimentaria.
Existen normas para adquirir y utilizar materias primas de forma responsable. Por ejemplo, abastecerse de alimentos locales y de temporada, extraer metales de materiales reciclados o generar energía de fuentes renovables. Sin embargo, los mercados de capitales solo ofrecen productos estandarizados para las inversiones financieras en materias primas. La normalización de los ratings ESG y de los análisis de sostenibilidad generales está aún en fase de desarrollo.
Los inversores centrados en la sostenibilidad no han tenido la oportunidad de incorporar las materias primas como clase de activos a sus carteras por la falta de productos de inversión explícitamente orientados a la ESG. Sin embargo, es necesario que los inversores cumplan sus objetivos de sostenibilidad. Los enfoques de exclusión o de engagement se utilizan cada vez más en las carteras de las empresas.
Las estrategias de exclusión consisten en eliminar determinadas materias primas de sus carteras si los valores del inversor no están alineados, mientras que las estrategias de engagement pueden influir en la producción de materias primas para intentar lograr un cambio. Ambos son enfoques comunes para cumplir los objetivos ESG de los inversores y suelen utilizarse conjuntamente.
Sin embargo, no existe una norma común de mercado o una metodología ESG que pueda aplicarse a nivel de producto y cuya evaluación sea coherente para todos los sectores y la clase de activos de materias primas.
En el caso de las materias primas, es más difícil aplicar un enfoque específico ESG. Para la inversión directa en materias primas, es posible dedicar estrategias de sobreponderación o infraponderación basadas en criterios ESG. La creciente demanda del mercado de especificaciones de contratos ecológicos/sociales debería conducir a un mayor desarrollo de las materias primas ESG en los próximos años.
Las transiciones sostenibles durante la producción pueden suponer el aumento de las tasas de reciclaje o la mejora de las condiciones de empleo. En la fase de utilización, implican que los metales se aprovechan en el sector de las energías renovables, o que el petróleo crudo se convierte en la base de los plásticos de alto rendimiento.
Por lo tanto, es importante que la sostenibilidad de las materias primas se evalúe de forma holística, examinando su aspecto social y ecológico.
Nina Petrini es responsable de ETF y fondos índice para Iberia y Latam en UBS AM
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