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Los inversores se zambullen en el oro: multiplican por siete las suscripciones de fondos cotizados que replican el metal

Los flujos de este tipo de vehículos de inversión ha sido de 33.000 millones de dólares durante los tres primeros meses del año. Los precios bajan desde máximos por la necesidad de liquidez de inversores apalancados

Lingotes de oro en una caja fuerte, en el establecimiento de metales preciosos Pro Aurum, en Múnich, el 4 de abril.
Juan Pablo Quintero

El oro brilla en plena tormenta. El activo refugio por antonomasia cotiza en 3.257 dólares por onza tipo troy (unos 2.739 euros por 31,10 gramos), precio récord. Y aunque son pocos los inversores que pueden comprar grandes cantidades del activo físico, nadie quiere perderse el rally. Por eso crece el apetito por los fondos cotizados en Bolsa (ETF) de oro, un vehículo de inversión que replica el comportamiento del metal precioso sin que exista la necesidad de almacenarlo. Las estadísticas del Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés) muestran que las entradas netas en el primer trimestre de 2025 ascienden a los 33.000 millones de dólares (30.360 millones de euros), el mayor flujo desde el segundo trimestre de 2020. El movimiento de dinero durante el primer trimestre de este año con respecto al mismo periodo de 2024 se intensifica un 607,7%.

Una portavoz del WGC comenta que la demanda por los ETF de oro está disparada toda vez que los inversores buscan algo de seguridad en un terreno que se ha empantanado con la guerra arancelaria de Donald Trump. Además, los ETF son un mecanismo fácil (y barato) de sumarse a la fiebre del metal precioso. La incertidumbre llevó al oro físico a tocar nuevos máximos el 4 de abril, pero la tendencia se truncó: el viernes cayó más de un 2%, mientras este lunes retrocedió un 1,8%. Los datos de Bloomberg muestran que en la última sesión de negociación de ETF de oro se dio el mismo fenómeno: hubo un aluvión de ventas por hasta 174 millones de dólares. Aun así, las tenencias totales del metal dorado para respaldar estos fondos cotizados aumentan un 6,2% a la fecha.

¿Pero por qué el oro cae en medio del pánico que viven los mercados? Giulio Buoncore, ex corredor en la Bolsa de Londres, explica que la corrección de los últimos días es natural, dado que el oro suele venderse en momentos de dislocaciones extremas del mercado. “Las personas con grandes fortunas suelen invertir en acciones con dinero prestado de bancos privados. Este tipo de préstamo se llama crédito lombardo, que está colateralizado, es decir, se deja un activo como garantía. El banco te presta, por ejemplo, el 80% del valor de tus activos. Pero si el valor de tus acciones baja [como les ha ocurrido a muchos en estas últimas sesiones], el banco te pedirá más garantías o dinero para mantener el préstamo”, explica.

Oro Gráfico

Por eso, en lugar de vender acciones a pérdida, prefieren vender oro, que ha aumentado su valor un 15% en lo que va del año. Buoncore explica que “cuando la gente está perdiendo en cualquier sitio, intenta cerrar posiciones de donde están ganando para cubrir las pérdidas del otro lado”. Y con el hecho de que las pérdidas de las Bolsas mundiales llegan ya a los 9,2 billones de euros, los inversores venden el metal dorado para obtener efectivo y cubrirse de las caídas. Esto lo suelen hacer “inversores particulares de altos patrimonios y fondos de cobertura [hedge funds], aunque en menor medida porque pocos de estos fondos tienen oro físico, por lo que usan productos derivados”.

A este factor se suman otros dos, comenta Carsten Menke, jefe de investigación Next Generation en Julius Baer. El primero, una situación de “compra el rumor, vende el hecho”, donde los inversores compraron oro anticipando los aranceles de Trump y luego vendieron para obtener ganancias; y segundo, una oportunidad de arbitraje entre los precios del oro en Nueva York y Londres que desapareció cuando el oro quedó exento de aranceles.

La tendencia por los ETF de oro se consolida. Desde hace cuatro meses estos vehículos ingresan más dinero que el que sale, alcanzando un récord de activos bajo gestión de 345.000 millones de dólares. Asimismo, las tenencias de oro físico para respaldar estos vehículos aumentaron un 3%, hasta las 3.445 toneladas. Aun así, los volúmenes de negociación de oro globales disminuyeron ligeramente en marzo debido a la reducción de las operaciones extrabursátiles (OTC), indican desde el WGC.

La plata, una alternativa

El oro no es el único metal que gana terreno. La plata, por ejemplo, se revaloriza un 5% en los tres primeros meses de este año, aunque hasta el 2 de abril el empuje en los precios del metal noble llegaba al 17%. También hay demanda de ETF de plata, que han visto un incremento de flujos del 0,4% en lo que va de año. Regina Hammerschmid, gestora de carteras de materias primas en Vontobel, explica que “la plata suele considerarse una versión más volátil y arriesgada en comparación con el oro, pero con impulsores similares”.

La analista explica que el metal está inversamente correlacionado con los tipos de interés y el dólar estadounidense, como el oro, y que es un activo muy demandado durante “épocas de gran agitación en los mercados”. La relación oro-plata está hoy cerca de 92, lo que significa que se necesitan 92 onzas de plata para comprar una onza de oro. “Esta proporción ha promediado en alrededor de 60 en el último medio siglo”, explica Claudio Wewel, estratega de divisas en J. Safra Sarasin Sustainable AM, por lo que la distancia actual es alta en términos históricos.

Wewel explica que aunque usualmente se ha considerado “que los atributos compartidos con el oro justifican un repunte conjunto [en los precios] entre los metales a lo largo del tiempo”, hay que tener cautela. “Es un indicador que debe usarse con cuidado; el ratio ha aumentado con el tiempo, sugiriendo una relación justa más alta y una divergencia creciente en los factores que afectan sus precios”, explica. Además, “los bancos centrales no compran plata como un activo de reserva [una diferencia sustancial respecto del oro] debido a su mayor coste de almacenamiento y a su mayor probabilidad de oxidación”, agrega. Este punto es importante porque el empujón en los precios del oro se explica, en gran medida, por el papel de los bancos centrales del mundo, que se han hecho con mayores cantidades del metal dorado, previendo convulsiones mundiales.

A diferencia del oro, las aplicaciones industriales representan alrededor del 60% de la demanda mundial total de plata, mientras que en aplicaciones tecnológicas, la demanda de oro representa menos del 10% de la demanda mundial. “Esto tiene importantes implicaciones para la relación oro-plata: debido a su mayor importancia en la industria manufacturera, la plata tiende a comportarse de forma más cíclica que el oro, por lo que la relación oro-plata tiende a aumentar durante las recesiones”, apuntala Wewel.

Hoy la plata cotiza a 34 dólares por onza troy, y tiene aplicaciones en diversas industrias, especialmente en tecnología y energía solar; aunque hay déficit. La demanda industrial de plata aumentó un 39 % en los últimos cuatro años, según el Silver Institute (el equivalente del WGC, pero de plata) y la oferta no ha podido seguir el ritmo. “Con una demanda fuerte y una escasez de oferta se pueden intuir perspectivas alcistas fuertes en el corto plazo”, agrega Hammerschmid.

Sobre la firma

Juan Pablo Quintero
Colombiano (1997). De Bogotá, con raíces caleñas. Psicólogo de la Pontificia Universidad Javeriana con experiencia en el sector de la pequeña y mediana empresa. Redactor en la sección de Economía de EL PAÍS-Cinco Días, donde cubre noticias de Mercados Financieros. Lector asiduo de Platón y Bécquer en los tiempos libres. Cursa el Máster UAM-EL PAÍS.
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