Petróleo barato y un sector exterior a la baja marcan las previsiones del BCE
El banco calcula un impacto de siete décimas adicionales para la inflación si el barril Brent se mantiene en el entorno de los 82 dólares
El BCE espera que la economía crezca menos en 2025, concretamente prevé que el PIB de la eurozona crezca un 1,1% el próximo año, frente al 1,3% que preveía en septiembre. Además, ha recortado una décima las previsiones del 2024 (al 0,7%) y otra las de 2026 (hasta el 1,4%). Un recorte para 2025 que se basa fundamentalmente en la peor aportación del sector exterior: según el detalle de las proyecciones, las exportaciones aumentarán un 1,6% en 2025, pero en septiembre el banco esperaba un punto más. La contribución al crecimiento del sector exterior será negativa, incluso aunque no se llegue el rearme arancelario impulsado por Donald Trump que se teme el mercado. “Se prevé que las exportaciones se recuperen a tasas de crecimiento ligeramente inferiores a las medias históricas a finales de 2025, tras un repunte de la demanda exterior. No obstante, se prevé que las cuotas de mercado de las exportaciones disminuyan a lo largo del horizonte de proyección”, explica el banco.
Otro de los puntos clave de las previsiones del banco son las previsiones sobre el precio de la energía, más optimistas que en septiembre. El banco ha rebajado una décima la inflación prevista para el próximo año, pero sobre todo por el efecto de los menores precios de la energía, que recortan dos décimas la previsión de septiembre y más que compensan la esperada subida en los precios de la comida. El BCE calcula, así, que el precio del petróleo baje a los 71,8 dólares en 2025, aunque espera que el precio del gas y de la luz suban. Y si el precio del petróleo se desviara al alza del objetivo, la inflación podría amenazar con descarrilar. Un barril un 14% más caro de los 71,8 dólares en 2025 supondría, según el BCE, siete décimas más de IPC armonizado, hasta rozar el 3%, y una décima menos de crecimiento. Y, al contrario, si la el barril baja a los 62 dólares, la inflación bajaría en seis décimas sobre el 2,2% previsto, y la economía crecería una décima más.
El organismo, además, ha ajustado sus previsiones sobre el tipo de cambio del euro contra el dólar, asumiendo un tipo medio de 1,06 dólares por euro, algo por encima de la cotización de mercado actual. No obstante, el análisis del banco indica una sensibilidad mucho menor a los movimientos: un tipo de cambio del euro a 1,1 dólares apenas restaría una décima de crecimiento e inflación, y un tipo a 1,03 aportaría otra décima en 2025.