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Inversión

Las energéticas europeas calientan motores para sacar partido de la reindustrialización alemana

RWE y Eon, las mejor posicionadas para beneficiarse del aumento de la demanda energética. Enagás y su proyecto de hidrógeno verde despiertan en el interés de los analistas

Orsted energia
Gema Escribano

Superado el primer trámite en el Parlamento alemán, el plan fiscal del futuro canciller Friederich Merz deberá someterse mañana a la votación del Bundesrat, la cámara regional. Su puesta en marcha no será inmediata, pero las expectativas de mayores inversiones que ayuden a relanzar la economía han sido suficientes para que los inversores dejen a un lado la incertidumbre arancelaria y prolonguen las ganancias. Las compañías de defensa y las concesionarias europeas han sido las que mejor han recogido las promesas de mayor gasto y desde su anuncio a comienzos de marzo se revalorizan un 4,6% y un 3,56%. Más modestos son los ascensos de las utilities, que en lo que va de marzo se anotan un 1,44%, un sector que en los últimos años se ha visto golpeado por las fuertes subidas de tipos y la caída de los precios de la electricidad en 2024.

Las intenciones de Merz pasan por la creación de un fondo especial para invertir 500.000 millones en la infraestructura del país y alcanzar la neutralidad climática en los próximos 12 años, con 100.000 millones de euros destinados a los estados y 400.000 millones al gobierno federal. Los analistas de Goldman Sachs consideran que las medidas tendrán repercusiones positivas para la industria de la energía. “Esta reindustrialización puede generar mayores expectativas de demanda de energía, lo que a su vez provocaría una necesidad mucho mayor de inversiones en toda la cadena de valor de la electricidad” señalan. Los expertos de la entidad estadounidense esperan que este escenario conduzca a un mayor crecimiento orgánico de las energías renovables y las redes eléctricas. “Aparte de las dificultades a corto plazo derivadas del aumento de los rendimientos de los bonos soberanos, creemos que esta evolución será estructuralmente positiva para RWE y Eon”, añaden. Ambas compañías son los mayores productores de energía de Alemania.

Desde el anuncio del plan, RWE se revaloriza un 9%, ampliando las ganancias al 14,6% en el año. En las jornadas que han seguido al anuncio de las millonarias inversiones, los analistas han reiterado las valoraciones. Además de concederle un potencial del 28%, el 83,3% de las firmas que siguen al valor aconseja comprar acciones, frente al 12,5% que opta por mantener en cartera y solo el 4,2% sigue pensando a los niveles actuales lo más apropiado es recoger beneficios.

Las energéticas europeas con más potencial para sacar partido al plan de Merz

Eon ha logrado dejar atrás los mínimos de dos años que registraba en enero y se anota un 24,7%. A pesar de esta subida vertical, el consenso le sigue viendo margen para ampliar las ganancias hasta los 15,24 euros, frente a los 13 de ayer al cierre. Este optimismo se refleja también las recomendaciones. La cotizada carece de consejos de venta y los analistas se debaten entre incrementar la exposición y seguir comprando acciones (87,5%) o mantener en cartera (12,5%).

Por su parte, los analistas de Mirabaud escogen a Siemens Energy como una de las cotizadas mejor posicionadas para sacar partido al desarrollo de infraestructuras energéticas sostenibles. Después de un 2024 en el sus acciones de revalorizaron un 319,83% gracias la restructuración de la cúpula de Gamesa y la mejora en los resultados, tras un aumento de los pedidos, ahora las inversiones son vistas como una oportunidad para prolongar el rally. El 60,7% de los expertos que siguen al valor recomienda comprar, frente al 17,9% que aconseja mantener y el 21,4% que opta por la venta.

Pero no solo las utilities alemanas saldrán beneficiadas del plan de estímulos. Según los analistas de Deutsche Bank, la alianza alcanzada entre los conservadores de Merz, los socialdemócratas y los Verdes busca lograr una economía más competitiva con medidas como la reducción de los costes de la energía, el aumento del suministro eléctrico, la descarbonización de las industrias que más consumen y la creación de mercados líderes para productos neutro. Es decir, hacen una clara defensa de los objetivos climáticos alemanes y europeos. “Esto puede servir de apoyo a quienes se benefician del desarrollo de los mercados del hidrógeno en Alemania, como Enagás”, apuntan.

Junto a la española, John Plassard, analista de Mirabaud, apunta a la danesa Orsted. Las promesas alemanas ayudarían a compensar los débiles resultados generados por el negocio en EE UU. La compañía logró decir adiós a las pérdidas en 2024 tras registrar un beneficio de 16 millones de coronas danesas (2,1 millones de euros), pero en el arranque de 2025 se ha visto fuertemente golpeada por la paralización de los proyectos eólica marina decretado por la Administración Trump. Desde su llegada a la Casa Blanca, el republicano ha dado marcha atrás a la política energética de Biden. Además de congelar la financiación a los proyectos verdes, Trump ha sacado a EE UU del acuerdo climático de París. Esta actitud beligerante ha provocado que en las últimas jornadas las renovables estadounidenses hayan tocado mínimos de cinco años.

Cuando los diputados tomen el cargo la próxima semana (el 25 de marzo se constituye el parlamento resultante las elecciones) comenzará a debatirse los detalles del gasto. Aunque para su aprobación no requiere el voto de los Verdes, la formación ya ha advertido que vigilarán de cerca cualquier intención de utilizar el plan para financiar promesas perjudiciales para el clima, como la iniciativa de la CSU de reintroducir los subsidios al diésel en el sector agrícola.


Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.

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