El intenso flujo de sanitarios, la muerte de la globalización y las IA que lo saben todo
España exporta profesionales de la salud... y los importa, para sostener otro sector tensionado
Abundan las críticas al mercado laboral sanitario español, puesto que muchos médicos y enfermeros formados aquí acaban emigrando a otros países donde tienen mejores sueldos y condiciones (ma non troppo, porque también en lugares como Reino Unido ha habido huelgas en el sector). Se considera un derroche de gasto público educativo que no redunda en la propia sociedad. Algo así pensarán en los lugares de origen de los cada vez más trabajadores extranjeros que vienen a España en busca, irónicamente, de mejores contratos. Este incremento del flujo ha venido forzado por la necesidad de personal, y permitido por una regulación más fpero comoexible y tramitada con urgencia.
Pero al igual que ocurre en otras industrias, como la construcción, hay problemas para cubrir ciertas especialidades, en particular la generalista, y nichos geográficos, léase los pueblos y la costa. La causa de fondo es el envejecimiento de la población, que dispara la demanda de cuidados, mientras el gasto sanitario también se multiplica en el apartado de los fármacos y las máquinas.
Los hoteleros respiran con los viajes del Imserso, aunque no demasiado
Los hoteleros respiran. El rechazo de los tribunales a los recursos contra la adjudicación de los tres planes del Imserso a la misma empresa, Ávoris, permite que empiecen ya a venderse los viajes; en caso contrario, podrían haberse retrasado hasta tres meses.
La licitación, de todas maneras, resultó frustrante para el sector, que avisa de que muchos establecimientos no participarán en el programa para personas mayores, porque las tarifas planteadas no les salen a cuenta. A no ser que a última hora surja un mecenas, como el año pasado la Generalitat valenciana, puede ser un otoño complicado.
¿Ha muerto la globalización? Quizá solo una forma de organizarla
En un mundo tan interconectado, es casi imposible crear compartimentos estancos de lo que se considera peligroso o desaconsejable política, económica o militarmente. Es el caso de Europa con el petróleo ruso, por ejemplo, el cual sigue comprando, ya refinado, a través de terceros como India; o con el gas, para el que ha sustituido a Rusia por el no democrático Qatar, por ejemplo. Del mismo modo, el bloqueo de Occidente a la tecnología china de telecomunicaciones, en concreto a empresas como Huawei, muestra grietas: STC, la operadora saudí que se ha convertido en primera accionista de Telefónica, tiene un acuerdo estrecho de colaboración con ella. La globalización está de capa caída, en apariencia, pero quizá lo que viene ahora solo es una forma distinta de organizarla.
La frase del día
Si gano las elecciones legislativas, quiero revisar el acuerdo del Brexit y, entre otras cosas, simplificar los controles veterinarios en los intercambios con la UE y un reconocimiento mutuo de las cualificaciones profesionales
Keir Starmer, líder del Partido Laborista británico
Las IA pronto sabrán más cosas de nosotros que nosotros mismos
Si sabe de una cosas que ni una sabe que sabía, decía la protagonista de una canción de Joaquín Sabina sobre los libros de Antonio Gala. Con las inteligencias artificiales vinculadas a nuestros documentos privados puede empezar a pasar lo mismo. Alphabet ha integrado Bard, su IA, con el resto de sus servicios, como Gmail, de modo que se le podrá pedir, verbigracia que organice un viaje grupal basándose en la información contenida en los emails del usuario. Dado que ya compartimos gran parte de nuestra información privada con los gigantes de Silicon Valley, este nuevo avance no debería sorprendernos ni preocuparnos especialmente. Aunque quizá la espectacularidad de la herramienta nos haga ser más conscientes del mundo en que vivimos.
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