El café se dispara a máximos históricos: el robusta se encarece un 167% con el cambio climático
Los futuros de esta variedad se desbocan en medio de una duradera sequía en sus principales mercados, aunque los analistas confían en una moderación al cierre de 2024
La taza matutina del café acaba de encarecerse. El grano de la variedad robusta, procedente de países de África Central, así como de zonas de Asia, se ha disparado en un 167% en 15 años y en un 50% en lo que va de año, y los analistas esperan que los precios sigan disparados en 2024, a causa sobre todo del clima. Los amantes del café, de todos modos, están sufriendo un encarecimiento secular: la gama robusta ha pasado de 1.187 libras hasta 3.415 libras por tonelada en el mercado de Londres en los últimos 14 años. La robusta es una variedad más amarga y más concentrada del café, que suele encontrarse en los cafés de lujo en lugar de las estanterías de un supermercado.
El grano arábica, la variedad más consumida por su sabor dulce y procedente de América Central y del Sur, también se ha encarecido, pero a menor ritmo: un 60% desde octubre de 2023, y un 15% en lo que va de año. No obstante, la falta de lluvias en las plantaciones de Minas Gerais (Brasil), el mayor productor mundial de esta variedad, amenaza la producción frente una demanda creciente. Cooxupe, la mayor cooperativa cafetera del mundo, mantiene la calma y prevé que el aumento de la oferta de arábica vuelva a inundar el mercado en cuanto empiece la temporada de cosecha en Brasil. El grupo espera aumentar su producción en un 7,7% con respecto a la cosecha anterior, con unos 7 millones de sacos de 60 kilos en mayo, cuando tenga lugar la temporada de recolección en Brasil. Además, se espera que Brasil aumentará su cosecha por tercer año consecutivo esta primavera. En 2023, el país aumento sus reservas un 34% interanual.
Para los jugadores del mercado, como el tostador de café italiano Illy Caffe, es difícil entender las razones detrás de estos precios disparados. El presidente de la empresa, Andrea Illy, sin embargo, vislumbra una moderación de la situación actual y ve los precios del café cayendo en la segunda mitad del año. Así también lo ve Rabobank, que calcula que el mercado llegará a una sobreoferta por encima de 4,5 millones de bolsas de café al cierre del año debido a oferta de países productores como Colombia. La Organización Mundial del Café (ICO, por sus siglas en inglés), mantiene más cautela y advierte que los precios de robusta seguirán disparados, y sitúa esta cifra en un millón de bolsas.
Aunque la variedad arábica del café parece estar en buen camino para recuperar sus volúmenes durante la próxima cosecha esta primavera, los granos de robusta están a punto de entrar en su cuarto año de déficit (más demanda que oferta) debido a malas cosechas provenientes de Vietnam, la zona productora de menor coste y que suele abastecer a los fabricantes de café instantáneo. Las exportaciones de este codiciado grano del país asiático cayeron en un 20% en febrero con respecto al mismo periodo el año anterior, hasta los 160.584 toneladas, según datos del servicio aduanero. Además, el departamento de agricultura prevé que la producción del café caerá un 10% debido a la escasez hídrica en este país. Estas condiciones poco favorables se suman a la crisis en el Mar Rojo, una de las arterias principales del transporte marítimo global y en la que sigue siendo difícil el paso de esta materia prima.
La razón de fondo en el encarecimiento del café se encuentra en las aguas del Océano Pacífico, y afecta a su competidor en la mesa del desayuno, el cacao, que también ha marcado máximos desde 1977. Ambas materias primas se cultivan en áreas tropicales y dependen en gran medida de los ciclos climáticos para abastecer cosecha, y el fenómeno de El Niño está dificultando el negocio en los cinco países del “cinturón del café”. Brasil, así como Vietnam, Colombia e Indonesia, pueden ver sus cultivos reducidos a lo largo de los años debido al cambio climático y la deforestación, según un estudio de la Universidad de Zúrich.
Europa es líder como la región de destino más cafetera, y ha aumentado su consumo anual de los 38 millones de bolsas en 1990, hasta los 55 millones en 2023. El viejo continente es el mercado donde la demanda crece con más velocidad. Aunque los precios sigan volando, la sed global por la cafeína se prevé se duplique de aquí hasta 2050, y un 2,2% este año, según la ICO.
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