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Semana de bancos centrales: la Fed moverá ficha mientras que el BCE optará por esperar

Salvo sorpresa de última hora, la Reserva Federal volverá a rebajar el miércoles los tipos de interés, mientras el BCE hará el jueves una pausa por tercera vez consecutiva

Álvaro Sánchez

Es un fenómeno poco habitual, pero no extraño, tener al Banco Central Europeo y a la Reserva Federal tomando decisiones de tipos de interés en la misma semana. El año que viene ocurrirá tres veces, pero esta semana que comienza será la última vez de 2025 en que se dé esa coincidencia. La convergencia de fechas, sin embargo, no se traslada a la de ejecución: mientras el BCE afronta una plácida reunión de trámite en Florencia, bajo la organización del Banco de Italia, donde todo hace indicar que dejará, por tercera vez consecutiva, el precio del dinero intacto en el 2%, la Fed se enfrenta a un encuentro de confirmación. Aunque voces como la de Stephen Miran, nombrado por Trump, probablemente apuesten por un recorte de tipos de medio punto, su presidente, Jerome Powell, y el resto, impondrán su mayoría, más prudente en la senda de rebajas, y volverán a bajar los tipos en 25 puntos básicos, como ya hicieran en septiembre, para dejarlos en el 3,75%-4%.

“Espero un recorte de tasas, dado que continúa la desaceleración del mercado laboral y los aranceles están tardando más de lo esperado en impulsar la inflación”, dice sobre el próximo movimiento de la Reserva Federal Carsten Brzeski, jefe de Macro de ING. Este viernes se supo que los precios alcanzaron el 3% en EE UU en septiembre, una décima más que en agosto, pero menos de lo que se esperaba, lo que disipó cualquier duda, por mínima que fuese, sobre si la Fed bajará el precio del dinero, algo que ya se da por hecho.

“El fin del proceso de restricción cuantitativa (QT) y el tamaño óptimo de balance de la Fed son elementos de discusión adicionales que están sobre la mesa y en los que esta reunión puede arrojar algo más de luz”, añade Cristina Gavín Moreno, jefa de Renta Fija en Ibercaja Gestión.

En la zona euro, el panorama está más encarrilado: el desempleo, del 6,3%, roza mínimos históricos, y la inflación, aunque en septiembre subió dos décimas, hasta el 2,2%, sigue muy cerca del objetivo del BCE, que insiste en que las expectativas del mercado están bien ancladas en torno a esa cifra. Lo apacible de la situación ha convencido a palomas y halcones de aparcar su batalla y dejar a la inercia actuar por unos meses, permitiendo así a la economía digerir los ocho recortes acometidos por Fráncfort en poco más de un año.

Hay quien incluso vaticina que el precio del dinero en Europa está solo en el comienzo de una larga etapa de inmovilismo. La mayoría de economistas consultados por Bloomberg en una encuesta cree que el BCE mantendrá los costes de financiación en el 2% hasta 2027, mientras que un tercio apuesta por una rebaja más y un 17% va contracorriente y augura que habrá una o dos subidas en ese periodo, un modo de decir que esperan un rebrote de la inflación.

Viraje

El sentimiento general ha virado tanto hacia un parón prolongado por parte del BCE que la emoción sobre lo que pueda pasar en el encuentro del jueves está bajo mínimos. Por eso, Brzeski tira de humor en su último análisis. “Si eres un entusiasta del BCE y tienes días libres de vacaciones, podría ser el momento ideal para tomarlos. Si alguna vez has pensado en saltarte una reunión del BCE, esta es la que debes evitar”, escribe el economista alemán, medio en broma, medio en serio, en su comentario.

Los motivos son variados. Ha habido pocos datos nuevos desde la reunión precedente, porque estadísticas clave como la inflación, las estimaciones del PIB del tercer trimestre y los datos de sentimiento de la Comisión se conocerán el mismo día de la decisión del BCE; no hay emergencias que atender, después de que la prima de riesgo francesa haya dado un respiro tras días de tensiones, si bien la inestabilidad no ha desaparecido y puede resurgir en cualquier momento; y los comentarios de los miembros del Consejo de Gobierno insisten en remarcar que el BCE se encuentra en una “buena posición”.

La semana que viene llegará el turno del Banco de Inglaterra, que tras la sorpresa positiva de la inflación de septiembre, inferior a la prevista (estable en el 3,8% la general, ligeramente a la baja, en el 3,5%, la subyacente), se prepara para unos meses de bajadas de tipos probablemente mayores a las que descuentan los mercados. Actualmente están en el 4%, tras bajarlos en agosto y hacer una pausa en septiembre.

Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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