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Mercados

Fiesta aguada en la Bolsa china: se dispara un 11% antes de pinchar por la falta de estímulos fiscales

Las autoridades eluden presentar nuevas medidas de apoyo y pinchan las expectativas de un mercado que volvía de una semana festiva con altas expectativas y récord de negociación

Inversiones China
Una pantalla en el puente peatonal de Lujiazui (Shanghai) muestra las cotizaciones de la Bolsa china.Costfoto (NurPhoto/Getty Images)
CINCO DÍAS

Tras una semana con los mercados cerrados, la Bolsa china ha regresado a la actividad con la misma efervescencia con la que terminó. El índice de referencia, el CSI 300, arrancó la jornada con una espectacular subida del 11% en los primeros minutos de contratación. El mercado prolongaba así una subida histórica de nueve sesiones consecutivas al alza, en las que había subido el 25% antes del parón por la Semana Dorada (celebración del origen de la República Popular China), gracias al plan de estímulos monetarios y financieros planteado por las autoridades.

No obstante, la euforia de los inversores se enfrió después de que las autoridades de planificación económica del país, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas (CNDR), se abstuviera de anunciar medidas fiscales en una conferencia de prensa, y el mercado terminó con un alza del 5,93%. El índice Hang Seng, en Hong Kong, se desplomó el 8,5%, después de haber subido durante la semana en la que la China continental estuvo cerrada; también marca alzas en el entorno del 25% desde el 20 de septiembre

El mercado esperaba que el Ejecutivo chino reforzase sus planes de reactivación económica con medidas de inversión públicas. De hecho, numerosos economistas esperaban que Pekín pusiera dinero contante y sonante sobre la mesa de forma que los planes de estímulo lleguen a pie de calle, donde la crisis inmobiliaria sigue retrayendo el consumo de los hogares. Firmas de inversión como Morgan Stanley han advertido, de hecho, de que el recalentamiento del mercado de la China continental ante las medidas públicas es uno de los riesgos a vigilar por los inversores.

Con todo, el volumen de negociación en la Bolsa de Shanghai y Shenzen marcó un nuevo máximo histórico con 2,6 billones de yuanes (330.000 millones de euros), batiendo el récord del pasado día 30, cuando el CSI 300 subió el 8,5%. El sector financiero se había preparado para la avalancha de operaciones, pues antes del parón de la Semana Dorada muchas firmas no fueron capaces de canalizar la demanda de los inversores.

“Las acciones chinas tuvieron un toque de atención con la decepción de los inversores al anuncio de la CNDR, que no incluyó un bazooka de nuevos estímulos. Alternativamente, confirmó sus previsiones de que China alcanzará sus objetivos con los planes ya anunciados”, explican desde CIMD. “Es probable que el mercado pase de la primera fase del repunte, caracterizada por movimientos bruscos, cobertura de posiciones cortas y compras por FOMO [fear of missing out, o miedo a perderse algo], a la segunda oleada, caracterizada por ganancias más lentas y por volver a centrarse en los fundamentos de la inversión (beneficios y valoraciones)”, indican desde Julius Baer. El banco suizo, en todo caso, no descarta la llegada de medidas fiscales en un futuro.

Los funcionarios de la CNDR dijeron que acelerarían el gasto, mientras que reiteraron los planes ya previstos de inversión y ayudas a los grupos de renta baja y a los recién licenciados. El país seguirá emitiendo bonos soberanos a muy largo plazo para apoyar grandes proyectos y adelantar una inversión de 100.000 millones de yuanes en iniciativas estratégicas clave, originalmente presupuestada inicialmente para 2025.

La segunda economía del mundo está sufriendo una severa resaca de sus fuertes inversiones inmobiliarias: la vivienda olía representar un cuarto de la economía china y es el gran activo de ahorro de las familias, y la caída de los precios (5,3% interanual) está lastrando el consumo y acercando a la economía a la deflación. La tasa de paro juvenil subió también en agosto al 18,8%. La Bolsa está todavía un 20% de los niveles de 2021.

El Banco Mundial ha dado a conocer este martes sus previsiones sobre la economía china para el próximo año. La institución considera que continuará ralentizándose hasta el 4,3%. Eso sí, para este año ha elevado sus estimaciones tres décimas, hasta el 4,8%. Considera que la persistente debilidad del mercado inmobiliario, la baja confianza de los inversores y los consumidores y los desafíos estructurales que afronta el país pesarán en la economía.

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