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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El drama de la compensación entre UE y Reino Unido se dirige a un prosaico final

Tanto Bruselas como Londres pueden evitar futuras perturbaciones en el mercado de derivados

Rishi Sunak, primer ministro británico, y Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en febrero pasado en Windsor (Inglaterra).
Rishi Sunak, primer ministro británico, y Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en febrero pasado en Windsor (Inglaterra).CHRIS J. RATCLIFFE / POOL (EFE)

Mairead McGuinness, responsable de servicios financieros de la Comisión Europea, se mantiene firme frente a la presión del sector para garantizar que las empresas británicas de compensación de derivados mantengan su acceso a los mercados continentales después de junio de 2025. Al presionar ahora para que haya certidumbre, las grandes financieras refuerzan su posición política. En realidad, tanto Bruselas como Londres pueden tomar medidas para evitar futuras perturbaciones.

Como parte de las consecuencias del Brexit, las empresas de compensación del Reino Unido (LCH e ICE Clear Europe son las dos de importancia sistémica) perderán la equivalencia, una designación regulatoria que permite unos servicios financieros transfronterizos más fluidos, cuando expire la prórroga actual dentro de dos años.

La revisión de esta decisión corresponderá a la próxima legislatura de la Comisión Europea, que tomará posesión tras las elecciones de mediados de 2024. El 18 de mayo pasado, Bruselas dio luz verde a un memorándum de acuerdo sobre servicios financieros, que ahora debe ser aprobado por los Estados miembros.

A primera vista, el final de la equivalencia podría tratarse de un gran problema. Los swaps de tipos de interés denominados en euros se liquidan principalmente fuera de la UE: la londinense LCH, que compensa casi todos los swaps en euros, tenía 136,5 billones de euros en operaciones de derivados pendientes a 1 de junio.

Cualquier cambio sustancial hacia una cámara de contrapartida central (CCP) de la zona euro dividiría el vasto fondo de liquidez de LCH. Gestores de activos, operadores de derivados y Bolsas de futuros afirman que una mayor fragmentación del mercado de compensación, por divisas o zonas geográficas, supondría un riesgo mayor para la estabilidad financiera que la exposición transfronteriza que la UE quiere limitar. Advierten de que una menor posibilidad de compensación y una mayor complejidad aumentarían los riesgos de trading. La gestión de múltiples cuentas también podría aumentar los costes para los fabricantes de aeronaves y otras empresas que necesitan cubrir su exposición a las divisas.

Pero si las amenazas a la estabilidad financiera fueran inminentes, el Reino Unido podría prometer mantener sus normas alineadas con las de la UE de forma indefinida. En lugar de ello, Londres ha tratado de preservar su capacidad de divergencia de las normas. Mientras, retrasar una decisión da a Bruselas más influencia política y el lujo de ver cómo se adapta el sector.

La palabra de moda en Bruselas no es equivalencia, que todo el mundo espera que se amplíe si las cosas llegan a un punto crítico en 2025. En su lugar, el debate se centra en las cuentas activas, es decir, las cuentas en las casas de compensación de la zona euro que cualquiera que desee compensar swaps denominados en euros tendría que abrir, aunque siga utilizando casas fuera del bloque.

Los grupos de presión y los legisladores han pasado horas regateando sobre quién debe estar obligado a abrir una cuenta activa –muy probablemente en el centro de compensación Eurex de Deutsche Boerse, que espera hacerse con una mayor cuota del negocio de compensación de swaps– y cuánto exigirá la Autoridad Europea de Valores y Mercados, ESMA, que se utilice esa cuenta.

Para el usuario final, esto sería peor que el statu quo, pero soportable. No está claro qué parte de la compensación de swaps denominados en euros tendrá que hacerse a través de cuentas activas, pero la UE promete que los requisitos de negociación y el aumento de costes serán “proporcionados”. Están en juego los precios y la política, no una nueva crisis.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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