ASML, la perla tecnológica europea, se dispara un 16% en cinco sesiones tras triplicar sus pedidos
El grupo neerlandés fabrica máquinas de litografía imprescindibles para crear microprocesadores de última generación
El grupo ASML ha presentado hoy su balance de resultados de 2023, deslumbrando a los inversores. La compañía neerlandesa es líder mundial en la fabricación de máquinas de litografía que se utilizan para imprimir chips de última generación. A los analistas no les han sorprendido tanto los datos del pasado ejercicio, sino su cuaderno de ventas. La cartera de pedidos asciende a 9.190 millones de euros al cierre del año, frente a los 2.600 millones del tercer trimestre. En las cinco últimas sesiones el valor ha subido un 16% y en tres meses se ha disparado un 36%.
Los clientes de ASML son los grandes fabricantes de microchips como la taiwanesa TSMC, la coreana Samsung o la estadounidense Intel. Durante el año pasado se vivió un auténtico furor por esta tecnología, dada la gran demanda que va a haber debido a la irrupción de la inteligencia artificial y la generalización de estos microprocesadores para todo tipo de sectores, desde el coche eléctrico a la domótica, pasando por la tecnología médica.
El consejero delegado de la compañía, Peter Wennik, ha explicado en una entrevista con Bloomberg que la inteligencia artificial va a ser un “gran motor para nuestro negocio y el negocio de nuestros clientes”. A su juico, “se van a necesitar cantidades masivas de potencia de cálculo y almacenamiento de datos, y sin la tecnología de ASML eso no va a suceder”.
A finales del año pasado, ASML empezó a enviar a Intel la máquina de fabricación de chips más moderna del mundo, que permite imprimir con un grosor de 5 nanometros (la milmillonésima parte de un metro). El gestor de fondos Xavier Brun explica que “para poner en perspectiva esta medida, podemos recordar que la cadena de ADN tiene un grosor de 2 nanometros”. Se trata del primer equipo de litografía UVE de alta apertura (EUV High-NA por su sigla en inglés) y cada equipo se venderá aproximadamente 300 millones de dólares, el doble que una máquina UVE de primera generación.
La firma neerlandesa es la gran esperanza tecnológica europea, una región que lleva años a la zaga de Estados Unidos y Asia. De hecho, es la única gran compañía que se ha beneficiado por el tirón de los microchips. El grupo ya vale en Bolsa más de 300.000 millones de euros, convirtiéndose en la segunda empresa más valiosa del índice Eurostoxx 50, solo por detrás del grupo de lujo LVMH. Para situarnos: ASML vale más que la suma de Inditex, Iberdrola, Santander y BBVA, las cuatro mayores del Ibex 35.
Además de una abultadísima cartera de pedidos y de disponer de la tecnología más puntera, la firma cuenta con reservas por valor de 39.000 millones de euros. El año pasado tuvo unas ventas netas de 27.600 millones de euros y un beneficio neto de 7.800 millones.
Los pedidos de sus máquinas más avanzadas de litografía ultravioleta extrema en el periodo fueron de 5.600 millones de euros. “Los niveles de existencias en los mercados finales están mejorando y están definitivamente a mejor nivel de hace un par de trimestres”, ha explicado Roger Dassen, director financiero, en una declaración que acompaña a los resultados.
ASML también se benefició el año pasado de la fuerte demanda de China. Los fabricantes de chips se apresuraron a adquirir máquinas litográficas antes de que entren en vigor las normas de exportación holandesas destinadas a frenar las ambiciones de Pekín de ser el referente mundial en semiconductores. El aumento de la demanda china ayudó a compensar de la desaceleración de la industria mundial de chips. China representó el 39% de las ventas de ASML en el cuarto trimestre y se convirtió en el mayor mercado de la empresa.
“El mercado había estado anticipando un repunte de los pedidos” en la primera mitad de 2024, pero ha llegado antes de lo previsto, apuntan los analistas de Citigroup”. De los 43 analistas que siguen habitualmente el valor y publican informes, 30 recomiendan comprar acciones, 12 mantener la posición y solo 1 cree que es momento de vender.
El último que se ha sumado a la carrera por la fabricación de microchips es OpenAI, la firma estadounidense creadora de la popular inteligencia artificial ChatGPT. Su máximo responsable está en conversaciones con inversores de Oriente Medio y con el gigante TSMC para crear una fábrica que cree sus propios chips.
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