Problemas en el sector del lujo: UBS anticipa una débil temporada de resultados
Los expertos de la firma helvética aconsejan cautela en el corto plazo, pero reiteran que esta industria les parece interesante en el largo plazo
Los analistas del banco suizo UBS anticipan una temporada de resultados del cuarto trimestre que va a dejar pocos motivos para la celebración en el sector del lujo. Con una serie de indicios apuntando a una debilitada demanda de este tipo de bienes por parte de los consumidores chinos, un mercado fundamental para esta industria, y sin señales de sorpresas positivas en el resto de geografías, desde UBS recomiendan a los inversores prepararse para un débil final de 2023 y para obtener una visibilidad limitada de cara a este nuevo año. Como resultado de esta debilidad, prevén un mal desempeño de las cotizadas del sector en el corto plazo.
“Aunque el sector nos sigue gustando en el largo plazo, permanecemos cautos en el corto al detectar riesgos de caídas dados los posibles ajustes en las estimaciones y la valoración relativa del sector, que tiende a ser cuestionada en épocas de ralentización del crecimiento económico. Hermès, Hugo Boss y Richemont siguen siendo nuestros favoritos, mientras que somos especialmente cautos con Ferragamo y Burberry”, especifican los expertos.
La semana que viene, el día 8 de enero, la italiana Brunello Cucinelli será la encargada de dar el pistoletazo de salida a esta supuestamente decepcionante temporada de resultados, mientras que Richemont y Burberry le seguirán los pasos los días 18 y 19 respectivamente.
Uno de los principales problemas que detectan desde UBS es una ralentización en el ritmo de crecimiento de ventas para los integrantes del sector. Esta industria viene de haber tenido una serie de muy buenos ejercicios en este sentido, con un crecimiento anual medio de la facturación del 10% desde 2016, dos puntos porcentuales por encima de la media del 8% que históricamente ha mostrado esta actividad.
De cara a 2024, UBS estima un crecimiento medio de las ventas en el sector del 5%, menos que el 6% que calculaban previamente y también sensiblemente por debajo del 7% que espera el consenso de analistas. “Con estas previsiones en mente, rebajamos nuestras estimaciones de beneficio por acción a un -3% de media”, calculan.
Este miércoles, las acciones de los principales nombres del sector han respondido con caídas a este jarro de agua fría. El sectorial del lujo en el Stoxx 600 ha retrocedido alrededor de un 2,3% en la sesión, frente al 1% que se ha dejado el índice en general. Las 15 firmas que UBS menciona en su documento cotizan a la baja sin excepciones. Tod’s (-5,8%), Prada -5,4%) y Moncler (-4,1%) se llevan la peor parte, mientras que Ferrari es la que menos castigo soporta con una bajada cercana al 1%. Los grandes nombres del sector como LVMH y Hermès ceden alrededor de un 3,5% y un 2% respectivamente.
¿Cómo jugar las cartas en 2024?
En su informe, los analistas sostienen que en un contexto cada vez más complejo marcado por cambios en la popularidad de las marcas y de las diferentes categorías los inversores tendrán que jugar con otras normas diferentes a las que venían aplicando en los últimos años.
“Lo que nosotros haríamos sería aferrarnos a los nombres más defensivos con exposición al cliente de más alta gama, como por ejemplo, Hermès y Brunello Cucinelli, donde vemos la posibilidad de problemas más baja. Con todo, también nos gustan nombres como Richemont y Hugo Boss, quienes, dadas sus muy bajas valoraciones y errores de percepción que se han cometido en el pasado hacia ellas por parte del mercado tienen en nuestra opinión un riesgo de caída menor que el que consideran nuestros pares. Por contra, evitaríamos tentaciones en Ferragamo y Burberry, que con sus múltiplos tan bajos algunos pueden creer que es buena idea entrar en ellos”, concluyen desde UBS.
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