Ir al contenido
_
_
_
_

Las rentabilidades de las letras a 12 meses caen del 2% por primera vez desde finales de 2022

El apetito por el papel español se mantiene intacto y la demanda supera los 10.335 millones a pesar de la caída de los rendimientos

Fachada del Banco de España. Samuel Sánchez
Gema Escribano

Superada la inestabilidad que generó la batería arancelaria y con los inversores pendientes de las negociaciones para evitar una guerra arancelaria a gran escala, la actividad regresa al mercado de capitales. El Tesoro, que pese a la incertidumbre ha seguido ejecutando su programa de financiación con pulso firme, inaugura mayo con la emisión de letras a seis y 12 meses. En deuda a corto plazo, se han captado 5.767,57 millones, importe que sitúa en el rango medio de los 5.500 y 6.500 millones que se habían fijado como objetivo.

La rebaja de tipos y las expectativas de que el BCE siga recortando el precio del dinero se están dejando sentir con fuerza en los rendimientos. Las rentabilidades de la deuda a seis y 12 meses se sitúan por debajo del 2%, por primera vez desde octubre de 2022. A pesar de este recorte, el apetito por el papel español se mantiene intacto. La demanda total ha superado los 10.335 millones, lo que deja la ratio de cobertura en 1,8 veces la oferta.

El grueso de la colocación ha correspondido a las letras a 12 meses. El Tesoro ha captado 4.101,56 millones. El rendimiento marginal ha descendido al 1,9%, inferior al 2,02% de la puja anterior y el tipo más bajo desde septiembre de 2022, un periodo en el que los bancos centrales estaban inmersos en la lucha contra la inflación y acometieron las mayores subidas de las tasas en décadas. Si bien el interés por el papel español se mantiene intacto, a medida que los rendimientos han ido reduciéndose, la demanda de los particulares se ha moderado. Las peticiones no competitivas, que corresponden en su mayor a la demanda de los pequeños ahorradores, han alcanzado los 737,74 millones, por debajo de los 1.313,4 millones de la subasta anterior.

En letras a seis meses se han adjudicado 1.692,28 millones. El rendimiento ha pasado del 2,119% al 1,945%, el tipo más bajo desde octubre de 2022. Como en el caso de la deuda a un año, la demanda de los particulares también ha experimentado un recorte significativo y pasa de los 1.163,9 millones a los 846,17. A la espera de la colocación de letras a tres y nueve meses de la próxima semana, solo las rentabilidades de la deuda a tres meses se mantienen por encima del 2%.

La moderación de la inflación (en marzo el IPC de la zona euro permaneció anclado en el 2,2%) y las expectativas de un mayor deterioro de las condiciones económicas dan margen al BCE para seguir reduciendo las tasas. La caída del precio del dinero es el caldo de cultivo perfecto para que los rendimientos se moderen en un contexto, además, en el que la deuda de la zona euro es vista como una opción algo más atractiva. La próxima cita del Tesoro llegará el jueves, día en el que espera colocar entre 5.750 y 7.250 millones en bonos y obligaciones.

Las comunidades salen a escena

Junto al Tesoro, Castilla y León ha decidido aprovechar la calma tensa para salir a captar fondos. La región gobernada por Alfonso Fernández Mañueco ha colocado 500 millones en deuda a siete años con la etiqueta sostenible. La operación, que partía con un diferencial de 25 puntos básicos sobre la referencia española, ha logrado cerrarse a 19 puntos básicos, lo que equivale a una rentabilidad del 2,985%. Junto a la rentabilidad los bonos pagarán un cupón anual del 2,9%. Sabadell, BBVA, Crédit Agricole, HSBC, ING y Santander fueron las entidades colocadoras.

A lo largo de 2025, Madrid y País Vasco han sido las otras dos comunidades que han acudido al mercado para captar deuda. La primera colocó 1.000 millones en deuda a 10 al 3,137% y la segunda vendió 700 millones al mismo plazo y se vio obligado a pagar un 3,25%.

La financiación de las comunidades autónomas está en el punto de mira. El mandato de Pedro Sánchez arrancó con el compromiso del Ejecutivo de asumir parte de la deuda de las comunidades autónomas y la reforma del sistema de financiación autonómica, dos cuestiones claves para que las regiones logren la emancipación del Estado. El pasado febrero el Consejo de Política Fiscal y Financiera dio luz verde a la condonación de 83.000 millones de euros para todas comunidades. Hasta la fecha solo siete comunidades (Madrid, Asturias, País Vasco, Galicia, Navarra, Castilla y León y Baleares) se están financiando con emisiones de deuda.

Pero la actividad del mercado de capitales este martes no queda ahí. Un día después de que Bankinter vendiera 300 millones en deuda subordinada, hoy las miradas están puestas en Santander. La entidad que preside Ana Botín espera ha colocado 500 millones en cédulas a cinco años. La operación partía con un diferencial de 45 puntos básicos sobre midswap (tipo de interés libre de riesgo), pero gracias a la demanda se ha logrado rebajar a los 36, lo que equivale a una rentabilidad del 2,54%. Las órdenes compra superaron 2.400 millones. Santander, Intesa San Paolo y UniCredit fueron los bancos colocadores.

Aprovechando la elevada liquidez de principios de año, Santander ha acelerado su programa de financiación. En el primer trimestre, el grupo captó 21.200 millones, más del 50% de los 34.500-40.500 millones previstos para el conjunto del ejercicio.

Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_