La excepción Warren Buffett: bate al mercado y aumenta su fortuna en medio del pánico bursátil
Los récords de liquidez que acumula el presidente de Berkshire Hathaway le han protegido frente al impacto del caos arancelario


Una anomalía aparece, pintada de verde, en la lista de cómo ha evolucionado en 2025 la fortuna de las diez personas más ricas del mundo. Es el inversor Warren Buffett, 94 años, casi mayor de edad cuando nació Donald Trump, el único que gana dinero en medio de la furiosa tempestad bursátil desatada por el presidente de Estados Unidos. Y lo hace de forma abundante: su patrimonio ha crecido en estos tres meses y medio en 23.300 millones de dólares, según el índice de millonarios de Bloomberg, lo que le ha permitido ascender a la cuarta posición y adelantar, entre otros, al fundador de Microsoft, Bill Gates, el empresario francés del lujo Bernard Arnault, o el creador de Oracle, Larry Ellison.
A estas alturas de la película, es improbable que este tipo de rankings le quite el sueño al Oráculo de Omaha, apodo que se ganó por su capacidad de predecir los movimientos de los mercados financieros. Pero sí le importan los accionistas de Berkshire Hathaway, el conglomerado al que ha dedicado más de seis décadas de su vida. Y el incremento de su fortuna es consecuencia directa del buen hacer de la empresa, la octava mayor cotizada del planeta —la única no tecnológica junto a Saudi Aramco en el top ten—, cuyas acciones repuntan casi un 20% este año y rozan ya los niveles previos al caos arancelario, algo de lo que pocos pueden presumir. Por ejemplo, los títulos de Tesla, la firma de coches eléctricos del hombre más rico del mundo, Elon Musk, están todavía un 10% abajo respecto al bautizado como Día de la Liberación, lo que ha contribuido a que el magnate nacido en Sudáfrica sea el más penalizado, con su fortuna menguando en 121.000 millones de dólares este año, casi un 30% menos.
Ganar cuando todo sube se antoja sencillo. Por eso, hacerlo ahora, cuando el pánico se ha apoderado de tantos inversores y corren ríos de sangre por Wall Street, ha añadido una nueva pestaña a la historia del mito, el más común de los multimillonarios, cobijado aún bajo el mismo techo de la casa de Omaha (Nebraska), que compró en 1958 por 31.500 dólares. Lo ha logrado, además, vendiendo acciones, justo lo contrario del buen ojo para comprar que le hizo célebre. A cierre de 2024, Berkshire Hathaway contaba con una posición de liquidez de 334.201 millones de dólares (cerca de 320.000 millones de euros de entonces) en caja, equivalentes de caja y títulos del Tesoro a corto plazo. Una cifra sin precedentes que prácticamente duplica la del año anterior, que ya era récord.
Buffett ha ido reduciendo su posición en Apple, Bank of America y Citi sin encontrar apenas alternativas donde colocar el dinero, aunque su exposición a los mercados es todavía mayúscula. Su cartera de participaciones se redujo en 2024 de 354.000 a 272.000 millones de dólares, básicamente por las desinversiones. “¿Sabe Buffett algo que el mercado no sepa?”, se preguntaban algunos, entre nerviosos y despistados, ante unos movimientos que llevaban la contraria a la fiesta en que se adentraron las Bolsas estadounidenses en 2023 y 2024, con ganancias anuales por encima del 20% en el S&P 500.
Algunas de esas ventas, sobre todo las de Apple, despertaron dudas sobre si no estaría perdiendo olfato: en el segundo trimestre de 2024 redujo a la mitad su posición en el gigante tecnológico, pero lejos de suponerle un lastre, este siguió subiendo en Bolsa con fuerza hasta finales de diciembre, por lo que Buffett se perdió buena parte del rally. “Vendió la acción equivocada”, le reprocharon entonces diversos medios financieros. Aun hoy, con las turbulencias que han llevado a Apple a perder un 17% en 2025, su precio supera al de aquellas transacciones de Buffett, por lo que visto a posteriori, el grueso de su repliegue en la compañía de Tim Cook se produjo antes de lo aconsejable, aunque el tiempo, las posteriores ventas a precios más bajos, y la rentabilidad que ha obtenido con las compras de deuda estadounidense, han acabado difuminando al mínimo las potenciales ganancias que dejó escapar.
Pionero
Hoy, ante el aumento de la incertidumbre y lo impredecible de las políticas de Trump, la liquidez ha dejado de ser tabú y generar incomprensión. Durante la presentación de los resultados del primer trimestre de Citigroup de este martes, el banco señaló que espera que muchos clientes opten por esa opción o por otras de corte conservador como la renta fija a corto plazo, un modo de escapar de los activos de riesgo hasta tener más visibilidad sobre lo que está por venir. En esa línea se mueve también la última encuesta a gestores de fondos de Bank of America. Sus niveles de liquidez han pasado de estar en febrero al nivel más bajo desde 2010, a vivir en dos meses su mayor aumento desde la pandemia, hasta el 4,8% de los activos, aunque aún no ha traspasado el umbral del 6% que se considera alarmante.
Buffett fue de los primeros en dar el paso hacia una menor exposición a las Bolsas. Un aguafiestas. Y en unas redes sociales donde proliferan sus múltiples citas sobre inversión, y no faltan quienes le idolatran y tratan de imitarle, su capacidad para resistir los envites de la crisis de las Bolsas ha contribuido a agrandar su leyenda. Y ha devuelto a un primer plano la recomendación que hizo en 2017, en la primera legislatura de Trump, cuando sus aranceles provocaron caídas en el mercado y los miedos empezaban a aflorar. Entonces, recomendó leer el poema Si, de Rudyard Kipling, en clave inversora. “Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor todos la pierden y te echan la culpa; si puedes confiar en ti mismo cuando los demás dudan de ti, pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda; si puedes esperar y no cansarte de la espera...”, comienza el texto.
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