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Cos reivindica la independencia de los bancos centrales en su estreno al frente del BIS

Defiende que es un escudo ante las aspiraciones de los gobiernos de utilizar la política monetaria para financiar los déficits presupuestarios

Nuria Salobral

Cumplir con los mandatos de los bancos centrales en un mundo cambiante. Ese es el revelador título del discurso con que se ha estrenado hoy Pablo Hernández de Cos en su puesto como director general del Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés), la institución con sede en Basilea y conocida como “el banco de los bancos centrales”, encargado de velar por la cooperación financiera y monetaria internacional. Sus palabras llegan cuando el cumplimiento de ese mandato no le está resultado fácil nada menos que al banco central más influyente y poderoso del mundo, cercado por la presión de Donald Trump para que baje los tipos. En su intervención, y sin mencionar en ningún momento al elefante en la habitación, Cos ha reivindicado la independencia de la política monetaria como pilar para cumplir con el objetivo de estabilidad de precios, clave según ha explicado para “el bienestar económico”.

“La independencia permite a los bancos centrales adoptar decisiones de política monetaria basadas en consideraciones económicas en aras del interés público a largo plazo, sin interferencias políticas a corto plazo“, ha defendido Hernández de Cos en el que ha sido su primer discurso al frente del BPI (BIS por sus siglas en inglés), donde inició su gestión como director general este 1 de julio tras finalizar su mandato como gobernador del Banco de España. Hernández de Cos ha intervenido en Ciudad de México en un acto por el centenario del Banco de México, en plena resaca por el asalto de la Casa Blanca sobre la Fed después de que esta madrugada la presión de Trump escalara a un nivel sin precedentes al anunciar el despido de la gobernadora Lisa Cook.

Fiel a la prudencia con la que los banqueros centrales eluden los comentarios políticos, Hernández de Cos no ha mencionado en ningún momento de forma concreta lo que sucede en la Reserva Federal. Pero el énfasis en la importancia de la independencia de los bancos centrales es un velado mensaje con especial intención en el momento actual. Según ha recordado Hernández de Cos, esa independencia ayuda a los bancos centrales “a actuar con rapidez y credibilidad en respuesta a los riesgos para la estabilidad de precios. Además, protege a los bancos centrales de las presiones para utilizar la política monetaria con el fin de financiar los déficits presupuestarios del gobierno”. Para el director del BIS, esa independencia debe ser institucional, personal y financiera y respaldada por un marco jurídico sólido.

Junto a la independencia del poder político, Hernández de Cos también ha citado otros dos elementos esenciales con los que cultivar la credibilidad de un banco central: contar con un claro mandato de estabilidad de precios y rendir cuentas ante los legisladores y la sociedad, como fórmula con la que promover su transparencia y generar confianza. “Un medio clave de rendición de cuentas es la comunicación clara para explicar las decisiones de política al público, racionalizando las acciones del banco central y describiendo cómo ayudan a cumplir su mandato”, ha explicado Hernández de Cos.

El banquero ha mencionado la crisis inflacionaria de 2021-2022 como una gran prueba de fuego para el mandato y la credibilidad de los bancos centrales. “Los bancos centrales lograron con éxito reducir la inflación y restablecer la estabilidad de precios, demostrando su determinación de cumplir con sus mandatos”, ha asegurado Hernández de Cos, quien ha reconocido también un “retraso inicial” a la hora de subir los tipos “principalmente en las economías avanzadas y no en muchas economías de mercados emergentes debido a la falta de claridad sobre la persistencia de la crisis”.

El responsable del BPI ha mencionado también los retos estructurales que encara la política monetaria como la desglobalización, el envejecimiento de la población, el cambio climático, la disrupción tecnológica o una elevada y creciente deuda pública. Ante todos estos desafíos, Hernández de Cos ha hecho un llamamiento a aprender del pasado y a la colaboración entre bancos centrales. “Los bancos centrales aprendieron valiosas lecciones unos de otros que les ayudaron a mejorar sus marcos y a controlar la inflación. Hoy en día, los bancos centrales siguen enfrentándose a muchos retos comunes. Para ayudarles a cumplir sus mandatos, el BPI ofrece un foro para que la comunidad de bancos centrales intercambie experiencias y aprenda de episodios pasados”, concluyó su discurso. Un foro que, en su opinión, “es especialmente valioso en estos tiempos de incertidumbre”.

Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.
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