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Claves | ¿Cuáles son los puntos débiles de las grandes tecnológicas?

El riesgo de rendimientos más mediocres, enormes gastos de capital y su exposición al mercado estadounidense enfrían la euforia por los siete magníficos y otros gigantes del ‘Big Tech’

Interior de una de las fábricas de Taiwán Semiconductor Manufacturing Company (TSMC).
Interior de una de las fábricas de Taiwán Semiconductor Manufacturing Company (TSMC).
Monique Z. Vigneault

Las tecnológicas de todos los rincones del mundo —desde las asiáticas que vivieron este lunes un ‘déjà vu’ del Lunes Negro de 1987, hasta los intocables siete magníficos— se han teñido de rojo en el arranque de agosto, y tras meses de fuertes subidas están experimentando el sabor amargo de los descensos. Hasta el 16 de julio, fecha en que el S&P 500 marcó su máximo histórico, el índice escaló un 15% a lo largo del año. El Nasdaq, por su parte, había subido un 23%. Desde entonces perdieron casi un 9% y un 12% respectivamente en la oleada bajista, y los Siete Magníficos se dejaron 2,69 billones de valor en Bolsa en el transcurso de un mes. Desde el parqué de Tokio hasta la Bolsa de Nueva York, la aversión al riesgo ha revelado las sombras de los pesos pesados de la tecnología.

Seis de los siete magníficos ya han presentado sus informes de resultados (falta Nvidia), y la confianza de los inversores en la inteligencia artificial (IA) ha empezado a dar algunas señales de flaqueza. Entre las mayores preocupaciones, los analistas destacan la sobrevaloración del sector: la relación entre precio y ganancia (PER) es de 60,8 veces para Nvidia y de 34 veces para Microsoft. No obstante, los beneficios obtenidos de tecnológicas en el S&P 500 fueron tan solo de un 0,15% superiores en este último trimestre. Unas valoraciones tan exigentes que necesitan justificarse en unos datos financieros en permanente crecimiento, pero los resultados del trimestre abren la puerta a rendimientos más moderados. La exposición al entorno macroeconómico estadounidense y las inversiones que precisa la apuesta por la inteligencia artificial han puesto en duda estas expectativas. Los cuellos de botella en el mundo de los chips, ejemplificados con la demora de la salida del procesador IA ‘Blackwell’ de Nvidia por hasta tres meses, son otro punto de inflexión.

¿Por qué se hundieron?

La tecnología es uno de los sectores más sensibles a los tipos, y una de las inversiones con más exposición al riesgo, lo que la situó en fuego cruzado del ‘lunes negro’. La desconfianza generada a raíz del último dato de empleo en Estados Unidos este lunes fue la ventana más oportuna para vender las acciones en el pico de su rally, y obtener beneficios del sector de mayor tirón en Wall Street.

El pánico este lunes hundió en un 15% al Philadelphia Semiconductor Index, el barómetro de referencia para los fabricantes de los microprocesadores. En cuanto a firmas concretas, entre los mayores perdedores se situó ASML (-14%), Lam Research Corp (-14%) y Nvidia (-9%), el único de los siete magníficos que figura en el índice. Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), la clave principal al suministro de estos chips, también ha figurado entre los más castigados, y contagió a la propia Bolsa de Taiwán el lunes.

Dicho esto, aunque los puntos grises del sector se han hecho más patentes en estas últimas 24 horas que en el último año, el desplome del lunes aún no ha influido en los analistas: siguen confiando en su apuesta. Las perspectivas para el sector, según UBS, siguen siendo “halagüeñas” para la segunda mitad de 2024 y adelante. La entidad ve probable un retraso por parte de las firmas tecnológicas para demostrar la rentabilidad de esta apuesta, pero recalca: “No hay indicios de que las empresas se estén echando atrás en sus planes de inversión, dadas las promesas de esta tecnología”.

Resultados deslucidos

Los resultados tecnológicos de este semestre no han impresionado, y las firmas de la ‘Big Tech’ ya empezaban a sentir los primeros temblores de una corrección tras una serie de resultados decepcionantes. Un detonante clave fue la presentación de resultados de Amazon, que no lograron alcanzar las previsiones de los analistas el pasado jueves, y que han arrastrado al gigante en más de un 11% en los últimos días. Amazon, no obstante, sigue contando con el respaldo de 93,5% de los expertos, más incluso, que la querida de las tecnológicas, Nvidia. Apple, una de las empresas del sector que ha perdido algo de brillo en los últimos tiempos, ha presentado resultados que Bank of America ha tachado de “mediocre”. Aun así, la firma de análisis sigue confiando que las ventas volverán a tomar más impulso tras la salida del iPhone 16.

El consenso entre las estrategas de las mayores firmas en Wall Street, desde Deutsche Bank a Citi, es que las tecnológicas regresarán a la rentabilidad en la segunda mitad del año. El descalabro de los mercados de este lunes solo señaló un enfriamiento de expectativas por parte de los inversores, y la gran mayoría de analistas anticipan que este ajuste bajista es a corto plazo. “Los mercados también parecen haberse impacientado para pruebas de que las fuertes inversiones en IA están empezando a dar sus frutos para las principales empresas tecnológicas”, comentan desde UBS.

Aumento del gasto

La apuesta en el potencial de la IA, se ha vuelto costosa. Una tendencia que ha preocupado a los analistas ha sido el aumento en los gastos de capital cada año por parte de las tecnológicas de mayor tamaño. La inversión en infraestructura para la nube, es decir, centros de datos, es un factor que amenaza con desequilibrar los retornos para el inversor: UBS anticipa que los gastos de capital de las grandes tecnológicas crecerán un 43% interanual, frente al 24% de previsto en beneficios.

Microsoft reconoció que casi el total de sus gastos capital se asignan a la IA y la nube y que “alrededor de la mitad se destina a la infraestructura mientras continuamos a construir centros de datos para apoyar a la monetización en los próximos 15 años”. Es así el caso también para Meta, que ha alertado que anticipan un aumento en sus gastos de capital para 2025.

¿Qué dicen los analistas?

De momento, la volatilidad del mercado no ha llevado a los analistas a colgar el cartel de se vende en ninguno de los grandes valores tecnológicos. Citi rebajó sus expectativas de ventas de Blackwell en un 5% para el siguiente ejercicio fiscal, pero sigue reiterando su cuota del 90% del mercado de GPU de IA, y deja a Nvidia en una fuerte posición de compra. Los estrategas de Goldman Sachs se muestran más optimistas y no contemplan una caída en ventas para el próximo año. Nvidia sigue reteniendo una reputación muy favorable de sus analistas, en el 87,8%, aunque no es comparable a su rating casi unánime unos meses.

Deutsche Bank comparte la opinión general. Es más, los analistas ven probable que, “tras la fuerte caída de las tecnológicas, la valoración del sector empieza a parecer de nuevo más atractiva”. Deutsche Bank tiende a favorecer las tecnológicas europeas en lugar de los Siete Magníficos, y ve más rentabilidad en la neerlandesa ASML, SAP y Capgemini. Para Javier Molina, analista senior de mercados de eToro, la venta masiva de tecnológicas este lunes ha reflejado “la naturaleza frágil y volátil de los mercados actuales”. Molina ha aconsejado a los inversores mantener la calma, reconsiderar sus estrategias y “tomar decisiones informadas sobre cómo gestionar sus carteras”.

Más despidos

Otra tendencia preocupante dentro del sector es la oleada de despidos ante los gastos de capitales más fuertes en este último trimestre. Alrededor de 745 tecnológicas han despedido a 185.867 empleados desde finales de 2023, según la consultora Trueup. El fabricante de chips estadounidense Intel lideró la caída bursátil tras anunciar un despido del 15% de su plantilla el jueves pasado —15.000 trabajadores— un anuncio que no fue bien acogido por el mercado. Esta decisión llevó a los analistas de Bank of America a rebajar sus previsiones para Intel a infraponderar, con un precio objetivo de 23 dólares (20 euros). Cabe aclarar que Intel es una excepción, ha sido uno de los jugadores en el sector de los procesadores que menos ha apostado por la IA. Microsoft, asimismo, ha despedido a unos 1.000 trabajadores y también ha estado bajo escrutinio en las últimas semanas, tras ser responsable apagón informático global que que frenó a aeropuertos alrededor del mundo.

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Sobre la firma

Monique Z. Vigneault
Periodista multilingüe. Interesada en geopolítica y comercio global. Cursó el Máster de Periodismo UAM-El País.
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