El precio del café arábica toca máximos desde 2011 por la peor sequía en Brasil en 70 años
La caída de la producción mundial encarece el precio de esta variedad, más dulce que Robusta, un 40% en el año
Los amantes del café matutino deben preparar el bolsillo. La vertiente arábica (utilizado por las cadenas de café especializadas por tener un sabor suave y complejo, de notas dulces y afrutadas) ha disparado su precio hasta niveles de 2011. Los futuros del arábica han subido un 3% en un día, con lo que la libra -poco menos de medio kilogramo- cotiza a 2,70 dólares (unos 2,40 euros) en Nueva York, el precio más alto en 13 años, según Bloomberg. Su precio ha aumentado un 43% este año, impulsado por la sequía más grave en 70 años de Brasil, el principal productor de esta variante en el mundo. A ello se suma la escasez de granos de la variedad robusta, (más baratos, la mayoría cultivados en Vietnam), lo que ha frenado la oferta ante un incremento de la demanda global.
El precio de las dos variedades de café continúa al alza por la baja oferta y una demanda creciente. Al igual que sucede con la variedad arábica, la rebaja de las exportaciones del café de Vietnam (el mayor productor mundial de café robusta), está impulsando al alza la cotización de los futuros de esta variedad, más amarga y concentrada. El 9 de agosto, el Departamento General de Aduanas del país asiático informó que las exportaciones de café cayeron un 29,3% interanual a 76.982 toneladas métricas en julio. El comerciante de café, Volcafé, informó que la cosecha del tipo robusta en el país para 2024-2025 podría ser de solo 24 millones de bushels (medida que equivale a 35 litros), la más baja en 13 años, debido a la falta de lluvia que ha causado daños a los cafetos (la planta que da origen al café). Volcafé también proyecta un déficit global de robusta de 4,6 millones de bushels para 2025; una cifra menor que el déficit de nueve millones de 2023/2024. Pero el sector ya acumula cuatro años consecutivos de déficits.
Cooxupe, la principal cooperativa de café de Brasil, informó en agosto que la sequía en la economía más grande de América Latina podría causar una floración prematura de los cafetos, lo que derivaría en una reducción de los rendimientos de la cosecha este año y el próximo. La cooperativa también informó que los cafetos están padeciendo un estrés hídrico, ya que varias regiones productoras no han recibido lluvias significativas en los últimos 120 días. La economía del gigante suramericano vive una tremenda sequía que hizo que el aire de São Paulo, donde hace más de 100 días no llueve, fuera el más contaminado del mundo por tercer día consecutivo el pasado miércoles.
Las previsiones meteorológicas para las próximas semanas no son halagüeñas: desde la consultora Climatempo apuntan que las temperaturas serán altas en la mayoría de las áreas productoras de café. Esto ha generado crispación por los posibles daños a los que están expuestos los árboles, que están en su período de floración y que resulta ser el momento crucial que determine cuántos granos se cosecharán el próximo año. Además, en regiones del principal estado productor de café, Minas Gerais (que supone el 30% de la producción total de arábica de Brasil), los cultivos están siendo afectados por el hollín de los incendios. Aunque no se han reportado daños directos a los cafetos por los incendios forestales, la proximidad de estos cultivos “podría perjudicar los brotes”.
El impacto de este aumento de precios ya es evidente en toda la cadena de suministros. La agencia Bloomberg explica que empresas como JM Smucker Co, cuyos productos como Folgers y Café Bustelo dominan el mercado doméstico de café en EE UU, han aumentado los precios de los productos. La cadena de restaurantes Pret A Manger ha eliminado la suscripción de café en el Reino Unido, que permitía a los clientes obtener hasta cinco bebidas al día. El encarecimiento del café también ha contribuido a la inflación en el sector de bebidas: los precios del zumo de naranja han aumentado debido a la escasez de producción, y una subida récord en los futuros del cacao está elevando los costos de las bebidas y postres de chocolate.
