Las declaraciones del secretario del Tesoro de EE UU sobre una posible desescalada con China animan a Wall Street
En las divisas, el dólar recobra algo de aliento contra el euro, mientras que en Europa el Ibex ha cerrado con un repunte del 0,72%
Los mercados han regresado a la actividad tras el parón de Semana Santa en un ambiente de nerviosismo contenido. Después de las caídas en la Bolsa estadounidense del lunes, Wall Street ha logrado recuperar parte del terreno perdido. El Nasdaq ha cerrado con un repunte del 2,71%, mientras que Dow Jones y S&P 500 han avanzado el 2,66% y el 2,51% respectivamente. Las alzas se intensificaron después de que trascendiera en la prensa estadounidense un encuentro a puerta cerrada que ha mantenido este martes Scott Bessent, secretario del Tesoro de EE UU, con un grupo de grandes inversores en la cumbre del FMI. Según apunta Bloomberg, durante esa reunión Bessent ha calificado la situación arancelaria con China como “insostenible” y ha expresado que espera que la situación se desescale. En su opinión, aunque las negociaciones aún no han empezado, un acuerdo entre EE UU y China es posible. Esta noticia espoleó el optimismo frente al jarro de agua fría lanzado por el FMI.
Con todo, la tensión en el ambiente es palpable. Los riesgos geopolíticos y la guerra comercial siguen de fondo. Las negociaciones del Gobierno de Washington con sus socios para llegar a acuerdos sobre aranceles no han cuajado por el momento. Y para mayor intranquilidad, la Administración de Donald Trump arremete contra la Reserva Federal, y en concreto contra su presidente, Jerome Powell, minando la confianza en la institución e intentando forzar una rebaja inmediata de tipos de interés. Una crisis de credibilidad que es caldo de cultivo para que los inversores huyan de los activos estadounidenses: el dólar sigue en zona de mínimos de tres años contra el euro. Si bien, hoy tanto la divisa estadounidense como el bono a 10 años han dado muestras de alivio, con el dólar revalorizándose un 0,76% frente al euro hasta 0,8751 euros por cada uno y el bono a 10 años bajando por la mínima del 4,4%. Los inversores, entre tanto, buscan lugares a buen resguardo de la tormenta. El oro ha llegado a tocar precios nunca vistos antes, en los 3.500 dólares la onza, aunque posteriormente ha perdido algo de fuelle y se mantiene por encima de los 3.400 dólares. Mientras, el yen japonés (ya por encima de 140 yenes por dólar) y el franco suizo continúan como refugio, al igual que la deuda europea.
Este miedo que se respira en Wall Street a que cualquier imprevisto, declaración o mensaje en redes provoque una nueva sacudida, es el mismo que ha llevado a las Bolsas europeas a la prudencia. “El mercado está muy nervioso, por lo que cualquier señal de negatividad o preocupación se puede intensificar o exagerar”, señala a Reuters Fiona Cincotta, analista senior de mercado de la firma de análisis City Index. El principal índice español, el Ibex 35, ha subido un 0,72% y ha recuperado el nivel de los 13.000 puntos. Entre los valores más alcistas, Puig ha subido un 3,63%, Grifols el 3,52% y Solaria un 3,31%. También destaca el impulso de Santander (+1,87%) e Inditex (+1,37%). En una sesión en la que tan solo seis valores han cerrado en rojo, Unicaja ha perdido un 4,3%, CaixaBank el 2,83% y Aena un 2,75%. Las tres compañías descuentan hoy los dividendos que entregan a sus accionistas el próximo jueves. En otras plazas europeas, las ganancias han sido algo más contenidas. El Dax alemán ha subido un 0,41%, el Cac francés el 0,56% y el Mib italiano se quedó prácticamente en tablas (-0,09%).
A pesar de las declaraciones de Bessent tratando de apagar el incendio y de que las conversaciones de la Casa Blanca con distintos países para tratar de llegar a acuerdos comerciales están en marcha —o a punto de comenzar—, los expertos no ven realista una resolución rápida de las negociaciones. Los analistas de JPMorgan estiman que un acuerdo comercial promedio puede tardar 18 meses en negociarse y 45 meses en implementarse. “Reiteramos nuestra opinión de que, si las políticas actuales no cambian, la probabilidad de una recesión en Estados Unidos en 2025 es del 90%”, señalaron en una nota que recoge Reuters. Por su parte, desde MacroYield señalan que “en los últimos días, según la Casa Blanca, se ha avanzado en las negociaciones comerciales con la UE, Japón y la India, pero el sentimiento inversor se mantiene muy negativo. El índice de Avaricia/Miedo [a partir de distintos indicadores técnicos], se mantiene en zona de extremo miedo, aunque se ha moderado desde principios de abril”.
Los operadores contienen el aliento, también, ante las cuentas de resultados de las empresas, tanto de Estados Unidos como de Europa. Esta semana, en Wall Street, el 27% de las empresas del S&P 500 publicará sus cifras del primer trimestre. Tesla ha publicado el martes con los mercados ya cerrados sus resultados del primer trimestre. Su beneficio ha caído un 71% por el daño reputacional que ha supuesto la entrada de Elon Musk en política. Las acciones de Tesla cerraron la sesión previa a conocerse los resultados con un alza del 4,6%, pero en el mercado de futuros, con los números ya encima de la mesa, los inversores están optando por leves caídas.
Alphabet, propietaria de Google, publicará sus resultados el jueves. Morgan Stanley ha alertado de las malas perspectivas de la temporada, con los analistas recortando previsiones a un ritmo sin apenas precedentes. De acuerdo con Bloomberg, la previsión de subida de beneficios en este primer trimestre ha bajado del 11,4% a principios de año al 6,9% actual. En España, el jueves se conocerá el informe trimestral de Bankinter.
Otro elemento de incertidumbre es el mercado de divisas, tras las nuevas críticas de Trump al presidente de la Reserva Federal. “La posición del dólar como el activo refugio por excelencia ya no puede darse por sentada; está siendo activamente cuestionada”, señalan desde la firma de Bolsa Pepperstone. “Cuanto más se prolongue la especulación sobre la independencia de la política monetaria estadounidense, mayor será el riesgo de caída del dólar”, señala Joseph Capurso, director de economía internacional y sostenible del Commonwealth Bank of Australia. “Podría ser necesaria otra ola de ventas en el mercado de bonos del gobierno estadounidense o en el mercado de valores estadounidense para animar al presidente Trump a abstenerse de tales comentarios”, pronostica.
Se respira también algo más de calma en la deuda de EE UU. Los precios de los títulos a 10 años suben levemente después de las caídas de ayer y la rentabilidad — es decir, el retorno que obtiene el inversor si se queda el bono hasta el vencimiento y que se mueve a la inversa del precio— baja al 4,39%. Por otro lado, aumenta el rendimiento de los plazos más cortos, y el bono a 2 años roza el 3,8%. En la madrugada bursátil, los índices registraron descensos moderados o leves subidas. El Nikkei de Tokio baja un 0,14% al cierre y el Hang Seng de Hong Kong, que ayer no operó, sube un 0,2%. El índice compuesto de Shanghai gana un 0,25%. En un nuevo episodio, las tensiones comerciales, China advirtió a los países que negocian con Estados Unidos que el acuerdo que alcance no perjudique a Pekín, intensificando su discurso de enfrentamiento en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
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