Cipollone (BCE): “La economía de la zona euro lo está haciendo bien”
El miembro del comité ejecutivo del banco estima que los riesgos sobre la inflación están “muy equilibrados”
La comodidad que mostró Christine Lagarde en la última reunión del Banco Central Europeo con el momento por el que pasa la economía de los Veinte —Veintiuno a partir de 2026, cuando se una Bulgaria—, es compartida por otros componentes de la entidad. Piero Cipollone, miembro del comité ejecutivo, ha lanzado este miércoles un mensaje de optimismo sobre la marcha de la actividad en la zona euro. “Los últimos números que hemos visto parecen buenos. La economía lo está haciendo bien. Quizá el crecimiento se ralentice en el tercer trimestre, pero luego el ritmo se recuperará, y esperamos que el crecimiento vaya bien en los próximos años porque existen buenos fundamentales, como un mercado laboral resiliente y unas condiciones financieras sólidas”, ha dicho durante una entrevista en Bloomberg.
Escuchar a un banquero central (y entenderlo) requiere a veces de habilidades de interpretación, pero en las últimas semanas las palabras que llegan desde Fráncfort no necesitan de una capa extra de traducción: la situación, dicen, es estable, con una inflación bajo control —del 2,1% en agosto—, y un crecimiento que si bien no da grandes alegrías, sí experimenta una leve mejoría. “La economía europea ha sido sorprendentemente resiliente pese a todas la incertidumbres y tensiones, lo estamos haciendo bastante bien. En las últimas previsiones del BCE hemos revisado las previsiones de crecimiento al alza por primera vez en mucho tiempo, del 0,9 al 1,2%“, recordó Cipollone, en referencia al dato que los analistas del banco calculan para este 2025.
“Los riesgos de inflación están muy equilibrados y estamos en una buena posición. Estaremos cerca del objetivo en los próximos dos años, las expectativas de inflación están bien ancladas”, añadió.
Cuando los banqueros centrales llevan unos minutos hablando de que todo va bien y se dan cuenta de ello, la tendencia es a subrayar algún riesgo para que la hemeroteca luego sea menos cruel si las curvas aparecen. Cipollone no fue una excepción. “Puede haber eventos geopolíticos o repuntes del precio del petróleo, todo puede ocurrir, y puede mover la inflación en ambas direcciones. Las tensiones comerciales pueden explotar de nuevo e incrementar la incertidumbre, pero estamos en una buena posición para manejar lo que está por venir, y estamos listos para reaccionar en cualquier dirección".
Este tipo de declaraciones refuerza la tesis del mercado de que los recortes de tipos de interés del BCE se tomarán un largo descanso. Salvo improbable sorpresa de última hora, no habrá movimientos en la próxima reunión, la del 29 y 30 de octubre, a celebrar en Florencia bajo la organización del Banco de Italia. Y presumiblemente ese parón del precio del dinero en el 2% se prolongará al último encuentro del año, el 17 y 18 de diciembre, ya de regreso en Fráncfort.
El euro digital, en 2029
Cipollone también se ha pronunciado en las últimas horas sobre uno de los proyectos clave del BCE, el euro digital. En su opinión, su llegada podría demorarse aún unos cuatro años hasta 2029.
Los cálculos vienen de que espera que el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo y la Comisión Europea tengan listas sus respectivas posiciones sobre el euro digital en mayo. Y a partir de ahí se iniciaría un trabajo conjunto para aprobar la legislación. Una vez obtenga el visto bueno, Cipollone estima que el BCE necesitará entre dos años y medio y tres años para lanzar la divisa digital, con la que Europa pretende romper su dependencia de grandes compañías estadounidenses como Visa, Mastercard, Google o Apple a la hora de hacer pagos.
Los preparativos empezaron en 2023, por lo que si se cumple el calendario, habría llevado seis años ponerlo en marcha. La idea es que con el euro digital se puedan realizar todos los pagos electrónicos cotidianos —en tiendas físicas, electrónicas o a amigos— ya sea con el teléfono o la tarjeta, con y sin conexión a internet.
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