Las mineras extranjeras se ponen en alerta en Chile
El anuncio de Boric de que las empresas de litio deberán tener participación estatal podría extenderse al cobre
Chile se ha lanzado a la conquista de un metal clave para la transición ecológica. El jueves, el presidente, Gabriel Boric, que llevaba tiempo barajando la idea de aumentar los impuestos a la minería, declaró que las mineras privadas que quieran asegurarse futuros contratos de extracción nacional de litio tendrán que asociarse con el Estado, a través del gigante estatal del cobre Codelco. La cuestión es si Chile lo utilizará como modelo para hacerse también con un mayor control sobre minerales de oferta más restringida, como el cobre, y si eso ahuyentará a los inversores extranjeros.
La decisión de Boric de nacionalizar el metal no influyó demasiado en el precio del litio. En parte porque llevará tiempo negaciarlo (Boric buscará la aprobación del Congreso para el plan en la segunda mitad del año), y en parte por la naturaleza de su oferta. Aunque alrededor del 25% de la producción mundial procede de Chile, los analistas de JP Morgan calculan que esa proporción se reducirá al 10% en 2030, porque otros países como Argentina y Bolivia están extrayendo más cantidad del metal.
La demanda de litio debería de aumentar, ya que es un componente clave de las baterías de los automóviles, pero se pueden utilizar otros metales. Y la ralentización este año de la demanda de vehículos eléctricos en mercados como el chino hace que los precios del metal hayan bajado más de un 40% este año, poniendo fin a la racha de dos años que hizo subir su valor, según Benchmark Mineral Intelligence.
Aun así, el gambito de Boric está teniendo un impacto en SQM (Sociedad Química y Minera), de 21.000 millones de dólares, y Albemarle, de 23.000 millones, los dos principales productores de litio de Chile. Los detalles del plan de Boric aún no se han concretado y ambos tienen contratos a largo plazo, que expiran en 2030 y 2043, y que pueden renovarse. Pero, según los nuevos planes, el Estado podrá tener una participación mayoritaria en los contratos de extracción de litio, lo que limitará en la práctica los beneficios de sus proyectos. De ahí la caída el viernes del 11% y el 7%, respectivamente, de ambas empresas cotizadas en Nueva York.
Hasta cierto punto, Boric no hace más que seguir una tendencia. México nacionalizó su propio sector del litio el año pasado. Zimbabue prohibió las exportaciones de litio sin procesar, e Indonesia también está frenando las exportaciones de materias primas como el mineral de níquel, que se utiliza en las baterías. Y todos los países están desarrollando frenéticamente estrategias para asegurarse las materias primas minerales críticas.
Sin embargo, la minería también aporta el 50% de las exportaciones chilenas y más del 10% de su PIB. Y gigantes de la minería como BHP, de 154.000 millones de dólares, y Río Tinto, de 114.000 millones, son actores significativos en el país a través de proyectos como la empresa de extracción de cobre Escondida. Su temor puede ser que Boric les convierta a su vez en socios minoritarios en futuras empresas conjuntas de cobre (Rio y Anglo American también cayeron más de un 5% el viernes). Ello podría llevarlos a buscar países que sean más complacientes.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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