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Editorial
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Márgenes empresariales y dominio de mercado

Calcular su peso en la inflación reciente es todo un reto para los economistas

CINCO DÍAS
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.RAQUEL MANZANARES (EFE)

Aumentan los informes y opiniones ilustres que ponen el foco en los márgenes empresariales para explicar la mayor parte del descontrol de la inflación en los últimos tiempos. Incluso hay análisis que aportan una radiografía completa del sector empresarial para identificar el foco del problema por tipología de compañías. Según el Observatorio de Márgenes Empresariales que tutelan los ministerios de Economía y Hacienda y el Banco de España, fueron las firmas con una mayor cifra de negocio las que más incrementaron esos márgenes hasta junio de 2023, la mayor cifra desde 2015. De hecho, se amplía notablemente la brecha con respecto a las sociedades de menos ingresos.

Para empezar, es importante subrayar que la rentabilidad de las empresas es clave para promover la inversión y, en suma, para que generen riqueza y empleo. El incremento de márgenes y de beneficios puede en los mejores casos explicarse por la vía de la eficiencia y la optimización de los recursos. En otros casos, existen elementos exógenos que justifican por sí mismo una evolución de esa índole, como puede ser el incremento de los tipos de interés y su repercusión en los balances de la banca. Si las subidas de los precios no responden a estos criterios y sí a una traslación a los bienes y servicios del incremento de costes, cabe esperar que se trate de procesos de fijación del precio ajustados y que, desde luego, reflejen la misma elasticidad a la baja cuando se revierta la coyuntura que los provocó. El aumento del precio de la energía y otras materias primas es el mejor ejemplo.

El temor que anida en instituciones como el BCE y en otros organismos supervisores españoles es que el incremento de márgenes en el sector empresarial entronque con situaciones de poder o dominio de mercado y falta de liberalización de sectores. Al final, las empresas solo pueden subir precios –y márgenes– si hay una demanda que responde, o no tiene más remedio que hacerlo. Y eso supone poner el foco en actividades concretas. La CNMC, por ejemplo, daba la voz de alarma al asegurar que no dispone de herramientas para determinar si los mismos bancos que han disparado sus márgenes por los tipos operan desde una concertación tácita para no remunerar el pasivo. No ha dudado en aludir a prácticas oligopolistícas.

El temor histórico respecto a la inflación ha sido que su indexación en la economía llevara a una espiral precios-salarios que convirtiera un problema puntual en un quebradero de cabeza estructural. Los márgenes empresariales han entrado ahora en esa ecuación. Como mínimo, todo un reto para el trabajo teórico de los economistas.

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