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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

EE UU cambia el martillo por el bisturí con China

Su propuesta para examinar las inversiones de fondos en el extranjero es mucho menos onerosa de lo que se esperaba

U.S. President Joe Biden
Joe Biden, presidente de EE UU.ELIZABETH FRANTZ (REUTERS)

El martillo comercial de Washington empieza a parecer un bisturí. La Casa Blanca presentó el miércoles su propuesta para examinar las inversiones de fondos de EE UU en el extranjero. Las normas sugeridas coinciden con la descripción que hizo en julio la secretaria del Tesoro, Janet Yellen: “muy específicas” y centradas en “unos pocos sectores”. Exigirían notificar al Tesoro las transacciones en los sectores chinos de chips y tecnología cuántica, así como en ciertas áreas de IA. Si los receptores tienen estrechos vínculos con las capacidades militares o de inteligencia, el Gobierno podría bloquear la transacción.

Es mucho menos oneroso de lo que se esperaba. Según Rhodium Group, de acuerdo con una propuesta aprobada por la Cámara de Representantes en 2022, más del 40% de las inversiones de EE UU en China en 2000-19 podrían haber sido prohibidas, incluidas operaciones en automoción, medicina y química. Por su parte, un decreto firmado por Biden en septiembre identificaba la biotecnología y la energía limpia como “críticas para la seguridad nacional”.

Los reguladores no se centran estrictamente en el dinero invertido. Las normas se fijan en el private equity, el capital riesgo y las inversiones de nueva creación, sobre todo por sus ventajas intangibles, como un mayor prestigio y el acceso a expertos. El Tesoro ya estudia excepciones para las acciones chinas, los fondos mutualistas y las inversiones hechas por socios Limitados, debido a su naturaleza más pasiva. Como Dice un alto funcionario: “China no necesita nuestro dinero… lo que no tiene es el know-how”.

Las firmas que ya han invertido en sectores chinos sensibles pueden relajarse un poco, ya que el programa no tendría carácter retroactivo. Incluso quienes estén meditando una operación pueden tener tiempo, ya que es improbable que la norma se ultime hasta 2024.

Un portavoz de la embajada china en Washington ya ha declarado que las nuevas restricciones perjudicarían a las firmas de ambos países. Las medidas de EE UU ya en vigor, como los controles a la exportación, los aranceles y las listas negras de inversión, han aumentado la tensión. Pero el reducido alcance de este plan ofrece una mejor oportunidad para la diplomacia que las amplias normas propuestas por el Congreso. Y la mayoría de los inversores pueden respirar aliviados.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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