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El Foco
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Cómo influye la inflación estadounidense en el comercio mundial

Aunque se suele pensar que un dólar fuerte beneficia a las empresas que exportan a EE UU, muchas sufren desaceleración por los costes financieros

Jerome Powell
Jerome Powell, presidente de la Fed.LEAH MILLIS (REUTERS)

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), ha dejado claro que las subidas de tipos de interés continuarán por más tiempo de lo previsto. El objetivo de Powell es combatir la inflación en su país, pero sus decisiones afectarán a la actividad económica mundial. El impacto global de las medidas de la Fed se debe al hecho de que el dólar es la moneda predominante en el comercio y las finanzas internacionales, lo que incluye operaciones entre países distintos de EE UU. Debido a esta razón, las decisiones adoptadas por Powell repercuten en todo el mundo, otorgando a Washington un poder financiero y monetario superior al del resto de países.

Esto tiene un efecto directo en las cadenas globales de valor. A través de ellas, empresas de distintos países se coordinan para la producción y distribución de bienes en todo el mundo. Las cadenas de producción suelen ser largas, lo que prolonga el tiempo entre el pago de insumos para la producción y la recepción del cobro por las ventas. En este sentido, el crédito juega un papel crucial, ya que es el aceite que engrasa la cadena, permitiendo a las empresas continuar sus operaciones mientras esperan el pago por sus ventas. Si una empresa no puede acceder al crédito, tendrá dificultades financieras y habrá retrasos en la producción, impactando negativamente en toda la cadena de suministro. Por esta razón, el dólar es clave, ya que la mayoría de los créditos para estas operaciones se realizan en esta moneda.

Cuando la Reserva Federal decide subir los tipos de interés, las condiciones crediticias en dólares empeoran. Esto se traduce en un aumento en los costes de financiación a lo largo de la cadena de suministro. Además, las subidas fortalecen el dólar frente a otras divisas, lo que provoca que las empresas extranjeras necesiten más cantidad de su moneda local para obtener dólares. Como resultado, el coste de devolver préstamos en dólares aumenta, lo que lleva a las compañías a solicitar menos crédito, viéndose deteriorada la capacidad para financiar sus operaciones.

Además, a lo largo de la cadena de suministro, las empresas utilizan un colateral en moneda local como respaldo de créditos en dólares. La apreciación de la moneda estadounidense puede ocasionar que este colateral pierda valor en divisa local, lo que lleva al prestamista a exigir garantías adicionales. En el caso de que la empresa no pueda ofrecer más colateral, el prestamista puede reducir o incluso cancelar el préstamo. Esto tendría un impacto en la capacidad de la compañía de financiar sus operaciones y generaría retrasos en toda la cadena.

Por tanto, el endurecimiento de los canales financieros en dólares a lo largo de las cadenas de suministro conlleva una reducción del comercio internacional, como se ha demostrado en estudios realizados por Valentina Bruno y Hyun Song Shin. Aunque intuitivamente se tiende a pensar que la fortaleza del dólar beneficia la competitividad de las empresas extranjeras que exportan a EE UU, en realidad, muchas de ellas experimentan una de­saceleración en sus exportaciones debido al canal financiero.

Este efecto parece confirmarse en la actualidad. La rápida subida de los tipos de interés en 2022 y la fortaleza histórica del dólar tienen un impacto negativo en el comercio internacional. Atendiendo a los datos del índice DXY, que mide el valor del dólar frente a una cesta de seis monedas (el euro, el yen japonés, la libra esterlina, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo), la divisa estadounidense tocó en septiembre niveles máximos en 20 años. Después de dicho máximo, las mejores cifras de inflación debilitaron relativamente su cotización, pero la tendencia ha vuelto a cambiar en el último mes ante el previsible endurecimiento monetario por parte de la Fed. A su vez, las previsiones para 2023 son las de una reducción del comercio internacional. Por ejemplo, la empresa de transporte Maersk estima una disminución del 2,5%. Obviamente, la fortaleza del dólar no es el único factor explicativo, pero su impacto es significativo.

No obstante, existen más canales a través de los cuales la política monetaria en EE UU afecta al resto del mundo. En la actualidad, decenas de países emergentes están en una situación financiera delicada, ya que la devaluación frente al dólar encarece las importaciones y eleva la deuda externa. De esta forma, estos países necesitan una mayor cantidad de moneda local para conseguir dólares con los que pagar la deuda o comprar energía, alimentos y materias primas del exterior. Uno de los casos más críticos es el de Sri Lanka, pero también el de Pakistán o Egipto, entre otros.

La eurozona también se enfrenta a un dilema porque la inflación importada ha sido un gran problema en 2022. Si el euro se debilita frente al dólar, será difícil controlar la inflación que viene del exterior. Sin embargo, si el BCE aumenta los tipos de interés para enfrentar esta situación, la economía europea se enfriará más.

En resumen, el foco de atención se encuentra en el dato de inflación de EE UU. Si este no mejora rápidamente, es probable que la Fed acelere el aumento de los tipos de interés y los mantenga durante más tiempo. Como resultado, es posible que se produzca una disminución en el comercio internacional, un aumento del riesgo de impago para los países emergentes y una mayor probabilidad de recesión tanto en Europa como en Estados Unidos.

Juan Vázquez Rojo es Profesor e investigador en Economía en la Universidad Camilo José Cela y colaborador de Agenda Pública

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