Las vacaciones de los inversores y el equilibrio de los cruceros
El mercado prevé un verano tranquilo, pese a las elecciones
La pertenencia a la UE deja poco margen de movimiento a los Gobiernos nacionales, y si no, ya están los mercados para mandar a parar. En Reino Unido, que ahora va por libre, pudo comprobarlo Liz Truss con sus alegres y efímeros Presupuestos. Así que la posibilidad de una coalición PP-Vox tras el 23J no asusta a los inversores, como tampoco lo han hecho estos tres años y medio de PSOE-Unidas Podemos (partido que se ha adaptado bastante bien a la casta, como ellos la llamaban). El euroescepticismo brilla por su ausencia en el panorama político español, y si acaso de un nuevo Gobierno con Feijóo al frente se esperan medidas proempresa: en la ley de vivienda, o en impuestos como el de patrimonio o el de la banca y las energéticas.
El apoyo a las renovables, que sí sufrió un volantazo con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, no parece esta vez en riesgo, toda vez que es política clave de Bruselas y que la transición verde no deja muchas alternativas. Así que los inversores se podrán ir tranquilamente de vacaciones, a no ser que les toque mesa electoral (o quieran votar en persona).
En busca de los beneficiarios indirectos de la fiebre de la IA
Si en el bum de las puntocom hace dos décadas lo más interesante habría sido invertir en empresas de paquetería, en el actual auge de la inteligencia artificial hay que buscar las empresas que pueden sacarle el partido sin ser las directamente implicadas, y por tanto más obvias. Nvidia es la que pone el pico y la pala de la fiebre del oro, y ya se han fijado muchos en ella, quizá demasiados.
Otra opción es rastrear empresas que vayan a ahorrar costes, sin perder negocio, gracias a esta tecnología. Empresas que hagan trabajos complejos, especializados, que no pueda hacer el común de los mortales ni con ayuda de la IA.
Las ciudades mediterráneas buscan el equilibrio en los cruceros
El turismo tiene la característica de ser muy deseado cuando no se tiene, y de resultar incómodo cuando se recupera. La pandemia ya dejó claro lo fundamental que es la llegada de visitantes, aunque la vuelta a la normalidad ha devuelto el debate sobre cuántos turistas son demasiados. Barcelona y Palma, que van sobradas, tienen acuerdos con el puerto y los cruceristas, respectivamente, para limitar el flujo de barcos que atracan en sus costas. Málaga, que quiere convertirse en un nodo turístico y congresual de primer orden, pone en cambio todas las facilidades. Con suerte, por la ley de los vasos comunicantes, el nivel de ocupación de las ciudades mediterráneas se irá equilibrando hasta que todas queden más o menos contentas.
La frase del día
“La comunidad internacional se está quedando sin armas suficientes para exportarlas a Ucrania. Los aliados se han visto forzados a comprar más armas para Kiev porque no cuentan con armamento suficiente almacenado”
Ben Wallace, ministro de Defensa británico
La economía desaprovecha lo que pueden aportar los jóvenes
Es verdad que los jóvenes tienen un catálogo de opciones de gasto mucho más variado que las generaciones anteriores, y que las tentaciones son muchas; pero también, que los salarios que ganan son cada vez más exiguos. El reparto de la riqueza se ha ido desequilibrando hacia las cohortes más veteranas, que también son más en número y tienen más peso sobre los legisladores, que son los que a la postre reparten las cartas. Aunque precisamente por eso, y aunque el paro juvenil es alto, muchos de ellos disponen del colchón de sus mayores, por lo que se pueden permitir renunciar a ciertos empleos. Pero las consecuencias son malas tanto para su espíritu como para el tejido económico del país, que desaprovecha lo que tienen por aportar los activos por antonomasia.
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