Elecciones en México: nuevas coordenadas políticas para la filial que más aporta a BBVA
Se prevé una estrategia de continuidad por parte de la favorita Claudia Sheinbaum, si bien un posible nuevo impuesto a la banca o inestabilidad en el peso pueden inyectar volatilidad en la acción en plena opa por Sabadell
Este domingo México celebra las mayores elecciones de su historia. Las encuestas dan una victoria contudente a Claudia Sheinbaum del partido Morena, que continuará las políticas de su mentor y actual presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Estas elecciones serán monumentales, con más de 20.000 puestos en juego, incluidos 628 escaños en el Congreso, (128 senadores y 500 diputados federales). Se esperan cambios significativos en el panorama político del país, que afronta desafíos como la relocalización de la producción frente a Estados Unidos y la revisión en 2026 del tratado de libre comercio (T-MEC) con sus vecinos del norte, EE UU y Canadá. En definitiva, los comicios del domingo van a dejar un nuevo marco político del que se espera cierta continuidad y que va a seguir muy de cerca BBVA, ahora envuelto en la opa lanzada por Sabadell y que obtiene en México el grueso de sus beneficios. Cualquier sorpresa política en México podría inyectar volatilidad en el valor y tener efectos sobre la ecuación de canje, aunque a día de hoy no sea un riesgo que manejen los expertos.
“Si Claudia Sheinbaum tiene éxito en la carrera presidencial, es probable que la continuación de las políticas de AMLO por parte de su administración tenga varias implicaciones positivas para los inversores. Su compromiso con la disciplina fiscal y la estabilidad de la deuda pública podría proporcionar un entorno económico estable”, explica. Este experto también destaca el menor ritmo de crecimiento del PIB en el país: “esperamos que el PIB se desacelere al 2,2% en 2024, desde el 3,0% el año pasado, a pesar del aumento del gasto público antes de las elecciones”, señala Luis Lopez Vivas, economista para Latinoamérica de AXA IM.
BBVA México es la filial que más aporta al grupo bancario español presidido por Carlos Torres, líder de este mercado con un 30% de cuota en préstamos al consumo y un 32% de tarjetas de crédito. De los 2.200 millones de beneficio que el grupo BBVA logró en el primer trimestre de este año, 1.441 millones (el 56%) provenían de su filial norteamericana. Y no es un dato casual: en el conjunto de 2023, el 55% del resultado del grupo español se logró con su negocio en el país azteca. Las cifras muestran la relevancia del negocio en este país frente al 13% del beneficio que la filial del Banco Santander aporta en México.
Además, se trata de un negocio muy rentable. El BBVA en México logró un ROE (rentabilidad sobre recursos propios) el pasado año del 27,5% solo superado por la entidad local Banorte con el 27,9%: el ROE medio del sector en el país fue del 18,9% el pasado año. La filial mexicana de BBVA ha tenido una evolución meteórica en este inicio de año. La inversión crediticia creció un 8,8% interanual, gracias principalmente a los segmentos de consumo, tarjetas y pymes. Los recursos de clientes ascendieron también con fuerza, un 12,5%, impulsados por los fondos de inversión y en la cuenta de resultados, destacan los ingresos recurrentes, gracias al empuje de la actividad. Como muestra del interés de la matriz española en este mercado, anunció recientemente que la inversión en México alcanzará los 81.400 millones de pesos en 2024, (4.454 millones de euros), muy por encima de lo previsto en el Plan 2019-2024.
Tipos, divisas e impuestos
De cara al nuevo mandato presidencial, los dos principales interrogantes para BBVA México son la evolución del peso mexicano frente al euro y la posible implantación de un nuevo impuesto a la banca, siguiendo los pasos de Brasil y Colombia. No se esperan grandes movimientos en los tipos de interés que actualmente se sitúan en el 11%, después de un recorte de 0,25 puntos el pasado marzo en la tasa de intervención. Se trata de tipos altos que benefician al negocio bancario y cuya evolución estará muy unida a lo que haga Estados Unidos. Según estima Goldman Sachs, la subida de un punto en los tipos mejora en un 2,3% el margen de intereses de BBVA México.
En cuanto al peso mexicano, desde el banco estadounidense apuntan a que una depreciación del 10% en la divisa genera en la filial un viento en contra de 9 puntos básicos al CET1 (ratio de solvencia), que se situó en el 12,67% a finales de 2023. BBVA cubre aproximadamente el 60% del beneficio neto esperado en México a 12 meses, lo que a nivel de capital es equivalente a 3 puntos básicos del CET1 por trimestre.
Otro temor que ya recogen los analistas en sus informes es la creación de un nuevo impuesto a la banca en México, una idea que ya anunció el presidente saliente pero que no terminó de concretar. Se baraja tanto aplicar un impuesto especial o recortar las deducciones actuales.
“Creo que el resultado de las elecciones podría mover la cotización de BBVA, sobre todo si el mercado comienza a dar por hecho el tema del impuesto a la banca, sea como fuere que se vaya a implantar. A día de hoy no se puede hacer una previsión del futuro impacto del impuesto a la banca sin saber qué medida optarán por aplicar. Pero en todo caso, será negativo en resultados porque al fin y al cabo vas a tener mayor carga impositiva”, indica Nuria Álvarez, analista de Renta 4.
Marisa Mazo, analista de GVC Gaesco, considera que un nuevo gravamen podría afectar a la opa de BBVA sobre Sabadell, ya que en esta operación se ha establecido el canje de acciones y si BBVA gana menos, su precio caería y el canje sería más perjudicial para los actuales accionistas de Sabadell. Mazo ha realizado un cálculo asimilándolo con el actual impuesto extraordinario del Gobierno español para la banca del 4,8% sobre comisiones más margen de intereses. “Hubiera tenido un impacto de 673 millones de euros en los beneficios de BBVA México en 2023, lo que supone haber ganado un 12% menos en la filial y un 8% menos para el conjunto del grupo bancario presidido por Carlos Torres”, concluye. De momento, Sheinbaum no ha llegado a precisar nada sobre un nuevo impuesto en campaña. “Antes de generar una reforma fiscal, o aumentar impuestos, tendríamos que platicarlo con los empresarios para que no haya grandes problemas”, se ha limitado a señalar.
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