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De aristócratas a plebeyos: dos reyes de la vieja economía se caen de la élite del dividendo

3M y Legget & Platt han reducido su pago al accionista por primera vez en más de medio siglo

Las oficinas centrales de 3M en Minesota (Estados Unidos), en una imagen de archivo.
Las oficinas centrales de 3M en Minesota (Estados Unidos), en una imagen de archivo.Nicholas Pfosi (REUTERS)
Ricardo Sobrino

En el mundo financiero de Estados Unidos existe un selecto grupo de empresas conocido como los aristócratas del dividendo. Este título honorífico lo ostentan compañías que han incrementado su dividendo anual de manera ininterrumpida durante al menos 25 años consecutivos. Ser parte de esta lista es un signo de estabilidad, rentabilidad y compromiso con los accionistas, pero mantener ese estatus no es tarea fácil. Para 2025, dos gigantes que durante décadas ostentaron este honor, Leggett & Platt y 3M, han caído de esta codiciada categoría tras enfrentarse a años de resultados financieros decepcionantes que les han obligado a recortar sus pagos a los accionistas. Pero más allá del paso de aristócratas a plebeyos, el caso de estas dos compañías refleja algo más profundo que una simple pérdida de estatus: simboliza el cambio de ciclo en una economía donde las empresas de la vieja guardia, que fabrican productos cotidianos, están luchando por mantenerse relevantes frente a competidores más modernos y dinámicos.

Es posible que el nombre de Legget & Platt no le resulte familiar, pero se trata del rey de los colchones de muelles. Aunque no los inventó como tal, tuvo un papel importante en la popularización y desarrollo de componentes clave relacionados con este tipo de colchones y durante más de 150 años ha sido una de las compañías más influyentes en el sector del descanso. En mayo de 2021, en plena pandemia por el Covid-19, las acciones de la compañía alcanzaron su máximo histórico en Bolsa al tocar los 57,95 dólares por título. Pero desde entonces, su acción se ha devaluado un 82% hasta los 10,31 dólares a los que se negocia actualmente. En el inicio de 2025 la compañía está recuperando algo de terreno y sus títulos repuntan un 6,6% aunque el valor se ha caído de la aristocracia del dividendo después de reducir el pago trimestral de 0,46 dólares por acción a 0,05 dólares. Así, ha puesto fin a 52 años consecutivos de incrementos.

El caso de 3M es similar y en este caso sí que supone el fin de una era. Minnesota Mining and Manufacturing es un conglomerado industrial gigantesco que opera en sectores tan variopintos como la salud, la automoción, la construcción o el consumo cotidiano. Sus productos son omnipresentes: desde las icónicas notas Post-it y cintas adhesivas Scotch hasta soluciones industriales y médicas de alto rendimiento. La compañía llevaba 64 años consecutivos aumentando el dividendo pero tras años de malos resultados y una reestructuración de los negocios, en 2024 anunció que el dividendo sería de 0,7 dólares por acción al trimestre en lugar de 1,51 dólares que había pagado hasta la mitad del ejercicio. 3M alcanzó su máximo valor en Bolsa en 2018, con 216 dólares por acción. A partir de ahí el precio cayó y llegó a desplomarse hasta los 204 dólares en el inicio de la pandemia del Covid-19. Eso sí, la reestructuración del negocio parece haber convencido a los inversores: en el último año los títulos suben un 53% y en lo que va de 2025 suben un 6%.

Evolución de 3M y Leggett & Platt en Bolsa

La lista de los aristócratas del dividendo es un selecto grupo de empresas muy seguida por una parta importante del mercado que busca invertir en compañías que reparten generosos dividendos. Hay una corriente de mercado que argumenta que las empresas que acuden puntuales a su cita con el pago a los accionistas resisten mejor en épocas de crisis o de volatilidad del mercado que los principales índices. También, que son más rentables a lo largo del tiempo. En ese sentido, apuntan que este tipo de valores cuentan con negocios sólidos y sostenibles y eso les permite elevar de forma escalonada y constante los pagos a los inversores. También, hacen que sus resultados puedan ser más predecibles, por eso suelen ser menos volátiles.

Para entrar en la aristocracia del dividendo, las compañías, además de elevar el pago a los accionistas cada año durante al menos los últimos 25, también deben cumplir otros requisitos, como formar parte del índice S&P 500 (que agrupa a las mayores cotizadas estadounidenses), contar con una capitalización de al menos 3.000 millones de dólares y tener un volumen diario de negociación de al menos cinco millones de dólares. En 2025 esa lista la componen 66 valores, que en muchos casos son compañías líderes en sus sectores y reconocidas en todo el mundo, como Coca-Cola, Pepsico, McDonald’s, IBM o Johnson & Johnson.

Durante los años en que los tipos de interés se mantuvieron en niveles históricamente bajos, las acciones de los aristócratas del dividendo se convirtieron en un refugio predilecto para los inversores. Mientras los productos de ahorro tradicionales, como los depósitos bancarios y las cuentas remuneradas, ofrecían rendimientos prácticamente nulos, estas empresas proporcionaban una rentabilidad por dividendo cercana al 3%, además de la estabilidad en sus negocios y sus valoraciones en Bolsa.

Sobre la firma

Ricardo Sobrino
Graduado en filología italiana y en periodismo. Redactor de la sección Empresas especializado en información bancaria y finanzas. Canterano de CincoDías, se incorporó al periódico en verano de 2018.
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