La UE retrocede un poco en su cruzada sobre la compensación de derivados
No pondrá fin a la equivalencia con Reino Unido, pero exigirá a los 'traders' presencia en cámaras del continente
Bruselas amenazó en febrero con impedir que los bancos europeos usen las cámaras de compensación con sede en Reino Unido a partir de 2025. Puede que ahora adopte un enfoque más suave en su intento de captar mercado.
Las preocupaciones se han centrado en la compensación de los swaps de tipos de interés en euros, el grueso de las transacciones compensadas por LCH.Clearnet, con sede en Londres, una contraparte central (CPC) entre los traders que los suple si alguno falla. LCH gestionó más del 96% de los 34 billones de estos swaps en el tercer trimestre. A la UE le preocupa no poder evitar una pérdida catastrófica en la cámara londinense usada por los bancos europeos, poniendo en riesgo el dinero de los contribuyentes. Sus bancos siguieron usando LCH tras el Brexit, gracias a un marco de equivalencia que permite a los reguladores validar los regímenes de los demás, pero que en este caso expira en 2025. Parece un temor exagerado. Una estrecha cooperación entre reguladores podría afrontar la mayoría de riesgos. La ESMA dijo en julio que sus test de estrés habían demostrado una “capacidad de recuperación general” de las 15 mayores CPC de Europa, incluida LCH.
Además, BNP o Deutsche Bank tienen poco interés en trasladar sus operaciones al continente, donde el único actor importante, Eurex, de Deutsche Boerse, supone menos del 4% del volumen de estos swaps. Tendrían que depositar más garantías, ya que dispondrían de menos margen para compensar exposiciones similares.
Parece que la propuesta de la UE, que se detallará la semana que viene, no pondrá fin a la equivalencia. Solo exigirá a los traders que mantengan “cuentas activas” con “un nivel mínimo de actividad” en una CPC con sede en Europa. Más del 60% de los inversores de estos swaps ya lo hacen.
Aun así, podría dividir el mercado y elevar los costes. Y la ESMA podrían tener mucha discreción a la hora de fijar el mínimo. Pero el órgano ha sido flexible al ampliar la equivalencia hasta 2025. Y alejar el asunto de los políticos debería elevar las opciones de una cooperación más estrecha y limitar el riesgo de medidas caras.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías