El cacao de Willy Wonka, por las nubes
Su cotización se ha disparado sobre los 4.400 dólares y está pasando factura en Bolsa a las grandes marcas y empresas productoras
Los precios del cacao siguen su imparable subida desde los 2.000 dólares alcanzados hace dos años y pueden ver que el precio se ha doblado cotizando ya en la zona de los 4.400 dólares, con lo que estas Navidades los excesos con el chocolate nos van a salir más caros.
La mayor concentración de producción de cacao del mundo se sitúa en África Occidental, con Costa de Marfil y Ghana como actores destacados seguidos de Nigeria y Camerún. Los efectos climatológicos siempre han sido una de las causas de las variaciones significativas del precio de algunas materias primas agrícolas y las sequías acontecidas en África Occidental han actuado de pleno ahora, al igual que una enfermedad en las vainas del cacao.
A nivel de compañías cotizadas todo esto está pasando factura y desde el lado de los grandes productores de chocolate para terceros podemos ver como Barry Callebaut, en Suiza, acumula una caída del 35% desde hace dos años ante la fuerte subida del cacao. En el lado de las grandes marcas de productos de chocolate, la situación es igual, con caídas de precios de cotización relevantes como en The Hershey Company, que se ha dejado un 18% el último año tanto por la subida del cacao como por la presión ejercida por todo lo que suene a calorías fuera, siendo el ganador Ozempic de Novo Nordisk, el medicamento que va a dejar con “tipazo” a toda América.
La ciclicidad de los precios del cacao va en consonancia con los ciclos de cosechas de África y después de este periodo vendrá sin duda una mejor época de lluvias que favorezca que la oferta se regule.
La dependencia de una materia prima como es el cacao de unas pocas manos en el continente africano debe verse como una oportunidad para estos países para tejer una red de alianzas estables y contratos de suministros estables que favorezca mayores incentivos para producir este alimento.
La demanda mundial se espera que siga creciendo al menos como en los últimos años al 2,5% anual y deben ser los países emergentes los que den un mayor impulso al consumo, buscando en cambio en Occidente un consumo de chocolate más puro.
Ahora el gran dilema para las empresas consumidoras de cacao es hacer coberturas sobre el precio de esta materia prima o no, comprar stocks o esperar a que bajen. En este tipo de decisiones es donde se juega la batalla de los márgenes.
Alberto Espelosín es gestor de Renta 4 Alpha
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