La fiesta del plástico, amenazada
Un impuesto mundial reduciría el negocio de las grandes petroleras
Los días de uso despreocupado del plástico pueden acabar pronto. Se prevé que las ventas de polímeros frescos suban un 40% de aquí a 2031, hasta los 529.000 millones de dólares. Eso puede cambiar tras el debate en curso para un tratado mundial de cara a 2040.
Derivado de los combustibles fósiles, es una atractiva línea de negocio para las grandes energéticas, ya que la transición verde reduce la necesidad de quemar petróleo. Se prevé que el aumento de la demanda de crudo se estabilice en un mero 0,5% anual, pero que el usado para el plástico crezca un 3,5%. En 2050, el 20% del petróleo podría dedicarse al plástico. Así que las petroquímicas apuestan por el reciclaje como solución a los residuos, en vez de impuestos o prohibiciones. Los principales productores de polímeros vírgenes, Exxon, Dow, Sinopec, Indorama Ventures y Aramco, contribuyeron juntos a un quinto de los residuos de plástico de un solo uso en 2021, según la Minderoo Foundation.
Pero transformar el plástico es complejo y caro. Y no hay infraestructuras suficientes para clasificar las resinas desechadas: según la OCDE, solo se recicla el 9%. Intentar aumentar la gestión de residuos sería caro y llegaría demasiado tarde para evitar un desastre ambiental. Y aunque se dispusiera de la infraestructura, el plástico se debilita en el reciclado.
Los impuestos y otros gravámenes son el medio más rápido y eficaz de reducir el atractivo de los polímeros vírgenes. El plástico fresco suele ser un 30% más barato que el reciclado. Hasta que se cierre esa brecha, las envasadoras tendrán un incentivo para producir botellas y envases alimentarios a partir de polímeros nuevos.
Hay muchas esperanzas puestas en un tratado mundial para 2024. El 90% de la población apoya medidas para combatir la contaminación por plásticos, según una encuesta de Ipsos de 2021. Países como Gran Bretaña ya han empezado a aplicar gravámenes a los envases de plástico virgen. Una simulación de Barclays sugiere que esta tasa podría reducir los márgenes brutos en un 5% en empresas de refrescos como Britvic y A G Barr. Pero los actores financieros ignoran los riesgos y compran empresas de envasado, según datos recientes de fusiones.
Con el plástico cada vez más en el punto de mira, los inversores deberían tomar nota.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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