De Babcock a Leonardo: la cumbre de la OTAN consolida el auge bursátil de la industria de defensa europea
Los inversores celebran el nuevo objetivo del 5% del PIB en gasto militar con subidas destacadas de compañías del sector

Los inversores tienen la vista puesta en La Haya, donde la mayoría de los líderes de la alianza militar transatlántica de la OTAN se han comprometido a elevar, gradualmente, el gasto en defensa hasta el 5% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2035. La expectativa de una era de rearme ha disparado el interés por las compañías del sector, que prolongan la racha alcista que comenzó desde que Rusia invadió a Ucrania —en ese periodo la cartera de defensa europea de Bloomberg avanza un 328%—. La cumbre de este miércoles consolida las buenas expectativas de los inversores. La británica Babcock se disparó un 10,75% tras revisar al alza sus previsiones y anunciar un plan de recompra de acciones por 200 millones de libras. Por encima del 6% creció la alemana Hensoldt mientras las italianas Avio y Leonardo limitaron las subidas al 2,69% y el 2,30%, respectivamente.
La jornada de este miércoles estuvo marcada por caídas en la renta variable europea, pero el índice que agrupa a firmas aeroespaciales y de defensa avanzó un 1,33%. Y marcó distancias relevantes frente al 0,43% que registraron las automovilísticas o el comportamiento plano que registraron el sector financiero y las cotizadas industriales, los otros tres negocios que escaparon a los números rojos en los parqués europeos.
Aunque se trata de la defensa del Viejo Continente, Alemania, la locomotora europea, ha sorprendido al mercado con su ambición militar. Bank of America explica que el anuncio de Berlín de elevar su gasto en defensa hasta el 3,5% del PIB ya en 2029, supera las previsiones del consenso. Los analistas cifran en más de 150.000 millones de euros la inversión en defensa en ese periodo, de los cuales unos 60.000 millones irán a equipamiento militar. “Esperamos que el mercado premie a las compañías con exposición a países como Alemania, donde la financiación del rearme está claramente adelantada”, añaden. Entre las beneficiadas destacan a Hensoldt, Renk y Rheinmetall, que “ya capturan una parte del gasto alemán” y tendrán nuevos pedidos a partir de septiembre de 2025. El caso de Rheinmetall ejemplifica el sentimiento inversor: avanza más del 184% en el año y suma así más de 50.000 millones de euros a su capitalización de mercado.
La presión de Donald Trump ha funcionado y encuentra a Europa en un momento de transformación fiscal. Norman Villamin, estratega jefe de UBP, explica que “Estados Unidos ya no puede, ni quiere, seguir financiando la seguridad europea”. Con un gasto que representa el 50% del total mundial en defensa, Washington exige a Europa que asuma su parte y destaca que el entusiasmo del mercado está justificado. “Estamos ante un cambio estructural, sobre todo en el caso alemán”, señala. A propósito: el Gobierno alemán adjudicó en enero contratos por más de 1.200 millones de euros a empresas como Rheinmetall, Diehl y Hensoldt, principalmente para reforzar sus capacidades de defensa aérea.
En paralelo, los grandes contratistas del sector esperan a que las promesas se traduzcan en pedidos. Micael Johansson, consejero delegado del grupo sueco Saab y presidente del lobby industrial europeo ASD, ha advertido que la industria necesita compromisos a largo plazo para poder realizar las inversiones necesarias en capacidad productiva. Desde la compañía confirman a CincoDías que la demanda está creciendo, pero subrayan que “lleva tiempo para que las decisiones políticas se conviertan en contratos y pedidos”. Aun así, están preparados: “Estamos viendo un aumento de los encargos a medida que suben los presupuestos de defensa y por eso seguimos ampliando nuestra capacidad de producción”.
El mercado descuenta la inyección y las subidas de este miércoles contagiaron a otras empresas del sector como la sueca Saab, la británica BAE Systems o la alemana Rheinmetall, que repuntaron hasta más de un 3%. En los últimos tres años, el sector defensa se ha convertido en una de las estrategias de inversión más rentables y las gestoras han acelerado el lanzamiento de fondos cotizados temáticos vinculados a la industria militar, especialmente con exposición a Europa. Junto a estos productos de inversión, firmas como Bankinter han construido una cartera temática. El banco lanzó en noviembre una cartera que invierte en el sector porque consideran que era la mejor forma para aprovechar el entorno geoestratégico y la tendencia estructural del aumento del gasto por parte de los inversores; y ve, todavía, al sector como una de las grandes oportunidades de inversión para los próximos meses.
Además de mantener en cartera a Rheinmetall, Leonardo, Thales y Bae Systems, han incorporado a Dassault Aviation, Hensoldt, Renk y Safran. “Pensamos que el sector de defensa europeo tiene recorrido, más que en Estados Unidos. La parte positiva de la defensa en Europa es que tienen que seguir ganando escala. Han cogido volumen y esperamos crecimientos de beneficios del 25%, el doble que sus pares estadounidenses”, señalaron los analistas del banco en su última presentación. Desde UBP también son optimistas: “Nadie habría apostado, hace uno o dos años, a que las empresas europeas de defensa lograrían justificar valoraciones elevadas. Pero ahora, con esta inyección de capital en un sector atomizado, el potencial de crecimiento de beneficios es muy significativo”, apunta Villamin.
Hay destellos de cautela en medio de la euforia, que llegan desde Goldman Sachs. En el último informe sectorial de la firma reconocen que el impulso político hacia el rearme es un catalizador, pero advierten de que los mercados siguen escépticos ante la capacidad real de Europa para ejecutar ese gasto en el corto plazo. Las dudas se centran en la disponibilidad de financiación sin generar tensiones soberanas y en la eficacia del gasto para impulsar el crecimiento. Aunque el nuevo instrumento SAFE —una línea de crédito de 150.000 millones de euros financiada con deuda común de la UE— ofrece ventajas como costes de financiación más bajos y compras conjuntas, los analistas de la firma consideran que “los inversores necesitan ver avances concretos, especialmente en el caso de Alemania, antes de confiar en un verdadero giro industrial”.
Los analistas, además, acotan que solo 16 países han activado la cláusula fiscal que permite elevar el gasto en defensa, con ausencias de jugadores clave como Francia, Italia y España. Pero en lo que va de año las revalorizaciones ya han tenido premio: grupos como Rheinmetall e Indra han sido incorporados a grandes índices europeos como el Euro Stoxx 50 o el Stoxx 600. Bankinter escoge a la española como su opción preferida porque considera que, a pesar de la fuerte revalorización de los últimos meses (en el año sube más de un 90%), la compañía sigue cotizando con descuento y no refleja totalmente el escenario de mayor inversión. Aunque el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado su disconformidad con los planes de la OTAN, se ha comprometido a destinar el 2,1% del PIB.