Creand AM apuesta por la deuda corporativa, el patito feo del mercado, frente a la “complacencia con la IA”
“Esos bonos todavía tienen recorrido, aunque no será un regalo como en los últimos años”, estima la gestora del segundo mayor grupo financiero de Andorra
Son claros los estrategas de la gestora de Creand, el segundo mayor grupo financiero de Andorra, con 30.000 millones de euros bajo gestión: “Observamos complacencia en los mercados”, sentencia este miércoles, Luis Buceta, director general de Negocios e Inversiones en España. Con la Bolsa estadounidense en plena carrera de la IA en máximos históricos, y por lo tanto demasiado cara, la solución para una mayor rentabilidad estará dónde el mercado no mira: la firma andorrana apuesta en sus perspectivas para 2026 por la deuda corporativa, cuya prima se encuentra a la baja. “Todavía tiene recorrido, aunque ya no será un regalo como en los últimos dos años”, estima Buceta.
La deuda de las empresas con grado de inversión, la más segura en el mercado de bonos, había alcanzado a finales de 2023 unos rendimientos cerca del 6,5%, sus máximos de los últimos 15 años, apunta el equipo de Creand. Eso la convirtió en uno de los activos refugio más atractivo para los inversores, lo que volvió a tirar hacia abajo de los rendimientos, que evolucionan a la inversa del precio, hasta quedar por debajo del 5% en EE UU, según el índice de la agencia de crédito Standard and Poor’s que sigue ese mercado.
La historia es diferente en el norte de Europa, señalan los de la firma andorrana: muchas compañías con balances sólidos en Dinamarca, Suecia y Noruega tienen deuda cotizada con rentabilidades entre el 5,5% y el 6%. Se trata de empresas que carecen de análisis por parte de las grandes agencias de crédito y que, por lo tanto, no pueden reducir el cupón de sus emisiones. El mercado suele exigir altos intereses a estas colocaciones no cubiertas por las agencias. Sin embargo, de acuerdo con Creand, esas compañías nórdicas tienen cuentas saneadas y son seguras. “Tienen una posición tan saludable que nunca se han visto con la necesidad de acudir al mercado y pedir la evaluación de las agencias”, cuenta Buceta.
La firma, en paralelo, quita hierro al riesgo de casos de impago. Después de que en octubre quebrara uno de los mayores prestamistas del sector de la automoción en EE UU, First Brands, el consejero delegado de JP Morgan, Jamie Dimon, habló de su preocupación sobre “muchas cucarachas” en la deuda de empresas. Creand matiza que los impagos siguen bajos: el 2,7% en EE UU y el 2% en la eurozona, algo por debajo de las de 2024. “Las quiebras que han tenido son casos aislados“, afirma Miguel Ángel Rico, director de Inversiones.
Con respecto a la renta variable, los estrategas de la firma andorrana están optimistas por las Bolsas en Europa y en los países emergentes, porque creen que el dólar seguirá devaluándose. “Este año ha sido la debilidad del dólar, lo que ha favorecido los activos fuera de EE UU. Esa tendencia puede continuar”, prevé Buceta. La moneda estadounidense se ha desvalorizado el 9,5% en 2025.
En Europa, Creand mantiene la apuesta para el próximo año en los actuales campeones de la Bolsa: la banca, la defensa y las energéticas. Con respecto a países, los España está entre las preferencias: creen que el mercado español, en máximos históricos por primera vez desde 2008, mantendrá el recorrido. “Hay más probabilidad de que España siga en doble dígitos en 2026“, estima Buceta. Además de la Bolsa, ven oportunidad para que el repunte del oro, también en máximos históricos, se mantenga el próximo año. Otro refugio frente a la Bolsa.
Los estrategas de la firma andorrana no están tan complacientes con EE UU, donde recomiendan mantener sus posiciones: prevén avances para el próximo año, pero creen que no compensa entrar en el mercado ahora: los principales riesgos que perciben son las valoraciones elevadas y la financiación elevada de las tecnológicas. Sobre el riesgo de una burbuja, Rico se anticipa: “Una cosa es que unas empresas no valgan tanto, otra cosa es una burbuja”. Por ahora, todavía reina la complacencia.
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