Sergio Ermotti, un veterano suizo para hacer magia con la crisis bancaria

Regresa a UBS, que dirigió durante 10 años, para pilotar la absorción de Credit Suisse y ayudar a aplacar el rechazo social

Sergio Ermotti, nuevo CEO de UBS.José Manuel Esteban

Vuelve a casa para pilotar el gran reto de UBS. Sergio Pietro Ermotti (1960, Lugano, Suiza) dejará la presidencia de la aseguradora Swiss Re, que ocupaba desde hace dos años, para dirigir la absorción de Credit Suisse. Ya fue CEO de UBS entre 2011 y 2020: sustituirá al relativamente inexperto Ralph Hamers, que lo sucedió a él.

Ermotti nació en Lugano, ciudad de habla italiana. Está casado y tiene dos hijos. Le encanta esquiar, y corre para mantenerse en forma, aunque no lo disfruta particularmente. Prefiere el deporte a leer, aunque reconoce que le gustaría haber dedicado más tiempo a esto último. Sus películas favoritas son El golpe y Alguien voló sobre el nido del cuco. Suele expresar opiniones contundentes: en 2017 dijo que las críticas de los reguladores a los bonus de los banqueros “las hacen personas que quizá se sienten frustradas por no ganar tanto dinero”. También se le criticó por recortar el sueldo de las mujeres de baja por maternidad.

En fútbol, sigue al Lugano y al Milan: de adolescente quería ser jugador profesional, y luego profesor de gimnasia, pero antes de la universidad trabajó de aprendiz en el Banco Cornèr para ponerse al día en contabilidad y finanzas. Descubrió que la Bolsa no era tan aburrida como pensaba, y le fascinó la “magia del negocio”, y cómo todo lo que pasaba en el mundo influía en él, explicaba al FT. Hizo un programa de formación en el departamento de valores de la entidad, obtuvo un diploma de experto en banca federal suiza y, más adelante, se graduó en el Programa Avanzado de Gestión de la Universidad de Oxford.

A partir de ahí desarrolló su carrera sobre todo en trading de derivados y renta variable. Pronto se trasladó a Zúrich, primero para trabajar en Citibank, y luego en Merrill Lynch, donde permaneció 16 años. En 1993, marchó a Londres, donde se hizo cargo de la unidad de derivados de renta variable europea. Después sería nombrado responsable global, ya desde Nueva York.

Volvió a Europa en 2005, para dirigir mercados y banca de inversión de UniCredit, en Milán, tras la compra por parte de este del alemán HypoVereinsbank. A los dos años fue elegido CEO adjunto. Como no se le ofreció el puesto más alto tras la dimisión de Alessandro Profumo, abandonó la entidad en 2011.

Enseguida recibió una llamada de UBS, para dirigir su división EMEA. No era un momento fácil para trabajar allí, tras un escándalo de trading no autorizado, que provocó un agujero de 1.500 millones de euros. Los acontecimientos se precipitaron, y a los cinco meses lo nombraron CEO. Él recuerda que había un elemento de orgullo en volver a sus raíces, y además en el banco más grande de su país.

Inició una importante reestructuración, apostando por la gestión de patrimonios, y recortando en banca de inversión. Para dirigir esta rama contrató a un excolega de Merrill Lynch, Andrea Orcel. Juntos redujeron los activos ponderados por riesgo más rápido de lo esperado, y en 2013 el banco había recuperado una cotización que superaba su valor contable tangible.

También sorteó el escándalo de la manipulación del líbor, y dirigió una gran expansión en fusiones. Cuando UBS se convirtió en un holding en 2014, Ermotti fue elegido CEO del grupo. Se especuló con la posibilidad de que se dedicara a la política, pero él la descartó de plano. Al poco tiempo de su salida de UBS, Swiss Re lo eligió presidente.

Ermotti abogaba desde hace tiempo por la concentración bancaria: durante su anterior mandato, UBS mantuvo conversaciones con Deutsche Bank y con el propio Credit Suisse. En la adquirida Credit Suisse deberá repetir la jugada de su primera etapa de UBS, recortando en su poco rentable división de trading.

El nombramiento de un suizo, en lugar de un holandés, podría ayudar a calmar la ira social por el rescate, en el que el Gobierno helvético ha renunciado a las normas de competencia y a los derechos de los bonistas, y que probablemente provocará la pérdida de miles de empleos en el país. Ermotti tendrá que esforzarse por recuperar la magia.

Talento

El retorno de Ermotti pone de relieve la escasez de talento testado en la banca europea, señala Liam Proud, analista de Reuters. El propio directivo no apoyó el crecimiento de sucesores internos durante su mandato, por lo que UBS optó por fichar a Hamers, que venía de ING.

La posición de Hamers ya era frágil antes de la compra de Credit Suisse. En el mercado no gustaba demasiado su afición por las palabras de moda: véase el eslogan corporativo reimaginar el poder de la inversión.

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