Donald Trump corteja a los criptocreyentes y reniega de su pasado escéptico para captar votos y fondos
El aspirante republicano interviene este sábado en la conferencia Bitcoin 2024 en Nashville entre rumores de anuncios que inyectan volatilidad en el activo
Los criptocreyentes están deseando escucharle. Donald Trump habla este sábado en la conferencia Bitcoin 2024 que se celebra en Nashville, y su desembarco en Tennessee viene precedido de numerosos rumores y algunas certezas. Se especula con el anuncio de una reserva estratégica de bitcoins que dispare el valor de la criptomoneda. Con una aparición sorpresa del multimillonario Elon Musk, partidario de Trump e inversor en estos activos digitales, que la semana pasada hizo furor al actualizar durante unas horas su foto de perfil en la red social X añadiendo los ojos láser que usan los bitcoiners más acérrimos. En definitiva, con mensajes de que, en caso de victoria republicana, la Casa Blanca será un aliado regulatorio tras años de obstáculos.
En el campo de las evidencias, se da por hecho un baño de masas de Trump en el que se autodenomina como el mayor evento de seguidores del bitcoin del planeta, aunque a pocos días de su inicio aún era posible comprar entradas a unos precios que oscilan entre los 700 dólares la más barata y 100.000 la más cara (un 21% menos si se paga con bitcoins). Esta última localidad incluye, entre otras cosas, asientos vips, comida, hotel o encuentros privados con algunos de los ponentes. Su previsible contrincante en las elecciones, la demócrata, Kamala Harris, ha rechazado acudir al evento según ha reconocido la organización.
También es seguro que Trump se marchará de Nashville con una nueva inyección de fondos para su campaña. La foto con él se paga a 60.000 dólares la unidad, 100.000 si es en pareja. Sentarse a la mesa para departir con él es bastante más caro: 844.600 dólares. La campaña de recaudación del expresidente acepta donaciones en criptomonedas desde mayo, y tres millones de dólares de los 331 millones que obtuvo en el segundo trimestre llegaron a través de esas monedas, entre ellos un millón en bitcoins procedentes de cada uno de los gemelos Winklevoss, famosos por la batalla legal que libraron con Mark Zuckerberg sobre la idea original de la red social Facebook, y desde hace unos años inversores y empresarios en el universo cripto.
Trump no solo busca dinero fresco. Las cifras sobre el número de personas que poseen criptomonedas en Estados Unidos son muy variables, pero suelen situarse en torno a los 50 millones, un caladero de votos que puede ser decisivo en una campaña electoral tan reñida. El Partido Republicano parece muy consciente de ello: justo después de Trump intervendrá en la conferencia la senadora Marsha Blackburn en una charla bajo el título Movilizar a los votantes bitcoin.
Los guiños vienen de más atrás. Trump mantuvo en junio una reunión en Mar-a-Lago con un grupo de empresarios ligados al minado de bitcoin. Horas después, escribía en Truth, su red social. “El odio de Biden hacia el bitcoin solo ayuda a China, Rusia y la izquierda comunista radical. ¡¡¡Queremos que todo el Bitcoin se FABRIQUE EN LOS EE UU.!!! ¡¡¡Nos ayudará a ser ENERGÉTICAMENTE DOMINANTES!!!”, escribió.
El objetivo de convertirse en una fuerza electoral con capacidad de influencia parece estar cumpliéndose. La iniciativa Stand with Crypto agrupa ya a 1,3 millones de personas, y aseguran haber efectuado 180 millones en donaciones a políticos y haberles remitido 218.000 mensajes, un modo de hacer lobby que en EE UU está mucho más aceptado. La plataforma de compra y venta de criptomonedas Coinbase, una de las mayores del mundo, financió su lanzamiento, y algunos de sus ejecutivos se han visto con funcionarios de la Administración Biden en los últimos meses.
En la industria cripto, algunos creen que es más efectivo para sus intereses no posicionarse abiertamente por los republicanos, lo cual supondría poner todos los huevos en la misma cesta y jugárselo a todo o nada, y en su lugar abogan por apoyar, económica y políticamente, a representantes favorables a las criptomonedas de las dos grandes formaciones para que las regulaciones les sean favorables.
En cualquier caso, parece claro que son una fuerza electoral emergente. Una encuesta de la firma cripto Paradigm entre votantes republicanos concluyó que un 28% de ellos poseen estos activos, y un 13% de los que no pensaban votar a Trump, ahora se lo están pensando debido a su posición sobre las criptomonedas. Ese factor ha podido ser decisivo en el radical cambio de posición de político neoyorquino. Hace cinco años escribió en Twitter que no las apoyaba, que se basaban en “aire” y que servían para facilitar “el tráfico de drogas y otras actividades ilegales”. En 2021, aún se oponía abiertamente a ellas, y las calificó de “estafa”. “No me gusta porque es otra moneda que compite contra el dólar”, añadió.
I am not a fan of Bitcoin and other Cryptocurrencies, which are not money, and whose value is highly volatile and based on thin air. Unregulated Crypto Assets can facilitate unlawful behavior, including drug trade and other illegal activity....
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 12, 2019
Ahora, incluso ha elegido a un candidato a vicepresidente, el senador por Ohio J. D. Vance, inversor en bitcoins. Los analistas ya empiezan a actuar en consecuencia: Citi ha elevado la recomendación de compra de la plataforma Coinbase. Y gestores de Pictet citados por Bloomberg auguran que una victoria de Trump podría ayudar a El Salvador a desbloquear miles de millones procedentes del FMI y otras instituciones reacias hasta ahora a los desembolsos por las políticas en favor del bitcoin de su presidente, Nayib Bukele.
Mayor adopción
El bitcoin ha subido más de un 60% en los últimos seis meses. Pero pese a esa buena evolución, muy superior a la de los principales índices bursátiles, algunos nombres del sector en España creen que un eventual triunfo de Trump abre la puerta a nuevas alzas. “Ya hemos visto el gran impacto que tuvo la aprobación y lanzamiento de los ETF de bitcoin en Estados Unidos, y el hecho de que el, imaginemos, futuro presidente, le vea tanto valor al ecosistema cripto supondría la confirmación, aceptación y normalización necesarias para generar mayor confianza y a su vez mayor adopción”, estima Jorge Soriano, consejero delegado de Criptan.
Leif Ferreira, cofundador y consejero delegado de Bit2Me, cree que hay motivos para pensar que una Administración Trump “podría catapultar, más si cabe, el precio del bitcoin”. Aunque mantiene ciertos recelos. “No te puedes terminar de fiar del todo. No olvidemos que es un político, y si hace ese tipo de declaraciones es para arrastrar a las millones de personas que se estiman que tienen bitcoin en Estados Unidos”.
Este sábado a las dos de la tarde, ante unos 20.000 asistentes en el escenario Nakamoto de Nashville (en honor a Satoshi Nakamoto, el misterioso y desconocido creador del bitcoin), Trump despejará algunas dudas.
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