El negocio de las cárceles privadas revive en Bolsa con el ataque a Trump
Geo Group y Core Civic, los buques insignia de esta industria estadounidense, registran ganancias superiores al 9% en el arranque de la semana
El atentado contra Donald Trump el pasado fin de semana conmocionó a la opinión pública, pero no a los mercados, acostumbrados a sortear de mejor o peor manera en los últimos años a todo tipo de episodios de volatilidad. En contra de lo que ha sucedido históricamente en otros episodios de violencia contra líderes políticos estadounidenses, Wall Street ha prolongado las subidas y el Dow Jones logró el lunes marcar un nuevo máximo históricos, el primero desde mayo. Los analistas se muestran unánimes y creen que el intento de magnicidio catapulta al candidato republicano a la Casa Blanca. Pero aunque las ganancias han sido generalizadas, dos son los negocios que se han visto más beneficiados: el de las cárceles privadas y el de las armas.
Las empresas dedicadas a la gestión de prisiones privadas tuvieron durante los años de la Administración Trump su particular momento de gloria. Se trata de un negocio copado por dos operadores principales, Geo Group y Core Civic, que en la jornada del lunes registraron subidas en Bolsa del 9,35% y del 8%, respectivamente. Unas alzas que se prolongan el martes, pero de manera mucho más moderada. Al cierre de los mercados europeos Core Civic se anota un 2,4% mientras Geo Group limita las ganancias al 1,5%.
La evolución en Bolsa de ambas empresas está muy conectada a Trump: inmediatamente después de confirmarse la victoria de Trump en 2020 Geo Group se anotó un 15,9% en una sola sesión. Los ascensos no quedaron ahí y seis meses después sus acciones se revalorizaban un 114% y lograban marcar máximos. En el caso de Core Civic, el 9 de noviembre de 2020 cuando se confirmó la derrota de los demócratas, su acción rebotó un 43,13%.
Las propuestas de Donald Trump de fortalecer las leyes contra la inmigración están detrás de la reacción en Bolsa de las empresas de cárceles privadas. El mercado está poniendo en precio que estas medidas se traducirán en un aumento de las detenciones, lo que servirá de catalizador a los ingresos de este negocio, que registró ingresos récord bajo la legislatura del republicano. En febrero de 2017, un mes después de la ceremonia de investidura del magnate estadounidense las prisiones privadas se beneficiaron de la decisión del fiscal general de EE UU de anular la orden de la administración Obama de recuperar el control de centros penitenciarios, eliminando la gestión privada en las cárceles. Una medida que con la llegada de Biden en 2020 ha tratado de revertirse. Siguiendo la estela de Barack Obama, las prisiones privadas han ido reduciéndose si bien, un total de 27 estados cuentan con 158 prisiones privadas, que albergan a unos 90.873 reclusos, un 8% del total de la población penitenciaria, según datos de Sentencing Project, una organización sin ánimo de lucro que promueve reformas en la política penitenciaria de EE UU. En los últimos cuatro años la población penitenciaria estadounidense en este tipo de prisiones ha crecido un 5% impulsada por una ley estatal.
La conexión entre Trump y estas empresas va más allá de propuestas electorales. Geo Group fue uno de los grandes donantes en la campaña del republicado en 2016 y es ahora es uno de los financiadores de la campaña del republicano para las presidenciales de noviembre, según los registros de la Comisión Electoral Federal estadounidense. Según la ONG Citizens for Ethics, en 2017 logró 40 nuevos contratos de la administración federal para la gestión de prisiones privadas, cifra que en 2020 se elevó hasta los 87.
Más allá, desde 2019 el negocio de la gestión de cárceles privadas ha estado bajo presión. Por un lado, por el impacto de la pandemia en sus cuentas, que provocó la pérdida del grado de inversión, y por otro, por la presión ejercida por parte de inversores activistas. Una presión que llevó a los grandes nombres de la gran banca estadounidense, como JP Morgan, Bank of America o Wells Fargo, a dejar de financiar a este tipo de empresas.
Con unas cuentas deterioradas y una banca que cerró el grifo del crédito, la capacidad de lograr recursos se vio drásticamente mermada. La etiqueta de bono basura que le colgaron las agencias de rating encareció el coste de financiación de ambas empresas Una situación que ha empezado a mejorar este año cuando S&P mejoró a positiva la perspectiva para Geo. Aun así mantienen el rating en BB, dos escalones por debajo del grado de inversión. Desde la agencia respaldan la refinanciación puesta en marcha para hacer frente a los vencimientos y reducir el riesgo de reestructuración. “Las fuertes presiones sociales sobre esta industria han reducido su número de inversores en los últimos años, lo que provocó mayores costes de financiación [...], en el caso de Geo Group la empresa ha demostrado un sólido desempeño operativo”, señalan S&P en su informe.
Pero este no es el único negocio que ha recibido con ganancias en Bolsa el ataque contra Trump. Considerado como un miembro destacado de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el candidato republicano adelantó en mayo que si llega a la Casa Blanca adoptará también medidas para proteger los derechos de la segunda enmienda que permite a los estadounidense portar armas de fuego. El lunes los fabricantes de armas Sturm Ruger y Smith & Wesson registraron subidas del 5,39% y un 11,38%, respectivamente. Cierto es que los analistas señalan que el de la jornada de ayer suele ser un comportamiento habitual después de este tipo de actos. Acontecimientos como el vivido por Trump dan altavoz a los defensores de un mayor control sobre las armas. El temor a que la disponibilidad sea limitada se traduce en un aumento de las compras de rifles y esto tiene su reflejo en la Bolsa.
Las ganancias en el mercado no se limitaron a la renta variable. El bitcoin, un activo de riesgo y caracterizado por su marcada volatilidad, se anota un 6% en las dos últimas jornadas, hasta los 64.400 dólares. Simon Peters, analista especializado en criptoactivos en eToro, destaca que el candidato republicano ha sido ampliamente visto como un defensor de las cripto a pesar del escepticismo que mostró en el pasado. El experto destaca que a lo largo de la campaña Trump ha aceptado donaciones a través de bitcoin y etherum, “una novedad para un partido político importante en EE UU”. El idilio con los activos digitales no queda ahí. El líder de los republicanos está invitado a participar en el el próximo 27 de junio en Bitcoin 2024, una de las conferencias más grandes para los entusiastas de bitcoin.
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