BBVA emite 1.000 millones en deuda sénior y acelera su plan de financiación de este año
Lanza un bono verde sénior no preferente a 10 años. Solo restaría una emisión de ‘cocos’ para completar los objetivos de 2025

BBVA se adelanta a la habitual ventana de emisiones que se abre en el mercado de capitales a finales de agosto y ha lanzado hoy una colocación por 1.000 millones de euros en bonos verde sénior no preferente a 10 años. La entidad, inmersa en la opa hostil sobre Banco Sabadell, ha ido con calma en su plan de financiación para este año y está aprovechando el verano para lanzar las dos emisiones de deuda senior que tenía pendientes.
La colocación de este nuevo bono verde, a cargo de BNP Paribas, Intensa Sanpaolo, Natixis, Nomura y el propio BBVA, partió con un diferencial de 135 puntos básicos sobre el índice de referencia midswap. Tras recibir una demanda superior a los 2.850 millones de euros, ese diferencial ha quedado finalmente en los 108 puntos básicos.
La entidad que preside Carlos Torres tiene un objetivo de financiación mayorista para este año de 5.000 millones de euros y con la emisión de hoy ya habría logrado cubrir las tres cuartas partes. La de hoy es la cuarta emisión que realiza el banco en el año. En el inicio del ejercicio realizó las dos más complejas, por tratarse de emisiones consideradas de mayor riesgo: 1.000 millones de euros en bonos contingentes convertibles (cocos en la jerga financiera) y 1.000 millones en deuda subordinada Tier 2.
A principios de julio, el banco emitió 1.000 millones en deuda sénior no preferente con vencimiento en 2030 y hoy realiza una nueva colocación de este tipo. Estas emisiones de bonos sénior no preferente computan de cara al cumplimiento de los requisitos regulatorios de recursos propios para los bancos de la zona euro (MREL). A BBVA ya solo restaría otra emisión de bonos contingentes convertibles para completar el plan de financiación previsto en el año.
La necesidad de financiación mayorista para este año es mucho menos exigente que la del año pasado, en que BBVA emitió 8.900 millones de euros. Su posición de liquidez es holgada, si bien la opa por Sabadell había supuesto cierto retraso a la hora de emitir deuda, ya que la elevada incertidumbre que rodea la operación aconsejaba prudencia de cara a los inversores al lanzar nuevos bonos. El próximo 29 de agosto, BBVA pagará un dividendo de siete céntimos por acción, lo que llevará a la entidad a reajustar la oferta de canje de acciones en la opa por Sabadell.
BBVA aprovecha ahora para acelerar en su plan de financiación, en una semana en que toda la atención del mercado está puesta en la intervención que realizará este viernes el presidente de la Fed, Jerome Powell, en el foro de banqueros centrales de Jackson Hole. Los inversores dan una alta probabilidad, del 83%, a que la Reserva Federal recorte los tipos de interés en su cita de septiembre y aguarda una señal de Powell que confirme esa expectativa. Sin embargo, las señales de un alza de la inflación en EE UU a causa de los aranceles también siembran dudas sobre la inmediatez de ese recorte. Existe el riesgo por tanto de que Powell defraude expectativas el viernes, lo que podría dar un vuelco al mercado de deuda y elevar la rentabilidad de los bonos, haciendo más caro emitir deuda.
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