BlackRock y Citadel se alían para crear una Bolsa en Texas que plante cara a Wall Street
Van a invertir más de 120 millones de dólares y va a iniciar los trámites de autorización ante el supervisor de los mercados
Un grupo de inversores respaldado por BlackRock y Citadel Securities planea poner en marcha una nueva Bolsa en Texas que plante cara a Wall Street, según explicó ayer un portavoz de Citadel Securities. Esta firma, controlada por el multimillonario Ken Griffin, es el principal creador de mercado de Estados Unidos, con una cuota de mercado de más del 20%.
La Bolsa de Texas, que ha recaudado unos 120 millones de dólares, tiene previsto presentar los documentos de registro ante la Comisión del Mercado de Valores (SEC) a finales de este año, según informó The Wall Street Journal, citando al consejero delegado James Lee.
La TXSE, como ya se conoce al futuro mercado de valores, tiene previsto competir por las cotizaciones primarias y duales y aspira a comenzar a atraer empresas interesadas en 2025 y acoger su primera cotización en 2026.
La nueva Bolsa aspira a atraer la cotización de fondos cotizados (ETF por sus siglas en inglés) y otros productos negociados en Bolsa (como los llamados ETP, que replican la evolución del bitcoin) y pretende hacer frente a los crecientes costes de cumplimiento del Nasdaq y la NYSE, y a normas más recientes como la que establece objetivos de diversidad en los consejos de administración del Nasdaq.
El Estado de Texas cada vez está ganando más protagonismo empresarial. Son muchas las empresas de California que han trasladado allí su sede social huyendo del exceso de regulación que ven en el Estado de la Costa Oeste. Uno de los casos más paradigmáticos es Tesla. Primero fijó allí su residencia el fundador de la compañía, Elon Musk; luego trasladaron sus oficinas centrales y ahora se preparan para fijar allí su sede fiscal, tras los problemas legales que han tenido en Delaware. También ha cambiado la sede de su empresa de cohetes, Space X. La de su empresa de implantes cerebrales, Neouralink, la fijó en el Estado de Nevada.
Otras empresas como Chevron, CB Richard Ellis, Hewlett Packard u Oracle también han trasladado parte de sus operaciones desde el área de Los Ángeles o San Francisco hacia Austin, la principal ciudad texana. También hay algunos multimillonarios que están cambiando de residencia, atraídos por los menores tipos impositivos de Texas. Es el caso del fundador de Dropbox, Drew Houston.
Contar con su propio mercado de valores es un paso más para convertir a Texas en el tercer gran polo empresarial y financiero de Estados Unidos, tras Nueva York y Texas. En la negociación de títulos, también es muy importante la Bolsa de Chicago, sobre todo en lo referido a las materias primas. El mercado pertenece a Intercontinental Exchange, los propietarios de New York Stock Exchange, la Bolsa de Wall Street.
Históricamente, Texas siempre se ha considerado como un estado muy conservador y muy ligado a sus pozos petrolíferos, pero en la última década ha conseguido atraer a muchos trabajadores y empresas que están cansadas de una normativa que ven muy progresista. Incluso el gigante Apple está construyendo en Austin su segundo campus empresarial más grande, después del que tiene en Cupertino, California.
Entre los atractivos que ofrece el Estado sureño, el más grande del Estados Unidos, está el hecho de que no cobra impuesto sobre la renta, cuenta con una regulación más laxa, mano de obra más barata y alquileres económicos. Cada año, unos 100.000 residentes el California se mudan a Texas. Con la pandemia, muchos se dieron cuenta de que podrían disponer de más espacio en Estados como Arizona, Nuevo México y Texas por el dinero que estaban pagando.
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