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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Nervios en Japón por su cartera extranjera

El encarecimiento del crédito a corto plazo en dólares y euros, junto a la gran volatilidad del yen, ha encarecido mucho la cobertura de sus bonos foráneos

Panel con el cambio yen-dólar, en Tokio, el 20 de marzo.
Panel con el cambio yen-dólar, en Tokio, el 20 de marzo.ANDRONIKI CHRISTODOULOU (REUTERS)

La crisis de Credit Suisse hace que los traders se pregunten cuál será el próximo. Los bancos nipones, con sus estables bases de depositantes, parecen objetivos poco probables para las retiradas masivas de fondos. Pero su cartera de bonos foráneos está en el punto de mira. Y así debe ser.

Durante años, los bajísimos tipos animaron a instituciones de depósito, prestamistas y otros inversores a endeudarse en yenes y comprar activos de mayor retorno, pero relativamente seguros. Ello ayudó a Japón a superar a China en 2019 como primer dueño extranjero de bonos de EE UU. Poseían 2 billones de dólares en bonos foráneos en 2022. Sobre el papel, las alzas de tipos en Occidente los hacen aún más rentables. Pero el encarecimiento del crédito a corto plazo en dólares y euros, junto a la gran volatilidad del yen, ha encarecido mucho la cobertura. Como explican Brad Setser y Alex Etra, del Council on Foreign Relations, la inversión de la curva de EE UU hace que no sea rentable tomar prestados dólares a corto plazo y comprar bonos a largo. Japón S.A. estaba reduciendo posiciones mucho antes de que SVB implosionara.

Una de las preocupaciones es que los nipones liquiden sus enormes carteras foráneas al unísono, en el caso de que los precios de los bonos caigan de repente. Nomura estima que el valor del conjunto, acciones incluidas, asciende a 6 billones, la mitad cubiertos.

Por sí solos, los bancos comerciales poseían 600.000 millones en deuda internacional a finales de 2022, y algunos parecen sobreexpuestos. Véase Japan Post Bank, una institución de 32.000 millones cuya matriz pertenece en parte al Gobierno. Los bonos foráneos son el 34% de sus activos, y los valores extranjeros generaron dos tercios de sus ingresos brutos por intereses en abril-diciembre. Su margen de interés neto fue de un mísero 0,4%.

La incertidumbre dificulta la normalización de tipos. Es mala noticia para los bancos, pero reduce el riesgo de que se vean obligados a vender para cubrir pérdidas de sus tenencias nacionales. Ello, junto a las palabras de calma de las autoridades, ha aliviado algo a los accionistas. El índice Topix de bancos ha vuelto a su nivel de diciembre, invirtiendo un alza impulsada por la anticipación de subidas de tipos. Parece razonable. Pero Japón seguirá reduciendo su exposición a bonos extranjeros.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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