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La renovación de la CNMV, a punto de entrar en el tiempo de descuento

El mandato de Rodrigo Buenaventura finaliza el 16 de diciembre sin que el Gobierno haya movido ficha. El presidente podrá continuar dos semanas más, pero en Año Nuevo estrena su despacho en Iosco

Nuño Rodrigo
El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura y el Ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura y el Ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

Rodrigo Buenaventura, presidente del supervisor de los mercados desde el 16 de diciembre de 2020, acogió el pasado jueves en la sede de la Comisión la presentación del ambicioso y completo informe de la OCDE sobre los mercados de capitales españoles, una suerte de ‘plan Draghi’ doméstico solicitado por la propia CNMV que dejó claro el terreno que queda por recorrer en esta área. Una presentación de alto vuelo (el informe lo defendieron representantes del Gobierno, la Comisión Europea y la OCDE, y asistió buena parte del sector financiero nacional) y con un inequívoco sabor a despedida de Buenaventura.

Su mandato culmina dentro de una semana, el 16 de diciembre, pero cinco semanas después de anunciar su adiós no hay candidato a sustituirle. La fecha, con todo, no implica una salida inmediata. A diferencia del Banco de España, la normativa de la CNMV plantea una prórroga de la presidencia en los mismos términos que durante el mandato (tampoco se trataría de una jefatura limitada a ciertas funciones). Sobre el papel, Rodrigo Buenaventura podría estar al frente del supervisor a la espera de un sustituto. En la realidad, no. El 1 de enero será ya secretario general de la asociación mundial de supervisores de valores, Iosco, cargo de dedicación exclusiva. Si para entonces el Gobierno no ha nombrado sustituto, la actual vicepresidenta de la CNMV, Montserrat Martínez Parera, se hará cargo de la presidencia de forma interina.

En poco más de tres meses, España habrá cambiado a los dos principales supervisores del sector financieros, y tanto el presidente como el gobernador habrán recaído en los respectivos organismos coordinadores mundiales. Pero, mientras en el caso del Banco de España el relevo de Pablo Hernández de Cos estuvo marcado por el ruido mediático y una pléyade de candidatos, en el caso de la CNMV el proceso está marcado por la discreción, en una casa donde los vientos políticos siempre han terminado provocando tempestades, como cabe esperar dada la sensibilidad en una firma que arbitra las altas finanzas. Con todo, al menos en apariencia, el despacho de la calle Edison, en Madrid (sede de la CNMV) suscita menos interés en Moncloa y en los pasillos de la política que el de la plaza de Cibeles (sede del Banco de España).

Uno de los nombres que se ha barajado es el de la propia Montserrat Martínez, consejera del Banco de España y cuyo nombre sonó, también, dentro del relevo en el supervisor bancario. Finalmente, el puesto de subgobernadora recayó en Soledad Núñez, ex directora general de Tesoro. Pero, según fuentes del mercado, Martínez, que eventualmente asumiría la presidencia a partir del 1 de enero, no está dentro de las candidaturas a suceder a Buenaventura. Tampoco la asunción de la presidencia, más allá de un breve plazo, es un escenario ideal para Economía ni para la propia CNMV, pues en tal el comité ejecutivo de la Comisión quedaría compuesto por apenas cuatro consejeros más una secretaria.

La pelota está en el tejado del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y la posible interinidad de Buenaventura hasta Nochevieja le da algo de margen para meditar su decisión. Además, el proceso de nombramiento es relativamente sencillo: el presidente de la CNMV lo propone el ministerio de Economía al Consejo de Ministros, antes de pasar por la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados (no por el pleno). El último pleno del Congreso aún no está agendado —se prevé para el 18 de diciembre—, y en teoría la última reunión de la Comisión de Economía será este jueves 12. Pero la mesa de la cámara baja puede convocar una sesión extraordinaria. Y el ejemplo de José Luis Escrivá muestra lo rápidos que pueden ser los plazos administrativos: el actual gobernador fue nombrado el jueves 5 de septiembre, tomó posesión el viernes y al jueves siguiente estaba votando la rebaja de tipos del BCE en Fráncfort. Desde Economía se transmite, también, la idea de que el Ejecutivo dispone de margen.

Otro de los escasos nombres que ha sonado para la Comisión trabaja mano a mano con el propio Carlos Cuerpo; se trata de la directora general del Tesoro, Paula Conthe. Un nombre muy bien visto puertas adentro del supervisor gracias a su formación y experiencia técnica en mercados, además de ser ya consejera de la CNMV. El sector financiero destaca sus méritos y trayectoria. Pero no ha cumplido un año al frente del Tesoro, uno de los puestos clave dentro de un ministerio de Economía en el que, a su vez, Cuerpo tampoco llega a los 12 meses.

Otra alternativa es alguien de la casa, un cargo de la propia CNMV que, como Buenaventura, pase a la presidencia. En ese escenario hay una terna integrada por los tres directores generales del organismo: Ángel Benito, responsable de Mercados; Víctor Rodríguez, de Política Estratégica y Asuntos Internacionales, y José Marcos, de Entidades. El posible ascenso de cualquiera de ellos a la presidencia o vicepresidencia representaría continuidad y ausencia de ruido. De todos ellos, en el sector financiero destacan que Rodríguez lidera el área con mayor relevancia en este momento, y recuerdan que Benito ya fue miembro del consejo del supervisor entre 2017 y 2021, para posteriormente regresar a la dirección general de Mercados. Es, eso sí, el candidato de mayor edad y más cercano a la jubilación (63 años).

Si en algo coinciden todas las fuentes consultadas es en el deseo de evitar una nueva tormenta política como la vivida alrededor del Banco de España. El nombramiento de Rodrigo Buenaventura, en diciembre de 2020, contó con unanimidad en la Comisión de Economía del Congreso. Durante su mandato ha logrado, en una etapa de gran polarización, mantenerse a la margen de la polémica partidista. De hecho, además de lanzar un sutil dardo a la futura autoridad del cliente financiero (“proteger a los inversores es mucho, mucho más que tramitar sus reclamaciones. Lo mismo que la seguridad nacional es mucho más que la vigilancia del tráfico”), el presidente saliente ya hizo toda una declaración de principios al apuntar que el informe de la OCDE, basado en evidencias, “tiene un enorme valor en tiempos de polarización sobre casi cualquier cuestión política. Se puede defender a partir de bases técnicas”.

Sobre la firma

Nuño Rodrigo
(Barcelona, 1975) es subdirector de Cinco Días. Licenciado en Economía por la UAM, inició su carrera en CincoDías en 1998, especializándose en información financiera. Ha sido responsable de Mercados, de la edición Fin de semana y de la sección Cinco Sentidos. Redactor jefe a partir de 2007, de 2011 a 2021 se ocupó de la edición digital.
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