El Ibex da por superado el lunes negro y recupera los 10.700 puntos
La moderación de los precios en EE UU alienta las esperanzas de que la Fed baje los tipos en septiembre
A la Reserva Federal se le acumulan los argumentos para abandonar su política restrictiva y sumarse a la corriente ya iniciada por el BCE y el Banco de Inglaterra. Una jornada antes de que se publique el dato de inflación se ha conocido que los precios a la producción subieron menos de lo esperado. Los inversores no han duda en celebrarlo. Mientras Wall Street registraba ganancias del 1% en la apertura, los índices europeos se animaron. El Ibex 35 no quedó al margen de esta corriente. El selectivo español se anota un 0,73% y recupera los 10.700 puntos. La Bolsa española da por superado el lunes negro, una sesión en la que el temor a una desaceleración y la subida el yen cortó en seco el rally de las Bolsas.
Puig, que en el arranque de la semana encajó los mayores recortes, se recupera y sube un 2,23%. Las caídas de las rentabilidades de la deuda ante las esperanzas de que la Fed baje los tipos por cuestiones de estabilidad en los precios y no por un deterioro económico sirvió de impulso a las renovables y utilities. Acciona Energía subió un 1,89%; Endesa, un 1,72%; Redeia, un 1,52%. Solo cinco valores escaparon a las ganancias. Grifols se llevó la peor parte. Después de conocerse que un despacho de abogados de Los Ángeles prepara una demanda colectiva contra la empresa, la biofarmacéutica cedió un 5,38%. La debilidad económica de China está pasando factura al precio de las materias y esto tiene su impacto en Acerinox (-0,93%) y ArcelorMittal (-1,71%). La lista de valores bajistas la cierre Indra (-0,96%) y Repsol que concluyó en tablas (-0,03%).
Los inversores europeos amanecieron con la remontada del Nikkei. La caída del yen y el impulso de las tecnológicas llevaron al índice a anotarse un 3,45%, ascenso que lo devuelven a los niveles previos al lunes negro. Como la Bolsa japonesa, el resto de selectivos europeos se sobreponen a las sacudidas de la semana pasada, un sobresaltó que sirvió para recordar a los inversores que los bajos niveles de volatilidad son algo irracional mientras los responsables monetarios toman consciencia de la delgada línea que existe entre el enfriamiento de la economía y la recesión. Aunque el índice de confianza alemana encadenó dos meses consecutivos a la baja y sorprendió con recorte mayor de lo esperado, el Dax se suma a la corriente alcista y se anota un 0,45%. El Cac francés sube un 0,35%; el FTSE británico, un 0,3%; el Euro Stoxx 50, un 0,48% mientras el Mib italiano se anota un 0,24% y se queda a las puertas de retornar a los niveles previos a la estampida.
Los ascensos tuvieron su réplica en Wall Street. Al cierre de los mercados europeos el Nasdaq se anotaba un 1,7%. La Bolsa estadounidense se sacude las dudas y pone rumbo a la mayor subida en cuatro sesiones en año y medio. “Los mercados que buscan estabilidad acaban de recibir más evidencia de un enfriamiento de la inflación”, señala Chris Larkin, director de operaciones e inversiones para Morgan Stanley. El experto considera que el índice de precios a la producción puede ser un indicativo del IPC que se conocerá el miércoles. Si el dato supera las expectativas será bien recibida por las Bolsas. El consenso de los analistas destaca si persisten datos como estos la Fed tendrá margen para recortar aún más los tipos este año. Después del susto que han vivido los mercados en el arranque de agosto y con la confirmación de que el proceso desinflacionista sigue su curso, los futuros de los fondos federales descuenta rebaja de los tipos en las tres reuniones que quedan este año.
Con este panorama como telón de fondo, las rentabilidades retoman las caídas. El bono de EE UU a dos años, el más sensible a los tipos, vuelve a caer por debajo del 4% mientras la deuda con vencimiento en 2034 se repliega al 3,87%. En la eurozona los rendimientos permanecen estables. Los títulos alemanes a 10 años se sitúan en el 2,18% mientras el bono español al mismo plazo hace equilibrios sobre el 3%.
Los recortes se extienden al crudo. El Brent baja un 1,96%, hasta los 80,69 dólares después de la OPEP haya rebajado su previsión de demanda mundial en 135.000 barriles diarios para este año. Este recorte obedece en gran medida a la caída de la demanda de China.
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