El Ibex enfría el optimismo pero se aferra a los 14.300 puntos
El selectivo español pone fin a su mejor racha alcista en tres años. Los índices del Viejo Continente, sin rumbo fijo


Las Bolsas europeas empiezan a poner trabas al optimismo de las últimas semanas. A las dudas sobre la capacidad de los republicanos de votar a favor de la reforma fiscal y los recortes presupuestarios impulsados por Donald Trump se suma una inflación británica que ha subido hasta el 3,5% interanual en abril, por encima de lo esperado por el consenso de analistas y superior al 2,6% de marzo, para dejar a los mercados europeos sin rumbo fijo.
En el caso de la Bolsa española, el Ibex ha aducido de vértigo para poner fin a su mejor racha alcista consecutiva en tres años —tras lograr nueve jornadas consecutivas de subidas— y ha cedido un 0,11%, si bien ha logrado mantenerse sobre los 14.300 puntos. Grifols, Bankinter e Indra han liderado los ascensos, con ganancias de hasta el 1,7% en el caso del fabricante de hemoderivados. Solaria ha protagonizado los mayores descensos al dejarse un 4,2%, mientas que ACS se ha dejado un 1,6% y Banco Sabadell, un 1,4%. Tampoco se han librado de los recortes otras entidades financieras, aunque en menor grado, con BBVA y CaixaBank cediendo cerca del 0,5%, frente las ganancias que sí ha logrado Unicaja (0,5%).
En el resto de Europa, el comportamiento de las Bolsas ha sido desigual, con el Dax alemán avanzando un 0,3%, mientras que el Cac francés ha cedido un 0,3% y el Euro Stoxx 50 ha cerrado en tablas. En el plano empresarial, la británica JD Sports ha cedido un 10,6% en Bolsa tras desvelar una caída de sus ventas y alertar sobre el mercado estadounidense. Una caída que ha lastrado a otras firmas como Zalando, que se ha dejado un 1%.
En el plano macroeconómico, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha reconocido que el impacto de la guerra arancelaria decretada por Trump en la economía de la zona euro no derivará en una recesión, aunque sí ha advertido que “el crecimiento va a ser bajo”. Además, ha apuntado que una pérdida de confianza en la deuda estadounidense por parte del mercado podría convertir a la política fiscal de EE UU en “un área de preocupación para la estabilidad financiera”. Así, el banco central de la zona euro ha advertido en su revisión de su informe de estabilidad financiera que se han producido “cambios atípicos respecto de algunos activos refugio tradicionales como los bonos del Tesoro estadounidense y el dólar estadounidense”.
Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad, asegura que “los inversores deben preguntarse qué tipo de Estados Unidos enfrentará la economía global en los próximos trimestres: uno que consigue reconducir su situación fiscal y retomar la senda del crecimiento sólido o uno atrapado en una dinámica de deuda creciente e incertidumbre estructural“.
Sobre el repunte de la inflación británica, Luke Bartholomew, economista jefe en Aberdeen, ha apuntado que “el incremento ha sido mayor de lo previsto. En particular, la inflación en los servicios parece especialmente elevada, lo que podría indicar que los distintos choques de costes, como los aumentos del seguro nacional y del salario mínimo, están afectando a las empresas y comenzando a trasladarse a los precios finales. Sin duda, esto reforzará las preocupaciones expresadas por el economista jefe del Banco de Inglaterra, Huw Pill, de que las presiones subyacentes de la inflación son persistentes, por lo que hay menos margen para que el Banco reduzca los tipos de interés”.
En el mercado de divisas, el euro ha subido frente al dólar hasta cruzarse a 1,13 billetes verdes, mientras que los inversores vuelven a activos refugio como el yen y el franco suizo. También ha logrado sumar posiciones el bitcoin, que ha batido un nuevo máximo histórico al superar los niveles registrados en enero. Entre las materias primas, el petróleo Brent, de referencia en Europa, cede posiciones y trata de mantener los 65 dólares el barril.
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